POR ALEJANDRO QUINTERO GALEANO
La esperanza más íntima nace de la desesperación más profunda.
Cuanto más profunda sea la desesperación, más fuerte será la esperanza.
… La esperanza nos hace creer en el futuro. El miedo, en cambio,
nos hace perder toda nuestra fe y resta crédito a la realidad. Por eso, impide el futuro.
… La esperanza es el fenómeno de la revolución, el catalizador de lo nuevo: íncipit vita nova, comienza una nueva vida.
En cambio, no existe la revolución del miedo. Quién tiene miedo se somete al poder.
Solo en la esperanza de un mundo distinto y mejor despierta un potencial revolucionario.
Que hoy no sea posible la revolución se debe a que no podamos albergar esperanzas:
Cuando no tenemos otra cosa a la que aferrarnos que el miedo, la vida se reduce a la supervivencia.
– Byung-Chul Han, ‘El espíritu de la esperanza’.
La humanidad entera se encuentra hoy en una crisis existencial, fenómenos como el calentamiento global con sus diarias consecuencias, las sequías (resaltando la del pulmón del mundo: el Amazonas), las inundaciones, los tornados, las Danas, el derretimiento de los casquetes polares y del permafrost, el debilitamiento de la corriente circular del Atlántico AMOC, la extinción de especies de fauna y flora, etc., la crisis política con el giro a la ultraderecha, el neo-fascismo, la xenofobia, el racismo, supremacismo, la discriminación, la irracionalidad, el neo-colonialismo, las sanciones a países con bloqueos que estrangulan su población (Cuba, Venezuela), etc., la crisis económica con el aumento de la inequidad mundial, la concentración de la riqueza, el aumento de la pobreza mundial y del hambre en poblaciones enteras, el poder de las corporaciones financieras, la utilización del dólar y el sistema financiero SWIFT como mecanismo de penalización internacional, la utilización de la guerra como herramienta para la reactivación económica, la utilización de los medios de comunicación e información, resaltando los virtuales, como mecanismos de dominación político-económica a través de las mentiras y los fake news, etc., la crisis institucional sobresaliendo la de los tribunales de justicia internacional, Tribunal Internacional de Justicia de la ONU, Corte Penal Internacional CPI, Amnistía Internacional, Cruz Roja, -cuando somos testigos del mayor genocidio de nuestra historia en vivo y en directo realizado por el gobierno sionista de Israel contra el pueblo palestino- y sus resoluciones son incumplidas por los países que dominan la ONU -USA, Unión Europea, Israel; la crisis ética con la tras-tocación de valores, el individualismo a ultranza, la competencia, el consumismo, la insolidaridad, la naturalización de la injusticia y la violencia, etc., todas estas crisis transversalizadas por un factor común: el capitalismo mundial.
Hoy el proceso de modernización occidental basado en el sistema capitalista está colapsando la humanidad, se ha corrido el telón de fondo con sus consecuencias durante más de 250 años –de aplicación de sus modelos: comercial, industrial, financiero- y descubierto que detrás de la consigna inicial de “libertad, igualdad y fraternidad” de 1789, prevalecería el dominio económico de unos pocos –dueños del capital- sobre muchos otros – trabajadores, solo dueños de su fuerza laboral-, sistema que a beneficio de unos pocos explotaría y agotaría las dos fuentes de su riqueza: la naturaleza y el ser humano.
Hoy el poder surgido de esa acumulación de capital con su respaldo militar OTAN es el que permite a corporaciones económicas y financieras, y al imperio, pasar por encima de las resoluciones internacionales de los estamentos de justicia, dominar países enteros, realizar genocidios, invasiones, desposesiones, bloqueos económicos, comerciales y financieros a los países que no se sometan a sus designios –sometiendo a poblaciones enteras a sufrimientos extremos como el caso cubano-, acabar con el resquicio de social-democracia y retornar a las formas ultra-conservadoras neo-fascistas de dominación social; es a su vez, la causa de la aceleración de la destrucción de la naturaleza, del deterioro ambiental y la crisis climática actual.
El progreso ilustrado y el razonamiento kantiano han quedado en meras construcciones teóricas idealistas alejadas de la realidad, el modernismo ha resultado –de esta forma- en un fiasco para el grueso de la humanidad, los resultados de los avances científicos, la ciencia y la tecnología, solo han servido para beneficiar a pocos y enriquecer algunos bolsillos. La fase del capitalismo actual, el neoliberalismo, no solo ha cambiado la estructura de la acumulación con la desindustrialización y la financiarización global, sino que ha impuesto su ideología carcomiendo las relaciones sociales al transformarlas con el individualismo extremo, la competencia, el consumismo y la auto-explotación. Cada vez se hace más evidente como las clases gobernantes basan su sostenibilidad en el poder en la mentira, el miedo, la irracionalidad y la violencia.
La crisis social creada por las políticas de ajuste neoliberal, de origen en la clase dominante, en conjunto con la escasa ejecución de políticas realmente transformadoras de los gobiernos progresistas (en muchos de los casos por la oposición de la derecha radical, lawfare entre otros), con la manipulación ideológica de las masas a través de los medios corporativos y el hackeo mental virtual, son los causantes de que las masas desesperadas voten por esa misma derecha –causante de sus problemas- y le permitan regresar al poder, ahora de forma más populista, autoritaria y radical, para continuar ahondando el problema social; el mejor ejemplo de esta situación lo tenemos en nuestra América Latina con Milei en Argentina.
Desde el 2001 se utilizó el término BRIC por Jim O´Neill, economista británico, para referirse a las cuatro economías emergentes –Brasil, Rusia, India y China-; pero fue en 2008 en Nueva York, cuando sus Ministros de Relaciones Exteriores acordaron la creación del grupo de cooperación multilateral. En diciembre de 2010 se incorporó Sudáfrica, formando así los BRICS. Este bloque de países se une para hacer frente a un orden mundial dominado por Estados Unidos y sus aliados occidentales G-7, sus pilares están basados en la cooperación: política y seguridad, económica y financiera, cultural y personal, crean un banco propio: El Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) con sede en Shanghái con esos fines; desde 2021, se convirtieron en bloque geo-político de pleno derecho en la comunidad internacional y han avanzado en sus alianzas, ahora con mayor fuerza posterior al bloqueo impuesto por los países occidentales del G-7 a Rusia desde el 2022 al ocupar Ucrania. El 1 de enero de 2024 se integraron como miembros Emiratos Árabes Unidos, Etiopia, Egipto e Irán; y recientemente, en su XVI Cumbre en la ciudad de Kazán Rusia–octubre 2024-, se integraron como socios Bolivia, Cuba, Argelia, Bielorrusia, Indonesia, Kazajistán, Malasia, Nigeria, Tailandia, Turquía, Uganda, Uzbekistán y Vietnam. Se estima que este grupo representa aproximadamente el 46% de la población y el 37% del PIB mundial, con proyecciones al alza, al tener más de 30 solicitudes de países para ingresar al grupo.
Este bloque de los BRICS+ confronta el poder del G-7 con intenciones de pasar de un orden unipolar a otro multipolar, congregando los países del sur global, de economías emergentes, que intentan desde lo económico des-dolarizar las transacciones económicas y financieras mundiales, para terminar con el poder sancionatorio del SWIFT; desde lo comercial, incentivar nuevos tratados –no coercitivos- más equitativos y establecer nuevas rutas entre estos países, desde lo técnico- científico y militar una estrategia de cooperación y protección entre sus miembros; desde lo institucional, la reforma a la ONU, a su consejo de seguridad con el fin de democratizarlo. Dándole así salida a los bloqueos económicos, financieros y comerciales, a las sanciones ilegales, las ocupaciones, los saqueos, las guerras y genocidios impuestas, patrocinadas y ejecutadas por el imperialismo estadunidense.
Esta confrontación de poder entre los dos bloques plantea dos modelos de relación internacional diferentes: uno mono polar, el que hemos tenido –durante más de 100 años, posterior a la Primera Guerra Mundial- con el imperialismo estadounidense y sus socios agrupados en el G-7, con su poder militar La OTAN, que ha intentado establecer una identidad civizacional liberal mundial, impuesta –ideológica, política y militarmente- sometiendo a los países, con el fin de establecer su propia seguridad a través de la unanimidad, de la hegemonía política, económica y militar, asegurando su dominio mundial; frente al multipolar, dado por el bloque conformado por los países de economías emergentes, desde el sur global, el de los BRICS+, cuyo fundamento es la cooperación internacional y el respeto a las soberanías nacionales, la diversidad cultural y política; haciendo el fundamento de su seguridad, la denominada soberanía multipolar, la democracia soberana, sin la presencia de imperialismos.
Bloque en construcción
La realidad política, económica, social, cultural y ambiental actual nos conduce a tener la esperanza de que, con un orden multipolar, sin imperialismos, derrotando la falacia de “los derechos humanos y democracia liberal” con sus instituciones estatales nacionales e internacionales hechas a favor de los poderosos, pasando a un nuevo orden global, basado en un nuevo sistema económico pos-capitalista mundial, de cooperación internacional, soberanía multipolar y democracia soberana, se podrá solucionar los problemas angustiantes de la actualidad.
Pero los cambios macro no se dan sin los cambios micro. Es ahí donde tod@s tenemos la responsabilidad de tomar conciencia y apropiarnos de nuestro papel en esta historia. Es con el avance de los individuos conscientes que forman los movimientos sociales y populares, con su acción colectiva, como podemos aportar desde cada rincón del planeta a la construcción de un mundo, un clima, una economía, unas políticas e instituciones, que nos permitan con base en la justicia, la solidaridad y la cooperación, una convivencia mejor entre tod@s incluyendo a la naturaleza.
