
CON INFORMACIÓN DE PRENSA CASA DE NARIÑO /
La vicepresidenta Francia Márquez Mina estará a cargo del capítulo étnico del Acuerdo de Paz del 2016.
A través de un extenso decreto, el presidente Gustavo Petro delegó varias funciones a la vicepresidenta Márquez Mina, para que ejerza mayor influencia en varios sectores como la implementación del Acuerdo de Paz de 2016.
La alta dignataria con las funciones delegadas podrá expedir los instructivos, circulares, directivas vicepresidenciales y demás actos administrativos que considere necesarios para el cumplimiento de las misiones y encargos asignados por el primer mandatario.
En adelante, la Vicepresidenta coordinará el desarrollo de la implementación de los compromisos derivados del capítulo étnico del Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera, eunes, la policía detuvo a 60 manifestantes en la Universidad de Yale, inclusive 47 estudiantes que habían montado una acampada para reclamar que la universidad retirara su inversión en fábricas de armamentos. En estos momentos hay otras acampadas en otros campus de numerosas universidades, como la de Michigan-Ann Arbor, la Universidad de California en Berkeley, la Universidad de Maryland, el Instituto Tecnológico de Massachusetts y el Emerson College de Boston”.

Un tema que se ha esgrimido para pedir la prohibición de las manifestaciones pro-palestinas es que están destinadas a atemorizar y amenazar a los y las estudiantes judías en los campus. La Casa Blanca se ha unido a este coro. Informa The New York Times: “El presidente Biden ha condenado el antisemitismo en los campus universitarios en una declaración emitida el domingo, tres días después de que fueran detenidas más de 100 personas que protestaban contra la guerra de Gaza en el campus de la Universidad de Columbia. La declaración de Biden, que forma parte de una larga salutación por la Pascua judía emitida desde la Casa Blanca, no menciona directamente el nombre de Columbia, pero afirma que ha habido ‘acoso y llamamiento a la violencia contra las personas judías’ en los últimos días. Este flagrante antisemitismo es condenable y peligroso y no tiene absolutamente ninguna cabida en los campus universitarios ni en cualquier otro lugar de nuestro país”, dice la declaración.
El mismo domingo [21 de abril] por la mañana, la Casa Blanca emitió una declaración separada para responder directamente a las manifestaciones antiisraelíes en Columbia, que prosiguen esta semana con las acampadas estudiantiles en los terrenos de la universidad. “Mientras que todas las personas estadounidenses tienen derecho a la protesta pacífica, los llamamientos a la violencia y la intimidación física contra estudiantes judíos y la comunidad judía son descaradamente antisemitas, inadmisibles y peligrosos, dice la declaración de Andrew Bates, vicesecretario de comunicación de la Casa Blanca. La protesta en la Universidad de Columbia se produjo la misma semana en que hubo otras muchas manifestaciones en todo el país para denunciar la guerra de Israel en Gaza. Las manifestaciones bloquearon carreteras importantes en Nueva York y San Francisco y los accesos a los aeropuertos de Chicago y Seattle”.
Quienes están a favor de la guerra de Israel pueden sentirse cada vez más en minoría en la mayoría de universidades, pero las acusaciones de violencia antisemita por parte de quienes protestan contra la guerra carecen de fundamento y no se han dado a conocer ejemplos concretos. Lo que se omite en ese relato es que hay un sector significativo de estudiantes judías que participan en las acciones propalestinas y desempeñan a menudo un papel destacado, por ejemplo en Columbia, donde Jewish Voice for Peace (Voz Judía por la Paz) participa desde noviembre en la dirección del movimiento y ha sido una de las organizaciones vetadas entonces oficialmente por la universidad, aunque JVP ha continuado operando.

El lunes, 22 de abril, comenzó la fiesta de la Pascua judía, que celebra la liberación del pueblo judío de Egipto, y que ha pasado a significar la liberación de todos los pueblos oprimidos. En muchas de las acampadas hubo celebraciones de la Pascua judía. El New York Times, un periódico incondicionalmente proisraelí, tuvo que admitirlo: “En la primera noche de la Pascua judía, el sonsonete de las Cuatro Preguntas resonó de los hogares y reuniones judías de todo el mundo, incluso de lugares improbables y cuestionados: el centro de las protestas propalestinas en Columbia y otras universidades en que había manifestaciones. Cuando cayó la noche sobre la acampada de Columbia el lunes, alrededor de un centenar de estudiantes y docentes se reunieron en círculo alrededor de un toldo azul donde había apiladas cajas de pan ácimo y alimentos que habían preparado en una cocina kosher. Hubo estudiantes que llevaban kaffiyehs, el tradicional pañuelo palestino, y también quienes llevaban kipas judías. Se repartieron Haggadás ‒libros de oración de la Pascua judía‒ hechos a mano y se recitaron oraciones en hebreo, manteniendo el orden tradicional”.
Hasta aquí el antisemitismo de las y los estudiantes propalestinos.
Un comentario final. Ha habido comentaristas que han visto similitudes de estas acampadas con las que ocurrieron en la década de 1960. ¿Estamos ante una nueva ola de radicalización estudiantil?
Viento Sur
La continuidad del colonialismo de asentamiento sionista
POR JAMAL NABULSI /
El régimen israelí está cometiendo un genocidio contra el pueblo palestino de Gaza; no sólo bombardea indiscriminadamente a los y las palestinas, sino que ataca infraestructuras civiles esenciales como hospitales, escuelas, universidades, campos de refugiados y edificios residenciales. Quienes sobreviven a los bombardeos tampoco están a salvo habida cuenta del muy limitado acceso al agua potable, a los alimentos, a la electricidad y a los suministros médicos básicos [1].
Además de matar por hambre y masacrar a los y las palestinas, el régimen israelí opera para expulsarlos de sus tierras. Lo han dejado claro funcionarios y políticos israelíes en múltiples declaraciones, así como en documentos filtrados que demuestran el propósito de transferir –un eufemismo para la limpieza étnica– a la población palestina de Gaza a Egipto u otros lugares; casi tres cuartas partes es ya población refugiada como consecuencia de guerras anteriores que Israel libró contra el pueblo palestino. Esta operación forma parte del sostenido castigo colectivo de Israel a un pueblo que se atreve a resistir a la colonización y a expresar la soberanía indígena sobre su territorio.
Este artículo sostiene que el genocidio y la limpieza étnica de la población palestina en Gaza por parte del régimen israelí es la continuación del proyecto de colonización de asentamiento sionista. Insiste particularmente en que, aunque la matanza y la expulsión de palestinos y palestinas que está llevando a cabo actualmente el régimen israelí es una aberración, no es anómala en el contexto de más de 75 años de colonización sionista. Señala tres características fundamentales del colonialismo de asentamiento sionista:
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su naturaleza como estructura permanente;
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su objetivo de eliminar al pueblo palestino;
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su uso de la fragmentación –del territorio y del pueblo– como estrategia fundamental a través de la cual asegurar esa eliminación.
Es a través de estas tácticas, según sostiene este análisis, como el proyecto sionista pretende extinguir la soberanía indígena palests decir el firmado con las extintas Farc.
También asumirá las acciones necesarias para el avance de las funciones asignadas al Fondo para el Desarrollo Integral del Distrito Especial de Buenaventura (Fonbuenaventura), así como las relaciones con los movimientos afrodescendientes e indígenas a nivel internacional.
El presidente Petro asimismo le confió a la Vicepresidenta la tarea de priorizar la implementación soluciones de agua potable y saneamiento para la población ubicada en el litoral Pacífico y Norte del Cauca.
Estas funciones se integran a las asignadas al Ministerio de la Igualdad que lidera la vicepresidenta Márquez Mina que, entre otras, está a cargo del Fondo ‘Mujer Libre y Productiva’ para apoyar y financiar proyectos e iniciativas que promuevan la autonomía, empoderamiento económico y la dignificación del trabajo femenino en Colombia, a través del emprendimiento.
En total, son más de 15 nuevas funciones que ejercerá Francia Márquez quien ya dirige el Ministerio de la Igualdad y Equidad con programas como ‘Jóvenes en Paz’, que busca alejar a los adolescentes de bandas criminales en regiones como el Cauca, Antioquia y Nariño.