POR SERGIO GARCÍA / IMPACTO NEWS /
“No queremos ser como Venezuela”. “Nos van a convertir en Venezuela”, son las manidas frases que desde hace algunos años los sectores conservadores y de ultraderecha no solamente de América Latina sino también de algunos países europeos utilizan para asustar al electorado ante el fantasma del “castrochavismo” que, según su amañado relato, ha generado todos los males en la nación bolivariana, ocasionando una éxodo de sus habitantes que se han visto obligados a buscar mejor suerte en otras naciones.
Lo cierto es que Estados Unidos, con la anuencia de gobiernos obsecuentes tanto de Latinoamérica como de Europa, ha decretado desde la administración Obama un brutal bloqueo económico, comercial, financiero, político y mediático contra Venezuela con el oscuro propósito de apropiarse de sus recursos minero-energéticos, para lo cual pretextan que el gobierno de Nicolás Maduro atenta contra la democracia, los derechos humanos y las libertades públicas.
En un revelador reportaje realizado por el canal en Youtube Impacto News, su director Sergio García, visitó la ciudad de Maracaibo, capital del Estado de Zulia, y sus alrededores, para comprobar in situ cómo los venezolanos de esta zona del noroeste de su país enfrentan a diario las grandes limitaciones de sobrevivencia debido al criminal bloqueo estadounidense.
En algo más de 16 minutos el reportero muestra algunos pasajes de la vida cotidiana de Maracaibo, cuyos habitantes no se están muriendo de hambre como relatan y quieren hacer creer los medios de comunicación hegemónicos en Colombia y en el ámbito internacional. Pudo constatar, por ejemplo, que los venezolanos, en medio de su crisis económica por el bloqueo, no pagan servicios públicos y se les garantiza un mínimo de uso de internet. La gran mayoría de las familias envían a sus hijos a colegios y universidades públicas, la gasolina es subsidiada por el gobierno y aunque las filas son inmensas, pueden abastecerse de 30 litros una vez por semana, lo cual es un alivio para los transportadores y población vulnerable.
No obstante las dificultades, la población ha aprendido a hacerle frente a la escasez de productos básicos para la subsistencia y a enfrentar las limitaciones que impone una guerra no militar declarada por Washington, en virtud de la cual de manera atrabiliaria que atenta contra la soberanía del país, desde 2014 más de 7 mil millones de dólares del erario venezolano han sido embargados por 40 bancos internacionales.
El gobierno de Nicolás Maduro ha venido trabajando de manera ardua para abastecer de alimentos y vestuarios a la población de Venezuela, así como para garantizarle atención médica adecuada que permita enfrentar la pandemia del Covid-19.
Los precios de los bienes de primera necesidad están a la par de Colombia. En los últimos dos años se ha impuesto la circulación tanto del dólar como del euro y en la práctica el bolívar, la moneda oficial venezolana, no opera por su altísima devaluación.
Como dato curioso, el informe periodístico da cuenta que en algunas ciudades de la nación bolivariana funcionan cadenas de supermercados de origen colombiano, todas con gran influencia de clientes.
La resistencia y la reinvención del venezolano han logrado que se pueda sobrevivir y que paulatinamente se avance hacia una mínima estabilidad social. “Venezuela está renaciendo”, es la principal conclusión de este revelador reportaje.
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