
POR LUIS EDUARDO MARTÍNEZ ARROYO
El multimillonario asalariado presidente de la Andi, Bruce Mac Master, ha persistido en su rol vanguardista de “salvador de la salud en Colombia”. Desde que el Gobierno Petro anunció su intención de reformar este vital servicio para beneficio de millones de connacionales afloró en su personalidad una característica de luchador sindical contra la propuesta oficialista, que ya hubieran querido tener Tulio Cuevas o José Raquel Mercado hace cincuenta y más años.
Ha encontrado con su maravillosa lámpara de Aladino que hay escasez de medicamentos, colas en las EPS, aplazamientos de cirugías, situación que, según el magnate dirigente gremial, ha sido creada por el perverso Gobierno Petro, en razón a que quiere manejar los recursos de la salud.

Una de las virtudes de las vanguardias empresariales, políticas, mediáticas y judiciales colombianas, es el sentido de la oportunidad que tienen sus arranques mesiánicos.
Las carencias enumeradas nacieron con el sistema existente, de lo cual hace eso ya más de treinta años, sin que los Tola y Maruja que preside Mac Master y sus aliados, hubieran dicho “esta jeta es mía”. Sin que se hubieran manifestado en torno a la liquidación del alto número de EPS durante los gobiernos que desde los noventa han sido, justamente por su ineficacia e ineptitud y despilfarro de los recursos recibidos del Estado, hechos estos últimos ante los cuales el Espartaco criollo pasa de agache, lo mismo que sus conmilitones. Que el Gobierno siga entregando a troche moche los billonarios recursos para que los amigos de lo ajeno en el sector sigan festinándolos, pretende Mac Master.
Este festín del dinero de la salud no es un caballito de batalla gubernamental ideado para desprestigiar a la oposición. Es el resultado de las investigaciones adelantadas por la Contraloría General, la Supersalud y el Ministerio del ramo, datos ante los cuales las empresas del sistema sanitario nunca han respondido, lo mismo que sus defensores fletados en el Congreso.
No le luce el estilo salvífico con que posa el Presidente de la Andi y con el que quiere arropar a la ciudadanía colombiana, su organización empresarial siempre ha tirado para su catabre, sino que lo digan los que han historiado nuestra vida económica desde que esa organización nació. Ha conspirado contra gobiernos liberales o conservadores si observó que tales o cuales medidas no la favorecieron a ella, sino a otro sector económico, los comerciantes, por ejemplo. Ha vivido de las preferencias arancelarias para su sector, pero los demás que se jodan.

Ha salido a gimotear ante la eventualidad de que Colombia acentúe sus lazos económicos con China, porque el Tío Sam podría molestarse y afectar los intereses colombianos, es decir los del codicioso gremio empresarial de Mac Master.