POR HORACIO DUQUE /
La política de “Paz total” adoptada por el presidente Gustavo Petro y sus más importantes desarrollos como la Ley 2272 del 2022, la Mesa de diálogos con el ELN en Caracas, los encuentros con las FARC-EP, con la Segunda Marquetalia, los acercamientos a las bandas paramilitares de los Urabeños y Pachencas y el cese bilateral del fuego temporal y nacional, ha desatada la oposición, el bloqueo, la ira, la maledicencia y el sabotaje de poderosos sectores políticos, de altos mandos militares y policiales y de sectores judiciales encabezados por el fiscal Francisco Barbosa.
En terreno -en las fincas, veredas montañas y parques naturales- los encargados del sabotaje son brigadas y batallones militares o policiales aliados con los grupos del neoparamilitarismo y políticos de la ultraderecha, comprometidos en escandalosas tramas de corrupción con los dineros públicos destinados a la paz y la vulneración cotidiana de los derechos humanos.
La implementación del cese bilateral temporal y nacional ordenado por el presidente Petro el 31 de diciembre mediante 5 decretos, de los cuales debió anularse el del ELN por presentar algunos vacíos en su trámite político, es el que ha desatado el mayor ataque y animadversión de los militares, los paramilitares y parapolíticos; también las órdenes judiciales del primer mandatario para avanzar en los diálogos con los jefes paramilitares son desconocidas por el fiscal Barbosa y cierta fichas policiales que han dicho que las acatan pero que igual darán captura a los negociadores de las bandas criminales, según lo dicho por el general Henry Sanabria, el director de la Policía Nacional.
Pues, en este ambiente de tensiones y arremetidas militares de piquetes insubordinados frente a las ordenes presidenciales, como las ejecutadas por la Fudra Omega del general Royer Gómez Herrera en los Llanos del Yari (Puerto Carmona, Damas, la Novia, los Pozos, la Sombra y San Juan de Lozada), en la Macarena, Vista Hermosa y Guaviare se ha presentado un hecho extraordinario con la intervención de la Guardia Campesina -integrada por 300 jornaleros-, ligada a las históricas resistencias agrarias de Vista Hermosa y el Guayabero.
En efecto, la Guardia Campesina debió controlar y bloquear en su desplazamiento sangriento y asesino a 30 soldados y suboficiales pertenecientes a la tenebrosa Fuerza de Tarea Conjunta Omega, en jurisdicción de las veredas Caño Ánimas y Yarumales, en el sector conocido como Alto del Avión, sitios en los que estas unidades adelantaban acciones militares ofensivas ilegales desconociendo el cese bilateral del fuego temporal y nacional.
Estos militares hacen parte de un piquete de contraguerrilla mercenaria que por lo regular permanece emboscada en zonas montañosas de la región desde donde incursionan sobre centros poblados atropellando y vulnerando derechos de familias campesinas y de pequeños cultivadores de coca que son sometidos a tratos humillantes y al despojo y destrucción de sus modestos bienes, como está sucediendo hoy el sector de la Camuya, desconociendo la Constitución Política, las leyes vigentes y las autoridades legítimas en cabeza del presidente Gustavo Petro, quien es descaradamente desconocido y burlado por estas hordas militaristas que solo atienden las ideas y el odio clasista de los generales de la ultraderecha uribista que están bajo la férula del exgeneral Eduardo Zapateiro Altamiranda, la voz cantante del uribismo en el fascista Centro Democrático.
Como quiera que la medida del cese el fuego está vigente en todo el territorio de influencia de las FARC-EP en el Caquetá, Guaviare y el Meta -además de las otras regiones donde hace presencia- y que hay un mecanismo de monitoreo y verificación de la suspensión de las acciones militares ofensivas, dado que se requiere su afianzamiento, es urgente que las organizaciones sociales como las juntas comunales y las veedurías ciudadanas intervengan -como se ha dado en este caso con la Guardia Campesina- para poner control sobre los desmanes de la Fudra Omega y sus múltiples tentáculos, las bandas paramilitares y las mafias políticas que los acompañan desde las entidades estatales municipales y departamentales.
Obvio que el corazón de esta movida contra la “Paz total” es la denominada Fuerza de tarea conjunta Fudra Omega que incluye unidades del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea comandada por un militar contrainsurgente como el general Royer Gómez Herrera de reconocida trayectoria autoritaria y anticomunista, seguidor acérrimo de las doctrinas de Seguridad Nacional del Pentágono y del Comando Sur que hace presencia permanente en su sede localizada en el municipio de la Macarena con puesto de mando en el Fuerte Militar -estadounidense- Larandia.
Telaraña bélica
En esta labor de control comunitario democrático del cese bilateral y de las violaciones que se están dando es necesario saber que la Fudra Omega es una telaraña bélica que existe desde el año 2003, cuando fue creada por el gobierno paramilitar de Álvaro Uribe Vélez y hoy está integrada por 21 mil soldados, contando con 13 brigadas móviles del Ejército Nacional adscritas a las unidades operativas mayores, un Estado Mayor, un Componente Aéreo Conjunto y una Brigada Fluvial.
Forman parte de esta tal Fudra los siguientes componentes:
Brigada Móvil 1 (La Macarena)
Brigada Móvil 2 (La Uribe)
Brigada Móvil 3 (La Macarena)
Brigada Móvil 10 (La Julia)
Brigada Móvil 16 (La Macarena)
Brigada Móvil 17 (Puerto Rico)
Brigada Móvil 18 (Vista Hermosa)
Comando Específico del Caguán (CEC)
Brigada Móvil 6 (Cartagena del Chaira)
Brigada Móvil 9 (San Vicente del Caguán)
Brigada Móvil 22 (Peñas Coloradas)
Brigada Móvil 4 (Puerto Rico)
Brigada Móvil 7 (San José del Guaviare)
Brigada Móvil 12 (Vista Hermosa)
Componente Aéreo Conjunto
Para el Componente Aéreo Conjunto laboran unos cincuenta elementos de la Fuerza Aérea (Comando Aéreo de Combate No. 2 en la Base Aérea de Apiay y Comando Aéreo de Combate No.6 en la Base Aérea de Tres Esquinas) y de la Aviación del Ejército (Fuerte Militar Larandia), coordinando operaciones aéreas; que son los que han bombardeado campamentos guerrilleros con niños y menores de edad señalados como máquinas de guerra por el impresentable y cuestionado exministro Diego Molano.
Componente Armada Nacional – Brigada de Infantería tierra, con más de dos mil hombres coordinando y ejecutando operaciones por los ríos Caquetá, Meta y Guaviare donde con frecuencia realizan masacres, desapariciones y ultrajes humillantes a los campesinos y a las mujeres indígenas que han sido objeto de violaciones sexuales realizadas por mercenarios gringos y colombianos tal como se ha denunciado en días recientes por el presidente Petro, quien ha ordenado una intervención urgente del Instituto de Bienestar Familiar para proteger a las niñas de los Nukak maku -una comunidad en extinción- violadas y ultrajadas por la soldadesca embriagada de poder y odio.
Lo real es que si esta potente maquina de guerra no es disuelta prontamente el cese bilateral del fuego y la “Paz total” fracasaran estrepitosamente provocando más violencia y sufrimiento entre la población.
Claro que también se requiere desmantelar los grupos del neoparamilitarismo que siguen actuando a sus anchas en la región como los Puntilleros y el Bloque Meta con amplia presencia en Mesetas, Vista Hermosa, San Juan de Arama, Lejanías, Granada, San Martin, Puerto Rico, Puerto Concordia y el Guaviare. Estos grupos paramilitares son tentáculos de las brigadas móviles relacionadas y que operan como ejércitos privados de poderosos terratenientes y hacendados que tienen el monopolio de las fértiles y productivas tierras de la región, que han sido despojadas con la masacre, el asesinato y la desaparición forzada de miles de campesinos que las construyeron en sacrificados procesos de colonización en los municipios del suroriente del Meta, el Caquetá y el Guaviare.
Reconocidos políticos de la región, como el actual gobernador del Meta, Juan Guillermo Zuluaga, hacen parte de este tinglado adverso al cese bilateral del fuego y de la “Paz total”. A él y a las otras mafias políticas llanera no les conviene que la paz llegue a la región de los Llanos Orientales, pues eso significa que tienen los días contados porque es en el ambiente de la guerra y la violencia sistemática en que han logrado acumular grandes fortunas mediante la corrupción y el saqueo de los presupuestos y los dineros públicos del Sistema General de Regalías y del Órgano Colegiado de Administración y Decisión (OCAD) Paz.
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