¿QUEQUÉ? /
Un intelectual y filósofo singular en Colombia fue a no dudarlo, Estanislao Zuleta Velásquez (1935-1990), quien gracias a sus sugerentes reflexiones contribuyó a sacudir la tradición parroquial de un país ultraconservador sumido en la pobrecía intelectual a la que lo han sometido durante buena parte de su historia tanto su clase dominante como la doctrina católica de sumisión.
Zuleta Velásquez rompió con ese esa visión arcaica aportando al pensamiento crítico a través del estudio y análisis de autores como Goethe, Marx, Freud, Mann.
Este filósofo antioqueño despreció desde muy temprano el caduco sistema educativo que sigue imperando en estos tiempos del siglo XXI. Se retiró del colegio y no terminó el bachillerato porque argumentó que el establecimiento docente no le dejaba tiempo para estudiar.
‘Elogio de la dificultad’
Cuando en 1980 la Universidad del Valle exaltó su trayectoria intelectual otorgándole un título de doctor Honoris Causa, Zuleta pronunció uno de los discursos más memorables de su vida: el ‘Elogio de la dificultad’.
En esta interesante pieza reflexionó sobre lo difícil que es imaginar la felicidad, sobre todo, “porque no sabemos desear”.
“En lugar de desear una relación humana inquietante, compleja y perdible, que estimule nuestra capacidad de luchar y nos obligue a cambiar, deseamos un idilio sin sombras y sin peligros, un nido de amor y por lo tanto, en última instancia un retorno al huevo”, dijo en su recordada exposición.
Con motivo de cumplirse el 89 aniversario de su natalicio es propicio detenerse en el pensamiento de Estanislao Zuleta, escuchando esta reflexión que encierra un alto sentido de la travesía humana: