POR JOSÉ ARNULFO BAYONA*
Estamos en la recta final de la contienda para elegir senadores y representantes al Congreso de la República y escoger candidato o candidata a la presidencia de las consultas puestas a consideración de la ciudadanía por las coaliciones, Equipo Colombia de la extrema derecha uribista, el llamado Centro Esperanza y el Pacto Histórico.
Esta última coalición fue conformada a principios de 2021 por movimientos y partidos de izquierda y centro izquierda como, Colombia Humana, Polo Democrático Alternativo, Unión Patriótica, sectores del partido Verde en crisis, el movimiento Soy Porque Somos, Movimiento Alternativo Indígena y Social MAIS, Autoridades Indígenas de Colombia AICO, el partido Comunes, el movimiento de mujeres Estamos Listas, Congreso de los Pueblos, amplios sectores del movimiento sindical, el Movimiento Social y Político Levántate de derecha y de orientación cristiana y, por disidentes de los partidos de la coalición de gobierno del presidente Uribe-Duque, Liberal y de La U, que han sido partícipes de la corrupción del actual gobierno y del poder durante décadas.
Las precandidatas y precandidatos del Pacto Histórico finalmente inscritos que aparecerán en el tarjetón de la consulta el próximo 13 de marzo son: Gustavo Petro Urrego exalcalde de Bogotá, que además fue candidato presidencial en 2018 por La Colombia Humana, Francia Márquez Mina, lideresa de las comunidades afrocolombianas, de las luchas ambiental y contra la gran minería y la minería ilegal, por el Movimiento Soy Porque Somos, el movimiento feminista Estamos Listas y avalada por el Polo Democrático Alternativo, Arelis Uriana lideresa de la comunidad indígena Wayuu, por el movimiento MAIS, Camilo Romero, exgobernador del departamento de Nariño por sectores del Partido Verde, Luis Fernando Velasco disidente del Partido Liberal y el pastor Alfredo Saade Vergel, por el movimiento cristiano Levántate.
Cabe destacar como hito histórico sin precedentes, que por primera vez dos mujeres lideresas de los y las de abajo, de las minorías étnicas y sociales, las comunidades negras e indígenas, irrumpieron en la vida política nacional, como precandidatas a la Presidencia de la República, para participar en la consulta del Pacto Histórico. Se trata de Francia Márquez Mina y Arelis Uriana, dos candidaturas femeninas y plebeyas.
Como lo indica el título de esta columna, nuestra intención es exponer a continuación las poderosas razones que deben motivar a la ciudadanía que respalda la propuesta de un Pacto Histórico para avanzar hacia un cambio de raíz y de rumbo de la política de muerte que ha hegemonizado al país durante siglos y ha gobernado en favor de las exiguas minorías que han acumulado grandes fortunas que no son fruto de su trabajo sino de la explotación del trabajo de los de abajo, la conculcación de sus derechos fundamentales para vivir en dignidad, la expoliación del patrimonio público y de las riquezas minerales y energéticas, la corrupción, el saqueo del erario, el narcotráfico y el maldito negocio de la guerra, a votar en la consulta del 13 de marzo por Francia Márquez Mina:
La primera razón, es que compiten dos visiones de Pacto Histórico claramente diferenciadas en el desarrollo de las campañas de Gustavo Petro y de la candidata Francia Márquez principalmente. Mientras la propuesta de Petro ha ido mutando según las necesidades de fortalecimiento de su aspiración presidencial, de la idea de un cambio histórico a un acuerdo “para gobernar”, ha optado por negociaciones con sectores de los partidos de la derecha que han participado de los gobiernos autoritarios y corruptos de Álvaro Uribe, como en los casos de Roy Barreras, Armando Benedetti, Julián Bedoya, para nombrar solo algunos, acercamientos con el cuestionado exgobernador de Antioquia y exalcalde de Medellín Luis Pérez, mentor además del actual alcalde de Medellín Daniel Quintero Calle. Acuerdos y alianzas que se reflejaron en la composición de la lista única, cerrada y cremallera al Senado, que si bien garantiza paridad entre hombres y mujeres e incluyen algunos líderes y lideresas sociales, desvirtúa el propósito de cambio que le dio vida al Pacto Histórico.
En el mismo sentido se produjo el acuerdo con el pastor cristiano Alfredo Saade Vergel, basado en la consigna de “aborto cero” ampliamente rechazado por el movimiento feminista nacional e internacional. Mas grave aún ha sido el pronunciamiento del Senador Gustavo Bolívar, en el que hace llamamiento al expresidente neoliberal, Cesar Gaviria Trujillo, que ha formado parte de los 25 años de gobierno de Álvaro Uribe, a formar parte del Pacto Histórico para supuestamente asegurar el triunfo en la primera vuelta. La justificación que ha dado el candidato presidencial es que “los acuerdos se hacen con los diferentes” no con los mismos. Entonces uno se pregunta: ¿acaso el pacto no era para derrotar la mafia gobernante, la corrupción, la guerra y el modelo neoliberal imperante? O, ¿un acuerdo para gobernar no tiene límites éticos y políticos? ¿Acaso Cesar Gaviria y los desprendidos de los partidos liberal, U y Cambio Radical no han formado parte del bloque de las clases dominantes en el poder autoritario, mafioso y corrupto? O quizá Petro no quiere derrotar el establecimiento sin resolver y administrar su crisis.
En contrapartida, aunque ella no lo hizo explícito, Francia Márquez ha expuesto de manera clara, en casi todas sus intervenciones públicas, que el pacto que ella concibe es para cambiar de raíz la política de muerte, que debe estar integrado con los pueblos azotados por la miseria, la pobreza, el desempleo y la marginalidad, los millones de desplazados por la violencia estatal, paramilitar, del narcotráfico y las guerrillas, las comunidades afrodescendientes por siglos racializadas y excluidas, las comunidades indígenas víctimas del exterminio sistemático, los/as líderes y lideresas sociales y ambientalista, defensores/as de los derechos humanos, del agua y de la tierra, perseguidos y asesinados por los industriales de la muerte y sus gobiernos, las mujeres y sus movimientos feministas que luchan por la igualdad de derechos, contra el feminicidio y la erradicación del patriarcalismo, las comunidades de la diversidad sexual sometidas a la estigmatización y el exterminio, los/as campesinos/as y las juventudes urbanas y rurales, víctimas de la brutalidad policial. Por ello manifestó y propuso que las listas al Senado y la Cámara de Representantes estuvieran conformadas, además de los parlamentarios de los senadores y representantes actuales de los sectores políticos que hacen parte del Pacto, por líderes y lideresas que interpreten y representen los intereses de los sectores sociales que acudieron al llamado de la conformación del Pacto Histórico. El pacto que Francia propone, es la conformación de un pacto con las clases trabajadoras, campesinas, populares y sociales, que configuren un bloque de las clases oprimidas y explotadas como alternativa de poder, para derrotar y sacar del poder al bloque de clases oligárquicas, explotadoras, opresoras y corruptas, que atraviesa por una grave crisis política e instaurar un gobierno para construir la paz, la democracia y la justicia social.
La segunda razón se refiere al método de elaboración de la plataforma electoral y de las propuestas programáticas, Gustavo Petro un plebeyo ilustrado, a la usanza del caudillo iluminado, ha estructurado su propuesta de programa de reformas democráticas, anti neoliberales, para ponerle rostro humano al capitalismo imperante, entre las que se destacan la sustitución de energías fósiles por energías limpias, el cumplimiento de los acuerdos de paz con las Farc, la eliminación de los fondos privados de pensiones y su remplazo por un sistema de pensiones basado en el sistema de pilares propuesto por la ONU, la derogatoria del sistema de salud privatizado y la adopción de un sistema da salud público, gratuito y de calidad y educación gratuita desde el prescolar hasta la universidad, prestada en instituciones del Estado, la industrialización del campo, a partir de poner a producir las tierras fértiles mediante reformas orientadas a obligar a los propietarios terratenientes a generar empleo para la producción agrícola a gran escala, de tal manera que satisfaga la demanda interna y produzca excedentes para la exportación, eliminar los subsidios a la gran empresa privada y elevar aranceles a las importaciones para proteger la industria nacional.
La candidata de Soy porque Somos, mujer negra y plebeya propone un método democrático de construcción colectiva, de abajo hacia arriba, del programa, que debe ser el resultado de mandatos populares, para desarrollar una nueva política que ponga en el centro el cuidado de la vida, la defensa del territorio como un espacio de vida de los pueblos negros, campesinos, indígenas, de las clases trabajadoras y de las poblaciones urbanas de la periferia, para instaurar un gobierno de la gente, de los y las de abajo, que no se unte las manos de sangre, como los gobiernos que hemos tenido, que se han enriquecido con la violencia, el hambre, la miseria y el destierro. Será el gobierno de los pobres y con los pobres, no “para los pobres”, el gobierno del Pacto Histórico encabezado por el movimiento Soy porque Somos. Plantea además, que los mandatos populares versen sobre temas claramente democráticos y anti capitalistas, que contemplen medidas para parar la guerra mediante el diálogo con todos los actores armados, como premisa fundamental para retomar al camino de la construcción de un paz verdadera, justa y duradera, el cumplimiento del acuerdo de paz de La Habana con las Farc, garantías para las llamadas disidencias para que se reintegren al acuerdo y se sometan a la JEP, retomar las negociaciones con el ELN, truncadas por el actual gobierno desde su inicio, en el propósito de recomponer el proceso de paz hecho trizas por el gobierno de Uribe-Duque.
Plantea Francia además, que parar la guerra, implica también la legalización del cultivo de la marihuana y de la hoja de coca, de la producción de la cocaína y convertir dichos cultivos en insumos para la reactivación de la industria textil y de productos farmacéuticos y alimenticios, como componente de otro mandato popular que se refiere a la adopción de una política para construir nuestra soberanía alimentaria, basada en un sistema agroecológico que genere empleo en el campo y produzca lo necesario para superar el hambre que golpea a más de 21 millones de colombianos y colombianas.
Otro mandato sería el de construir una reforma educativa para garantizar no solo educación gratuita, integral, universal y de calidad desde el preescolar hasta la universidad, garantizada por el Estado en las instituciones educativas públicas, que garantice la incorporación a las instituciones educativas públicas de los nuevos desarrollos de las ciencias y las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones, dignifique el ejercicio de la profesión docente y, una política pedagógica que garantice la libertad de cátedra, fomente el libre desarrollo de la personalidad y forme ciudadanías autónomas para la participación política y respetuosas de los derechos de los demás, basada en los principios de la filosofía Ubuntu que promueve Soy porque Somos.
Igualmente, promueve el mandato feminista para garantizar los derechos y cuidar la vida de las mujeres, combatir y penalizar el abuso sexual violento, el maltrato y el acoso sexual, garantizar la libre interrupción del embarazo no deseado, realizada en las clínicas y hospitales del estado y castigar penal y severamente los feminicidios, que se cuentan por decenas de miles cada año en todo el país y quedan en la impunidad. También incluye el mandato para contribuir a la lucha contra el cambio climático, mediante una política para transformar el modelo minero-energético, que frene el saqueo de nuestras riquezas, mediante sistemas de explotación en contra de la vida, el territorio y la biodiversidad. Así como, mandatos para cambiar el modelo de salud privatizado por un sistema de salud integral, gratuito, universal y de calidad y para eliminar el actual régimen de pensiones privatizado y reemplazarlo por un régimen de pensiones público, que garantice los derechos y la vida digna de los pensionados y las pensionadas.
Lo que Francia propone es la construcción de un programa de democracia radical, construido mediante el método de la democracia participativa, con miras a “transformar el sistema económico y político imperantes, que han puesto en riesgo la vida humana y la del planeta, un sistema de muerte que ha profundizado la violencia y utilizado el conflicto armado para mantenerse en el poder, que ha obtenido sus ganancias del empobrecimiento de la gente, del miedo y el hambre de los pueblos”. “el cambio es entre todos, todos y todes, esa es la posibilidad de deconstruir este país, para vivir en dignidad, con paz, justicia, igualdad y equidad”. Estas son, entre muchas, suficientes razones para que el 13 de marzo de 2022 marquemos en el tarjetón de la consulta del Pacto Histórico el bello rostro de Francia Márquez y mantengamos viva la esperanza del cambio realmente democrática que anhela el pueblo colo0mbiano.
*Miembro de la Red Socialista de Colombia.
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