Ganar en la primera vuelta presidencial es fundamental

POR MILLER DUSSÁN CALDERÓN*

Las encuestas, como lo expresó Daniel Coronel, no reflejan la intención de los votantes sino que vienen creando una tendencia a favor del candidato del uribismo que se manifiesta, primero, en que habrá segunda vuelta entre el Frente Amplio impuldado por Petro que sustituyó el Pacto Histórico, y el Equipo por Colombia de Federidco Gutiérrez. Segundo, que existe un empate técnico en segunda vuelta, contra cualquier evidencia que demuestra el mayor crecimiento del petrismo.

De antemano lo que están anticipando es que Federico va a ganar en segunda vuelta, generando desconcierto en el progresismo que con razón o no están convencidos de que Petro-Francia superarán la mitad más uno de los votos el próximo 29 de mayo.

De darse el escenario de segunda vuelta el uribismo la presentará como un triunfo, cuya consecuencia posiblemente será el incremento de las acciones violentas coordinadas por la alianza narco-paramilitar generando mayor miedo e incertidumbre para imponer mediante fraude al candidato de Uribe.

Lo anterior se confirma con la denuncia de Petro, después de reunirse con gremios económicos, según la cual, la tendencia es a rechazar cualquier intento de afectar las rentas del capital financiero y latifundista  que están dispuestos a defender mediante la violencia promoviendo intensificar la guerra interna, incluso la exterior contra Venezuela.

Saben que es posible un levantamiento popular espontáneo que están dispuestos a reprimir como ocurrió con el estallido social contra el neoliberalismo y si no es posible controlarlo declararán el Estado de Emergencia que le garantice al uribismo asaltar la Presidencia de la República bajo el supuesto de haber ganado las elecciones así sea de manera fraudulenta.

El desenlace dependerá de la capacidad de organización y resistencia popular que conduzca a profundizar las contradicciones interburguesas que obliguen a consolidar un acuerdo programático al interior del Frente Amplio para gobernar lo que implica que los progresistas deberán renunciar a las propuestas que afecten los intereses del capital financiero con reformas al régimen pensional, de la salud, laboral, entre otras.

Es una responsabilidad debatir con argumentos y no dejarse conducir por las emociones y expresiones que pregonan que todo va a cambiar a favor de los sectores excluidos y empobrecidos desconociendo el poder del régimen político paramilitar y neoliberal.

*Coordinador del Movimiento Social Defensores del Territorio del Huila.

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