Vida y lucha de George Padmore, un referente anticolonial del Sur Global

George Padmore (1903-1959).

POR JUAN FRANCISCO MARTÍNEZ PERIA /

George Padmore (1903-1959) fue una de las principales figuras del panafricanismo, el marxismo negro y el anticolonialismo del siglo XX. El pasado mes de junio se conmemoró el 121 aniversario de su nacimiento, fecha propicia para resaltar a un referente de la lucha anticolonial, defensor del panafricanismo, infortunadamente muy poco conocido en América Latina.

A pesar de presentarse como universal la teoría social hegemónica resulta sumamente estrecha y excluyente. Blanca, occidental y patriarcal, entiende a Occidente como si fuera la totalidad del mundo. Piensa a los problemas occidentales como los grandes temas globales y consagra a un puñado de varones blancos como los únicos integrantes del olimpo intelectual. Fenómenos estructurantes de la modernidad capitalista como el colonialismo, la esclavitud, el tráfico esclavista y el racismo apenas son tratados por la teoría social hegemónica y para peor se tiende a ocluir a aquellos pensadores y pensadoras del Sur Global que han abordado en profundidad aquellas problemáticas.

George Padmore ha sido una de las tantas víctimas del eurocentrismo, el colonialismo cultural y el racismo epistémico. Célebre en vida por su importantísima trayectoria política y su rica obra intelectual, resultó injustamente silenciado después de su muerte, siendo en la actualidad casi un absoluto desconocido. Nació el 28 de junio de 1903 en Trinidad y Tobago y tempranamente bajó la influencia de su padre y de figuras como W.E.B. Du Bois y Marcus Garvey asumió ideas panafricanistas.

En 1927 emigró a Estados Unidos, donde además de realizar estudios universitarios comenzó una activa militancia que lo llevó a afiliarse al Partido Comunista. Su ascenso en dicho movimiento fue rutilante y luego de viajar a la Unión Soviética se convirtió en 1931 en el secretario general de la International Trade Union Committee of Negro Workers y el editor de The Negro Worker, las principales herramientas de la III Internacional para promover el comunismo entre los africanos y los afrodescendientes del mundo. En aquel año además publicó su primer libro ‘Life and Struggles of Negro Toilers’ (‘Vida y lucha de los trabajadores negros’, Prometeo, 2022) en el cual lejos de la ortodoxia soviética esbozó una original y heterodoxa síntesis entre marxismo y panafricanismo y propuso de manera pionera un análisis del capitalismo subrayando su dimensión colonial, racista y esclavista.

Asimismo, estudió y celebró las luchas populares de los africanos y afrodescendientes en el Atlántico Negro como antes nadie lo había hecho En 1934, no obstante, el idilio con la URSS se rompió y Padmore abandonó la III Internacional acusándola de haber comenzado una política de acercamiento hacia los peores imperios occidentales, Inglaterra, Francia y Estados Unidos, bajo la excusa de la lucha antifascista. Así comenzó una nueva etapa en su vida que lo llevó a profundizar su panafricanismo marxista original e independiente de la izquierda occidental.

Residiendo ahora en Londres y vinculándose con compañeros africanos y afrodescendientes como C.L.R. James, Amy Ashood Garvey, Jomo Kenyatta, I.TA. Wallace Johnson, Ras Makonnen, etc., participó primero de la International African Friends of Etihiopia, y luego fundó la International African Service Bureau y finalmente la Pan African Federation. En esos años, trabajo como periodista publicando cientos de artículos para diarios de Europa, Estados Unidos, el Caribe, África y Asia y escribió obras medulares como How Britain Rules Africa (1936) y Africa and World Peace (1937). En estos libros analizó sistemáticamente el colonialismo europeo en África y propuso de forma pionera la teoría de que el fascismo no era una novedad plena, ni un fenómeno intra-europeo sino que hundía sus raíces en dicha experiencia colonial, racial y esclavista.

Rompiendo los esquemas de la izquierda occidental y del liberalismo, postuló que desde la perspectiva de las víctimas no existía una verdadera diferencia entre liberalismo y fascismo ya que ambos habían llevado las mismas políticas genocidas hacia los pueblos racializados del mundo.

Durante los años de la Segunda Guerra Mundial, continuó con su infatigable labor política, intelectual denunciando en una infinidad de artículos y panfletos tanto el horror fascista como la hipocresía de las potencias autoproclamadas democráticas. Se destacó como uno de los principales líderes anticoloniales y panafricanistas y en 1945 organizó dos All Colonial People Conference que por primera vez reunieron a agrupaciones asiáticas y panafricanistas en encuentros que prefiguraron la mítica Conferencia de Bandung de 1955. Como si todo eso fuera poco, en 1945 organizó junto con sus referidos compañeros y con W.E.B. Du Bois y Kwame Nkrumah el V Congreso Panafricano, del cual participaron organizaciones políticas, sindicales y campesinas negras de Europa, África, Estados Unidos y el Caribe.

Dicho conclave postuló un programa panafricanista, marxista heterodoxo, anticolonial y antirracista sumamente revolucionario e implicó un importantísimo catalizador en el devenir del proceso emancipatorio de África y el Caribe que se desarrolló después de la guerra.

Maestro de una generación de luchadores y cercano a figuras de enorme importancia como Ho Chi Minh (de quien fue delegado en Londres) y Nehru, Padmore se convirtió en dicho contexto en el mentor de Kwame Nkrumah quien en 1947 volvió a Costa de Oro e inició la batalla por la independencia. El trinitense lo guió a la distancia y además continuó su labor intelectual publicando en 1949 Africa Britain´s Third Empire en el que criticó duramente el colonialismo británico en la región, mostrando que los laboristas eran amos tan despiadados como los conservadores.

En 1951, luego de años de lucha popular, y de sufrir represión y la cárcel, Nkrumah logró ganar las elecciones en Costa de Oro, convirtiéndose en Primer Ministro de la colonia. Padmore no sólo lo aconsejó sino que además publicó The Gold Coast Revolution (1953) en el cual analizó dicho proceso y lo propuso como modelo para el resto de la región.

Tres años después, al calor del avance de la gesta anticolonial en África y el Caribe y de la Conferencia de Bandung, el trinitense publicó su obra magna Pan-Africanism or Communism? en la cual presentó una profunda crítica al liberalismo y al eurocentrismo de la izquierda occidental y postuló el panafricanismo como una tradición intelectual y política independiente. Allí volvió a insistir en la necesidad de asumir el marxismo de forma original y creativa para pensar la realidad africana y del sur. Postuló entonces el panafricanismo como un proyecto anticolonial, antirracista, socialista, democrático que tenía por objetivo la independencia y la integración del continente a través de la conformación de los Estados Unidos de África. Además, al igual que Perón, Nasser y Tito promovió una política no alineada y la solidaridad entre todos los pueblos del Sur.

Finalmente en 1957, Nkrumah declaró la independencia de Ghana y Padmore no sólo fue crucial en dicho proceso sino que además se sumó al Gobierno como asesor de Asuntos Africanos. Desde ese cargo estratégico impulsó la emancipación y unidad regional siendo el principal organizador de la I Conferencia de Países Independientes de África y de la Conferencia de todos los Pueblos de África realizadas en 1958. Ambos encuentros, fueron claves pero sobre todo el segundo resultó importantísimo por contar con la presencia de organizaciones nacionalistas y populares de toda la región y con la participación de figuras de la talla de Lumbumba, Fanon y Nyerere, entre muchos otros.

Además fue un artífice central de la Unión entre Ghana y Guinea firmada en 1958 y un gran teórico del socialismo africano, postulando en su libro inédito, A Pan-African Guide to Socialism la necesidad de una vía socialista alternativa para la región que debía basarse en las lógicas socialistas pre-coloniales de los pueblos campesinos africanos. Ideas que tienen mucha similitud con los planteos de José Carlos Mariátegui para el Perú y de Julius Nyerere para Tanzania.

Sólo la muerte, ocurrida el 23 de septiembre de 1959 logró coartar su ímpetu revolucionario. En su honor se organizó un gran funeral de Estado en Acra y allí fue reconocido como “Padre de la Emancipación Africana”. Nkrumah, su principal discípulo al despedirlo sentenció: “Un día toda África será libre y unida y cuando se cuente la historia la importancia de la labor de George Padmore será comprendida cabalmente”.

El trinitense, siempre infatigable falleció en el medio del fragor de la batalla. Dejo tras de sí una voluminosa y profunda obra, rica en análisis críticos de la centralidad del colonialismo, el racismo y la esclavitud en el capitalismo moderno.

Lamentablemente, poco después de morir, su memoria quedó presa de la lápida del eurocentrismo y el racismo epistémico. Hoy en un mundo, ciertamente distinto pero aun profundamente marcado por la herencia colonial y las lógicas neo-coloniales resulta central recuperar su figura y su pensamiento crítico para alumbrar nuevos futuros de liberación para nuestros pueblos del Sur Global.

Página/12, Buenos Aires.