La desinformación en el conflicto Rusia-Ucrania

POR DIEGO OTERO PRADA

La desinformación es la norma

La desinformación recorre al conflicto Rusia-Ucrania. En Colombia y prácticamente en Latinoamérica, la información proviene de medios de comunicación controlados por el sistema. A nivel internacional, CNN es una cadena furiosamente anti-rusa y solo entrevista a personajes de derecha, así como los medios de Argentina y Chile. En Europa, que siempre ha sido anti-rusa, con algunas excepciones, ocurre lo mismo con los medios de comunicación.

En todos estos medios no hay opiniones diferentes a la que piensan la OTAN y los dirigentes de los gobiernos. El caso más radical es el de Inglaterra, acordarse    de que este país capitalista-imperialista, hoy una potencia de tercer nivel, siempre ha estado contra Rusia. Cuando la Revolución bolchevique, apoyó la contrarrevolución de la derecha rusa contra el nuevo Estado soviético, dándole ayudar militar.

En todo conflicto siempre entran a jugar un papel muy importante las fake news y la falta de veracidad. Por ejemplo, en esta zona del mundo, las cadenas de televisión y los medios impresos nunca invitan a opinar gente del lado ruso, ni van a visitar la región de Donbass y preguntarle a la gente qué opina y cómo han sido tratados por el gobierno de derecha de Ucrania.

Papel de la OTAN

La OTAN es un bloque de países capitalistas desarrollados, dirigido por los países colonialistas e imperialistas como los Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Alemania y otros.

Aquí todo el mundo utiliza las palabras ‘democracia’ y ‘libertad’ para atacar, invadir países, intervenir en los asuntos internos, lo que es muy propio de los Estados Unidos, Inglaterra y Francia.

El cinismo de la OTAN y de los medios de comunicación del occidente capitalista es impresionante. Por instigación de Alemania atacaron a Yugoeslavia, lo bombardearon y lo dividieron en varios países: Serbia, Eslovenia, Eslovaquia, Croacia, Macedonia, Kosovo y nunca dijeron nada de lo que dicen ahora sobre Rusia.

Invadieron a Irak, Afganistán, Siria, Líbano, ayudan a Arabia Saudita en su intervención en Yemen.

Apoyan a los regímenes dictatoriales y opresivos de Egipto, de los feudales del Medio Oriente como Arabia Saudita, Omán, Catar, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Y ahí si no dicen nada.

Sancionan con bloqueos y embargos absurdos y terribles a Cuba y Venezuela, y eso les parece bien,

En Latinoamérica, los Estados Unidos ha sido el país defensor de todas las dictaduras de derecha. Montaron un golpe contra Allende en Chile, promovieron gobiernos militares opresivos en Argentina, Uruguay, Brasil, Chile, Bolivia, Perú y Ecuador. Apoyaron a los dictadores Somoza de Nicaragua, Trujillo de República Dominicana, Duvalier en Haití, a los militares de Salvador, Guatemala y Honduras. Derrocaron al presidente Zelaya en Honduras y colaboraron para destituir a Fernando Lugo en Paraguay. Intervinieron en el golpe de Estado en Bolivia para derrocar a Evo Morales. Intervinieron en Ecuador recientemente para que no ganara Andrés Arauz del sector correísta. ¿Y que han dicho sobre esto las llamadas democracias europeas?

La OTAN y Rusia

Hay que entender que Rusia es hoy un país capitalista, dirigido por una élite nacionalista conservadora, algo que muchos no tienen claro, porque hay personas que todavía piensan que Rusia es un país comunista, lo que va contra la realidad. Aún más, en Rusia hay un partido Comunista que está en oposición a Vladímir Putin.

¿Qué hay en el fondo? Como antes de la Primera Guerra Mundial, hay una rapiña por el mundo en todas partes. Hoy todo se centra en el este europeo, por un lado, Rusia, que echa de menos las pérdidas sufridas desde 1991. Y, por otra, la OTAN imperialista que quiere tener a Ucrania como su satélite y una base para montar cohetes con cargas nucleares y llegar en cinco minutos a Moscú, especialmente Alemania que con la desintegración de Yugoeslavia tiene al este como su patio trasero, fuente de trabajadores con bajos salarios.

Así que, hay que olvidarse de esa palabrería sobre ‘democracia’ ‘libertad’ que lo que esconde es el deseo de la OTAN de apoderarse del mundo para el beneficio de los países capitalistas avanzados con fuertes orígenes colonialistas e imperialistas. Y, para esto, hay que debilitar a Rusia, destruirla si es necesario, para tener el campo libre. Pero, desafortunadamente para EE.UU. y sus aliados europeos, existe China, hueso duro de roer, el nuevo rey en la escena internacional, con el hegemón, Washington, en decadencia.

El cerco militar de la OTAN a Rusia.

La OTAN ha incumplido todos los compromisos que se hicieron en 1991 de no avanzar hacia el este. Hoy falta Ucrania, y si eso ocurriera Rusia estaría en peligro de existir. Colocar cohetes con cargas nucleares en Ucrania, significaría debilitar totalmente a Rusia. En cinco minutos llegarían las bombas a Moscú y Rusia no podría responder. De ahí, la reacción de Putin.

No aprenden los países capitalistas de Europa, Estados Unidos y Canadá de lo que ocurrió con la derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial y las sanciones y la humillación de este país que dio lugar al nazismo. Quieren hacer lo mismo con Rusia, en realidad la humillaron después de 1991 hasta que llegó Putin en 1998 y la volvió a levantar y hacer respetable. Están jugando con candela y van a pagarla caro si siguen con esa idea de acorralar a Rusia.

Hay que defender  el principio de no intervención 

Una norma del derecho internacional es la de no intervenir en los asuntos internos de otros países, pero esto incluye a los Estados Unidos y Europa, que no lo están cumpliendo.

¿Es legal lo que están haciendo con Venezuela y Cuba? ¿Es legal intervenir en Siria, Líbano, Yemen, Irán? ¿Es legal implementar sanciones económicas? ¿Es legal promover las llamadas revoluciones de colores por parte de Occidente?

Yo veo un cinismo total de los Estados Unidos y Europa. Han intervenido en el pasado en todas partes y nunca dijeron nada, todo lo justificado con la verborrea sobre que se defiende la democracia y la libertad, palabras que sirven para esconder los verdaderos intereses de dominio del mundo.

Entiendo la posición de Rusia, pero lo mejor habría sido presionar una solución diplomática y, a lo mucho, defender la región de Donbass, de población predominantemente rusa que ha estado bajo el fuego de los nacionalistas neonazis ucranianos y de fuerzas militares oficiales ucranianas.

Lo que le conviene a Europa es negociar con Rusia, mantener tratados de cooperación y seguridad, y no seguir los intereses imperialistas de los Estados Unidos. Infortunadamente, la mayoría de los gobiernos del continente son de derecha, y en los pocos con direcciones de así llamados socialistas o socialdemócratas, como en España y Alemania, son, a veces, los más furibundos anti-rusos y seguidores a ciegas de la OTAN.

Este conflicto de Ucrania y Rusia va a perjudicar a Europa. Estados Unidos está lejos, no tiene relaciones comerciales importantes con Rusia. Le interesa bloquear las ventas de gas natural y petróleo ruso a Europa, para entrar ellos a suministrarlo a Europa a precios altos.

Las sanciones no han doblegado a ningún país en el mundo. El cuento de que las poblaciones se rebelan nunca se ha dado. Cuba lleva 60 años aguantando y Venezuela 10 años. Las supuestas utopías de que la población se rebelará son totalmente equivocadas, al contrario, refuerzan a los gobiernos y a sus pueblos.

Estas sanciones económicas contra Rusia fracasarán y el mundo se perjudicará. El pueblo ruso es muy nacionalista, quiere mucho a lo que llaman su madre patria.

La posición de los líderes derechistas de Ucrania, poco amigos de la democracia, es absurda. Acabaron el país por su obsesión de entrar a la OTAN y de no respetar los acuerdos de Minsk de darle autonomía a las regiones del Donbass y su obsesión para recuperar Crimea. Muy grave lo que los electores ucranianos han escogido como sus dirigentes: un cómico de presidente y un exboxeador como alcalde de Kiev. La cúpula ha sido muy criticada por su ineptitud, corrupción y derechismo por los mismos medios occidentales, antes del conflicto actual.

También han jugado con candela, y miren en lo que metieron a Ucrania cuando deberían haber cumplido los acuerdos de Minsk y negociar con Rusia. Cayeron en el juego de Occidente y la OTAN, y la conclusión va a ser un país destruido. Se han dejado manejar por los halcones de los Estados Unidos: el presidente Joe Biden, un personaje de la Guerra Fría; el secretario de Estado, Anthony Blinken; y la representante ante las Naciones Unidas, muy conocidos porque son enemigos fieros de Rusia, que tienen como objetivo reducir a este país, volverlo pedazos e impedir que juegue un papel internacional importante.

Ucrania debe ser un país neutral

La mejor solución es una Ucrania neutral, resolver el conflicto en la región del Donbass y tener buenas relaciones con Rusia. Por seguir los deseos de la OTAN han acabado el país y van a perder 30 años por lo menos. Ya venía mal Ucrania y con este conflicto y su necedad a negociar y abandonar su política anti-rusa la situación va a ser muy mala.

Ahora los países europeos están en una carrera por armar a Ucrania, lo que significará crear una guerra interminable en que Ucrania será destruida. Qué rico, fomentar guerras en otras partes, y uno en la casa mirar y distraerse.

Necesitamos paz en el mundo, nada de intervenciones de ningún tipo, sean militares, de sanciones, de interferencia en asuntos internos, de promover revoluciones de colores por el especulador financiero George Soros y los señores de los Estados Unidos y la OTAN, de bajar los presupuestos militares, de concentrarnos en acabar con la pobreza, las desigualdades y enfrentar las consecuencias de la crisis climática.

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