LA JORNADA /
La Corte del distrito Este de Nueva York condenó el pasado miércoles 16 de octubre a Genaro García Luna a más de 38 años de prisión por narcotráfico y delincuencia organizada al considerar demostrado que quien fue titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) durante el gobierno espurio del impresentable ultraconservador Felipe Calderón Hinojo, quien mediante el fraude electoral llegó a la Presidencia de México en 2006, recibió sobornos millonarios y colaboró con el cártel de Sinaloa a lo largo de dos décadas. “Usted tiene la misma matonería que El Chapo, sólo que la manifiesta de forma diferente”, aseguró el juez Brian Cogan, quien también juzgó y condenó al narcotraficante Joaquín Guzmán Loera; mientras la fiscal en jefe del juzgado, Saritha Komatireddy, afirmó: “él ayudó al cártel, él protegió al cártel, él era el cártel; dicha organización criminal no existiría sin ayuda de funcionarios como él”, y lo increpó directamente diciendo: “Usted tiene muerte en sus manos”. García Luna no expresó ningún tipo de arrepentimiento por ser el segundo máximo responsable de la violencia generada por su alineamiento con un bando delictivo, la cual sigue siendo una dolorosa lacra en el México de hoy.
La sentencia al otrora superpolicía mexicano da una confirmación jurídica a lo que la ciudadanía mexicana ha sabido desde hace casi dos décadas: durante el sexenio en que Felipe Calderón del ultraderechista Partido de Acción Nacional (PAN) usurpó la Presidencia de la República (2006-2012) se conformó un ‘narcogobierno’. Con esta certeza, es inevitable preguntar cuántos nombres de esa administración espuria estuvieron involucrados en todo tipo de actividades ilícitas, pues sería ingenuo pensar que la complicidad quedó confinada a los altos cargos de la SSP en el periodo 2007-2012 y que no hubo ramificaciones en otros ámbitos del gobierno, así como antes y después del calderonato.
En este sentido, debe recordarse que García Luna perteneció al extinto Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) desde 1989; se incorporó a la Policía Federal Preventiva (PFP, también desaparecida) en 1999, mismo año de su creación, y dirigió la Agencia Federal de Investigación (AFI, extinta) durante cinco de seis años de otro gobierno del PAN presidido por el también cuestionado Vicente Fox Quesada (2000-2006). Terminado su ciclo en la administración pública, fungió de asesor y contratista millonario para varias instancias en el gobierno del PRI presidido por Enrique Peña Nieto (2012-2018).
Por otra parte, a estas alturas resulta grotesco el empecinamiento de Felipe Calderón Hinojosa en negar su conocimiento de las andanzas de su mano derecha. Cuando se encontraba en campaña en 2006, la periodista Lydia Cacho le dijo de manera personal que García Luna protegía a los cárteles dedicados a la trata y explotación sexual; en mayo de 2007 el general Tomás Ángeles Dauahare le comunicó el involucramiento de su secretario en narcotráfico y otras cosas; en febrero de 2008 el comandante de la Policía Federal Javier Herrera Valles le envió dos cartas avisando de la colusión con la delincuencia organizada. Otros periodistas, como Olga Wornat y Jesús Lemus, señalaron públicamente los anteriores y otros hechos. El expresidente nacional del PAN Manuel Espino aseguró tiempo después que transmitió a Calderón la queja de políticos latinoamericanos respecto a la filtración a los criminales de documentos confidenciales enviados a García Luna. Ángeles Dauahare y Herrera Valles fueron detenidos y encarcelados sin pruebas por atreverse a denunciar lo que sabían; Wornat sufrió censura e imposibilidad de trabajar en el país y Cacho tuvo que ver cómo todo el sexenio se protegió a quienes la secuestraron.
Por último, es ineludible cuestionar si la dura sentencia dictada contra el exfuncionario representa un acto de justicia o un ajuste de cuentas entre viejos conocidos del crimen organizado. No puede ni debe olvidarse que, cuando se encontraba en la cumbre del poder, García Luna fue condecorado y respaldado por Estados Unidos, e incluso se benefició de las maniobras injerencistas de Washington para llevar a Calderón a la Presidencia de la República. Si a ello se añaden los múltiples casos probados de complicidad criminal de miembros de las principales agencias estadunidenses supuestamente encargadas de frenar el narcotráfico (CIA, DEA y la de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, ATF), es obligado preguntarse si no hay estrechos vínculos de complicidad entre el ahora sentenciado y el gobierno que antes lo impulsó y ensalzó y que ahora lo condena.
Presidenta Sheinbaum reprocha que Calderón busque deslindarse de García Luna
Por su parte, La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo resaltó la sentencia histórica, más de 38 años y el pago de una multa de dos millones de dólares, que se le dictó a Genaro García Luna, y arremetió contra el expresidente ultraconservador Felipe Calderón por buscar deslindarse de haber puesto “a un narco”, al frente de la guerra contra el narcotráfico que emprendió en su sexenio.
“No es menor lo que ocurrió ayer. Nos debe llevar a un análisis profundo de lo que fue ese periodo, la degradación a la cual se llegó”, sostuvo en su conferencia mañanera de este jueves 17 de octubre.
La mandataria añadió: “No puede volver a suceder en México. Seis años de reivindicación de una política que se sigue reivindicando hasta la fecha; y que llevaron a un crecimiento exponencial de los secuestros; que se aceptaba que hubiera víctimas colaterales. Hoy se sabe quién estaba al mando de esa responsabilidad, lo dice el juez que dicta la sentencia, no hay diferencia entre este personaje y El Chapo, un personaje reconocido por ser narcotraficante”.
Afirmó también que “no puede haber hipocresía, porque ahora se deslindan unos cuantos del asunto. Por cierto, el presidente del PAN (Marko Cortés), ahora plantea que se reconozca el delito de crimen organizado como terrorismo, que justamente lo que busca es intervención extranjera”.
“Tiene el cinismo, la hipocresía de decir que lo volvería a hacer”, acusó Sheinbaum sobre las declaraciones de Calderón, a quien señaló de llegar a la Presidencia mediante un fraude electoral.
Indicó que todos los mexicanos tienen la obligación de revisar qué ocurrió en ese sexenio; por qué se declaró esa guerra y cuáles fueron los resultados. “Poner a cargo de la Secretaría de Seguridad a un personaje que ya tenía antecedentes y que fue sentenciado en Estados Unidos por tener nexos por el narcotráfico. ¿Sabía o no Felipe Calderón? Él dice que no, los invito a reflexionar”.
Resaltó que García Luna recibió muchos premios otorgados por agencias de Estados Unidos y retomó el cuestionamiento hecho por el expresidente Andrés Manuel López Obrador de ¿dónde está el dinero? del exsecretario de Seguridad Pública.
La Jornada, México.