¿Qué es el «capitalismo gore»?

POR CECILIA BARRÍA /

Cuerpos torturados y desmembrados, cadáveres que cuelgan de un puente, sangre…

«Welcome to Hollywood».

El problema es que no hay entradas a la venta porque no hay ningún estreno cinematográfico y aunque el término «gore» viene de las películas, la doctora mexicana en filosofía Sayak Valencia Triana lo utiliza para referirse a las atrocidades cotidianas que se viven en ciudades fronterizas como Tijuana, Baja California.

Y utiliza el concepto de «capitalismo gore» para referirse a un sistema económico que, desde su perspectiva, ha convertido la violencia en un negocio rentable.

Siendo tijuanense, no es raro que una parte importante de sus investigaciones esté vinculada, de una u otra manera, a los fenómenos socioeconómicos y culturales que se desarrollan en territorios fronterizos.

Investigadora del Departamento de Estudios Culturales de la universidad mexicana El Colegio de la Frontera Norte, Valencia publicó en 2010 ‘Capitalismo gore’, un libro que por primera vez introdujo un concepto que ha ganado tracción en algunos círculos de pensadores de izquierda que rechazan el modelo neoliberal.

La filósofa mexicana Sayak Valencia, autora del libro ‘Capitalismo gore’.

«Los cuerpos despedazados aterrorizan a las poblaciones pero, al mismo tiempo, crean nichos de mercado», dice la investigadora. «El capitalismo gore hace de la violencia un negocio rentable».

Valencia, quien se presenta como una «teórica queer transfronteriza y performer transfeminista», desarrolla en la siguiente entrevista su visión sobre cómo opera la economía de la violencia y explica por qué cree que los cuerpos mutilados se han transformado en una mercancía.

¿De dónde viene el concepto de “capitalismo gore”?

Es un concepto que yo tomo del cine gore donde hay derramamiento de sangre, violencia, desmembramientos. Como, por ejemplo, la película Kill Bill de Quentin Tarantino.

Entonces lo inventó usted…

Es una categoría que inventé para hablar de la economía en la frontera del norte de México vinculada a la violencia y el narcotráfico.

Se refiere a cómo las masacres se transforman en una mercancía para el morbo. Cómo los cuerpos muertos crean una especie de necrovalor económico. Cómo los cuerpos despedazados aterrorizan a las poblaciones pero, al mismo tiempo, crean nichos de mercado.

El capitalismo gore hace de la violencia un negocio rentable. Es el capitalismo que espectaculariza las atrocidades cotidianas en las que vivimos.

¿Cómo el capitalismo espectaculariza las atrocidades?

Para el capitalismo es importante mostrar el cuerpo vulnerable, mostrar el cuerpo muerto.

Espectacularizar el derramamiento de sangre. No es solo infringir el daño, sino mostrar ese daño para crear una pedagogía del miedo.

¿Y qué tiene que ver el capitalismo con hacer de la violencia un espectáculo? Es decir, ¿quiénes son los responsables de esa pedagogía del miedo?

Los responsables son una serie de dispositivos y de instituciones. Los mercados financieros, por ejemplo, tienen gran implicación en el capitalismo gore a través del lavado de dinero. Al principio utilizaba el concepto para hablar de lo que pasaba en México respecto a la economía del narcotráfico.

Lugares como Ciudad Juárez, que se volvió una ciudad fantasma cuando mucha gente la abandonó por la violencia. Dejaron sus casas y esos terrenos fueron apropiados por personas que los vendieron.

Hay toda una economía del despojo a través del desplazamiento que puede causar el capitalismo gore. También hasta la economía de la venta de órganos y otras cosas truculentas.

¿Pero por qué asocia la violencia con el modelo económico capitalista? A lo que me refiero es que en la historia de la humanidad siempre han existido personas e instituciones que lucran con la muerte de otros. Es decir, la «economía de la muerte», entendida como el enriquecimiento a partir de la violencia, no es algo exclusivo del capitalismo. Es algo que ha estado presente desde tiempos medievales, o en la época de Hitler o Stalin, o actualmente bajo dictaduras corruptas «anticapitalistas» que lucran con la muerte de los opositores. O el tráfico de armas y el crimen organizado son negocios globales que florecen en cualquier sistema económico…

Es importante esta pregunta porque no solo estoy hablando del capitalismo como una forma de producción de mercancías. Vamos al medioevo, por ejemplo. La vejación en público era algo muy importante y el capitalismo de esa época entendió que era muy importante.

Cuando hablo de capitalismo, estoy hablando del capitalismo del que escribe Silvia Federici. El capitalismo que se construye entre los siglos XIV y XV. Justamente cuando pasamos del feudalismo al capitalismo.

Pasamos al capitalismo, pero no como un sistema, no a través de una vía directa, sino más bien como una forma de romper solidaridades y cercar a las comunidades en lucha que había en ese momento en la Europa medieval, que eran comunidades herejes.

Yo vinculo el capitalismo con el colonialismo, como una forma de gobernar a través de la necropolítica, a través de la masacre y de la espectacularización de la violencia.

El capitalismo funciona destruyendo. Básicamente esto tiene relación con la tesis de Schumpeter de la destrucción creativa. Aquello que necesita ser destruido para poder generar escasez, plusvalía.

Yo entiendo el capitalismo gore, y así lo digo en el libro, no como un sistema de producción de mercancías, sino como un sistema cultural. Por eso otros sistemas como el estalinista o el nazista también usaron la violencia.

En Latinoamérica hay países como Venezuela o Nicaragua, que no se definen como capitalistas y que han sido denunciados como gobiernos que ejercen la violencia. Siguiendo su tesis, ¿no sería eso socialismo gore?

Yo creo que tenemos que regresar a la idea de que, más allá de que las pequeñas utopías socialistas no se hayan cristalizado, ha existido una manera misógina y autoritaria de gobernar donde ha permanecido la violencia.

No es algo propio de esos sistemas políticos que se suponían más democráticos o más comunitarios. Es más bien una forma de gobierno que viene desde una perspectiva colonialista.

Por eso me interesa la idea del capitalismo como una forma de colonialismo contemporáneo que trae las herramientas de la violencia a este momento histórico. No hablo del capitalismo como una forma de producción económica.

¿Pero no hay socialismo ‘gore’?

Hay gore. Es un gore vinculado al colonialismo, como una forma de aleccionamiento a través de la masacre que ha sido utilizada por los gobiernos. Aquí una cosa central es el Estado.

El Estado, de cualquier tipo, tiene la capacidad de infligir daño sobre sus poblaciones. Tiene un brazo armado que es el Ejército. La cuestión aquí es el uso de la violencia contra sus propias poblaciones.

La violencia no solo se da en el capitalismo, sino también, en otros sistemas autoritarios.

Entonces existe autoritarismo gore

Lo que existe es una cosa que yo denomino necropatriarcado.

Desde su punto de vista es correcto hablar de capitalismo gore, pero no de socialismo gore

Me parece que lo que diría ahora, haciendo una revisión crítica de mi trabajo, es que es un colonialismo gore, un necropatriarcado.

¿Qué significa necropatriarcado?

Vivimos en sociedades machistas, en sociedades patriarcales que tienen la capacidad de dar muerte a sus poblaciones.

En su libro usted dice que en el capitalismo gore los cuerpos mutilados se transforman en una mercancía. ¿Quién vende esos cuerpos y quién los compra?

Los procesos de producción de las mercancías ya no son los mismos que en el pasado. Las formas de producción del capitalismo se han diversificado y por eso tendríamos que utilizar otras nomenclaturas, pero no vamos a profundizar en eso ahora.

La cuestión es que el cuerpo muerto se convierte en una mercancía porque activa ciertos circuitos. En el caso del narco, el cuerpo mutilado ya pasó por toda una cadena que termina convirtiéndolo en una mercancía.

El cuerpo muerto es una mercancía a nivel simbólico, es parte de un mercado del miedo. Por ejemplo, están los cuerpos de los migrantes. ¿Quién es responsable por esos cuerpos? A veces es el narco, a veces es el Estado.

También podríamos analizar, por ejemplo, el gasto público en seguridad. Hay distintas maneras en que los cuerpos muertos se convierten en una mercancía, generan un necrovalor y una pedagogía del miedo.

También están los cuerpos de las mujeres víctimas de feminicidios y tortura sexual encontradas en descampados.

Esas muertes son el último resultado de todo un proceso de despojo, de una cadena económica gore que ha usufructuado de sus cuerpos y que ha creado un mercado alrededor de ellos.

Descarga del libro

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Capitalismo gore

BBC News Mundo