Cuba: otra derrota más para el criminal injerencismo estadounidense

CRONICÓN.NET /

La mafia cubana-estadounidense,  el perverso poder de Washington y la canalla mediática tanto latinoamericana como europea vieron nuevamente frustrados sus deseos de asfixiar a Cuba no obstante su criminal artillería política de bloqueo y desinformación, tras el éxito electoral del pasado domingo 26 de marzo, en que la Isla antillana renovó por un periodo de cinco años a los integrantes de la Asamblea Nacional Popular que asumirán el próximo 19 de abril y procederán a la elección de los miembros del Consejo de Estado, del Presidente y Vicepresidente de la República.

Con una participación de aproximadamente el 76 % (un total de 6.164.876 votantes) del censo electoral (constituido por 8.120.072 ciudadanos aptos para ejercer el derecho al sufragio), lo que representa el 75.92 % del padrón electoral, se realizó la jornada en calma, sin incidentes y sin sorpresas.

En su gran mayoría los cubanos le siguen apostando a su Revolución pese al criminal bloqueo que limita ostensiblemente las condiciones de vida y a toda la campaña de desprestigio y ataque a su sistema político que es promovida, financiada y organizada por Washington y la mafia cubana-norteamericana asentada en el estado de la Florida.

En esta oportunidad volvieron a fracasaron las campañas para sembrar desconfianza, divisiones y odio entre la sociedad cubana. “El pueblo no se dejó confundir. No le falló a Fidel ni a Raúl ni a Díaz-Canel. Fue una nueva victoria de la Revolución Cubana. Cuba Ganó”, publicó el director de la Casa de las Américas en su cuenta de Twitter, Abel Prieto, tras conocerse el resultado comicial.

«Somos soberanos e independientes. No aceptamos la injerencia de nadie en nuestros asuntos», afirmó por su parte, el presidente Miguel Díaz-Canel a su regreso de la Cumbre Iberoamericana de Santo Domingo, en medio de una campaña para no acudir a votar que se hizo fuerte a través de las redes sociales, pero que realmente no incidió en los resultados.

Acerca de las maniobras en contra del proceso electoral en la isla caribeña, en un mensaje anterior también en esa red social el presidente Díaz-Canel, aseguró que “quienes nos desconocen y nos adversan, quienes subestiman e irrespetan la fuerza de este pueblo, cubanamente les repito: nos resbalan sus criterios”.

Un verdadero proceso democrático

Las jornadas electorales que se realizan en Cuba constituyen un verdadero proceso democrático habida cuenta que los dignatarios a cargos de responsabilidad popular son escogidos por las bases sociales en que prima los méritos ciudadanos de los candidatos.

La mala fe y la ignorancia de quienes adversan la Revolución cubana afirman que la Isla carece de democracia porque solo funciona un solo partido político. Lo que no se dice es que el Partido Comunista de Cuba no es una colectividad electoral y por lo tanto no postula candidatos a ninguna corporación o instancia de representación.

Los candidatos son seleccionados por las organizaciones de masas y aprobados para las asambleas municipales del poder popular. En esta elección, por ejemplo, se escogió un universo heterogéneo de músicos, científicos, intelectuales, jóvenes y responsables de empresas estatales, en el que destacaba la figura de Elián González, un balsero rescatado del mar en 1999 y devuelto por Estados Unidos tras intensa campaña popular, que hoy a sus 29 años, es ingeniero industrial.

Las urnas son custodiadas por niñas y niños. Durante la jornada electoral del pasado domingo participaron más de 175 mil pioneros acompañando el proceso electoral, rasgo distintivo del sistema electoral cubano que añade un motivo de alegría y orgullo para las familias.

Ante las campañas de boicot y llamados al abstencionismo, la mayoría de la población dio una contundente la respuesta de apoyo a la Revolución, pues el resultado electoral asienta una prueba evidente de cómo se vivió con entusiasmo la jornada en diferentes puntos del país y descarta cualquier otro tipo de suposición o intento de manipulación.

Todos los medios de comunicación de la prensa nacional y extranjera tuvieron amplio acceso durante la jornada a los centros de votación para llevar los detalles de la elección de 470 diputados que conformarán la X Legislatura de la Asamblea Nacional (órgano legislativo cubano).

Las elecciones en Cuba excluyen propaganda electoral y cualquier otra acción encaminada a favorecer o ir en contra de algún candidato.

Los diputados que el pueblo eligió no cobran salario, ni tienen privilegio alguno por su función, debiendo compatibilizar sus tareas personales y laborales con el mandato que sus electores les confieren.

Para Cuba, pequeño país bloqueado económica y políticamente por EE.UU. desde hace 62 años, constituye un esfuerzo digno de admiración y respeto, repleto de enseñanzas a imitar por todos aquellos que se llenan la boca hablando de “democracia”, pretendiendo constituirse en paladines de un modelo único para la humanidad.

Trabajadores de la cultura en todas sus expresiones desde las letras, la música, las artes plásticas y escénicas; profesionales, intelectuales, representantes de nuevas formas de gestión económica, campesinos, obreros y estudiantes, junto a dirigentes políticos y aquellos que honran con su historia ejemplar de lucha la Revolución cubana, son los diputados que el pasado 26 de marzo eligió el pueblo cubano durante esta jornada comicial.

El reto de la Asamblea Nacional

Para Llanisca Lugo González, coordinadora del Proceso de Solidaridad Internacional del Centro “Martin Luther King Jr.”, quien salió elegida como diputada, el reto que tiene la Asamblea Nacional que asume funciones en el próximo mes de abril es el de profundizar el proceso democrático en Cuba.

La nueva Asamblea tiene que “parecerse al pueblo diverso que somos, que piensa distinto de todos los asuntos, que no comprende la unidad como homogeneidad, porque la gente no cree en la homogeneidad, eso la aleja del espacio de la Asamblea. Su composición no es un asunto de números y por cientos, expresa miradas, historias, grupos sociales que participan en una disputa del proyecto, o avanzamos en profundizar la socialización de la propiedad, el poder, la comunicación o nos gana terreno la privatización de toda la vida cotidiana en la lógica del capital y el mercado”, precisó Lugo González.

En definitiva, esta nueva jornada electoral en Cuba constituyó otra derrota más para el criminal injerencismo estadounidense y los enemigos de la Revolución cubana.

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