“La historia de las masas es siempre una historia que se hace contra el Estado”. – René Zavaleta Mercado.
Es evidente que, tras el Paro nacional de abril, se abrió un nuevo momento en la vida política nacional. A diferencia de anteriores episodios movilizatorios, el de abril no pretendió negociar con el establecimiento ni reformar el sistema político tradicional. La movilización popular del 2021 no solo frenó la nefasta reforma tributaria del uribismo, también intentó transformar, al calor de la lucha de clases, el régimen político y construir, así, un nuevo régimen de Estado. Ni la más cruda violencia estatal pudo detener el intento de autoorganización y autoemancipación popular de las masas movilizadas. De algún modo, las asambleas populares -con sus alcances y límites- fueron la expresión de este anhelo.
Creemos, como equipo de apoyo a la candidatura de Francia Márquez, que el proyecto político de Soy Porque Somos obedece a este criterio de lucha y movilización social, a la voluntad colectiva, a los intereses de las clases trabajadoras, de las mujeres, de las disidencias sexuales, de los pueblos oprimidos y, en general, del campo nacional-popular. Por esta razón, salimos a las calles a fortalecer la ruta de recolección de firmas y seguiremos en ellas a lo largo de esta campaña. No obstante, compañera Francia y compañero/as delegado/as, nuestro compromiso militante ha sido siempre un compromiso crítico: acompañamos el proceso tanto de Soy Porque Somos como del Pacto Histórico manteniendo nuestra independencia de clase y la autonomía política de cada uno de los procesos que integran el Comité Local.
A continuación, se hará mención de los 4 acuerdos del Comité Local del Tolima en torno a la Asamblea Nacional de Soy Porque Somos.
Primero, reconocemos los problemas de democracia al interior del Pacto Histórico. Vemos con preocupación el carácter antidemocrático con el que se están tomando decisiones en el seno de la coalición, particularmente en la conformación de listas al Senado y en las alianzas, de cara a las presidenciales, con sectores subnacionales tradicionalmente autoritarios y abiertamente neoliberales. Con esto, el Pacto Histórico no solo se salta el principio de democracia organizativa, también renuncia al proyecto de transición del régimen político-económico que hondeó el movimiento social durante las protestas sociales del mes de abril. Por la misma naturaleza electoral de la coalición, se han privilegiado los acuerdos clientelares desde arriba, dejando de lado la posibilidad de pactar y ser gobierno de la mano de liderazgos sociales realmente alternativos. Esta situación, cabe resaltar, no es exclusiva del ámbito nacional, pues, en lo regional también se vive el desplazamiento de líderes/as y luchadore/as sociales en la conformación de listas a Cámaras de representantes. Esperamos, en ese sentido, que esta asamblea pueda no solo tomar una decisión alrededor de la continuidad dentro del Pacto Histórico, sino que también haga pública una caracterización de la coalición y reconozca los desaciertos políticos para con el movimiento social.
Segundo, como asamblea se debe reconocer los problemas organizativos internos de Soy Porque Somos. Durante el proceso de recolección de firmas fue clara la desconexión entre los núcleos centrales y los núcleos regionales. No existieron, por ejemplo, encuentros que permitieran a las regiones comprender el estado de la campaña o cómo avanzaba la ruta de recolección de firmas. Consideramos que la estructura organizativa incidió en ello, pues, el mecanismo de coordinación, por lo menos para el caso del Tolima, falló. Esto supone, desde luego, una tarea para el movimiento de cara a la consulta interna del mes de marzo. Debemos pensar menos en el cargo o la función en el movimiento –aspecto que raya con una visión gerencial de la política- y concentrarnos en el compromiso militante en las calles, en los procesos de socialización política y en los encuentros ciudadanos.
Tercero, el comité local está de acuerdo en la continuidad de Francia Márquez dentro de la coalición del Pacto Histórico y sigue firme en su apoyo a la consulta interna del mes de marzo. Sin embargo, esta continuidad debe estar sujeta a ciertas condiciones: por un lado, se debe aclarar desde el Pacto Histórico cuáles son los acuerdos a los que se han llegado con sectores como los de Luis Pérez y Alfredo Saade, de igual forma, se deben aclarar cuáles son las implicaciones programáticas de dichas alianzas. De ninguna manera estas pueden poner en riesgo los derechos conquistados por minorías históricamente oprimidas. El pacto con el diferente no tiene porqué implicar retrocesos en materia de libertades individuales. Por otra parte, es fundamental la rearticulación con procesos y sectores que salieron de la coalición producto del carácter antidemocrático en las decisiones a la hora de conformar la lista de candidatos al Senado.
Cuarto, la permanencia de Francia Márquez y de Soy Porque Somos dentro del Pacto Histórico debe ser el reflejo una específica estrategia: articular la transformación en los aparatos e instituciones del Estado con el proceso de autoorganización popular y la lucha social extra-estatal. Independientemente de los resultados de la consulta interna, debemos promover una agenda de transición ecológica que ponga límites a la expansión del capitalismo transnacional; debemos ser críticos, también, del desarrollismo progresista y del pacto capital-trabajo que solo busca reconciliar a los trabajadore/as con sectores de la burguesía, mientras mantiene incólume los factores de superexplotación y tercerización laboral; por otra parte, se deben reafirmar el compromiso con los derechos conquistados por el movimiento de mujeres, disidencias sexuales, pueblos indígenas y comunidades afro. Estas conquistas son irreversibles y un pacto progresista debe, antes que ponerlas en riesgo, ampliarlas y profundizarlas. En fin, esta asamblea debe pensar el futuro de las transformaciones sociales e incidir en la agenda de un eventual gobierno progresista.
Cada crisis del capitalismo, compañeros y compañeras, viene acompañada de una oportunidad de crecimiento de los proyectos populares y de su horizonte intelectual. Hoy es innegable el carácter estructural de la crisis política e institucional que afronta la burguesía y las clases dominantes. Por lo anterior, creemos que el país atraviesa por un momento estratégico para adelantar transformaciones sociales, económicas y políticas favorables al campo popular y a los sectores subalternos. Se abre la oportunidad del asalto popular y plebeyo al Estado. Sin embargo, nuestra apuesta no se agota en las instituciones estatales, es necesario, también, fortalecer los movimientos sociales, reconocer su autonomía política y margen de incidencia. Es tarea nuestra conformar una alternativa de gobierno, un bloque de poder popular que esté a la altura de los desafíos que abrió el Paro Nacional. Lo que implica, desde luego, un programa de gobierno afianzado en la lucha y democratización social y en las resistencias culturales de las comunidades y territorios. Hoy es posible reescribir la historia política de nuestros pueblos, depende, fundamentalmente, de nuestro compromiso militante de izquierdas.
¡El campo Nacional-Popular avanza! ¡Francia Márquez presidenta!
Revolucionariamente,
Comité de Impulso de la candidatura de Francia Márquez en el Tolima.
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