COLECTIVOS UNIDOS /
Francia Márquez le ha dado otra dimensión política, otro medio ambiente al Pacto Histórico. Antes solo se escuchaba el grito lastimero, desesperado y malintencionado de quienes ansiaban acuerdos y pactos con todo el mundo, sin importar su costo, con tal de ganar las elecciones presidenciales. Por eso se colaron tantos bandidos en las listas cerradas.
En cambio, con Francia, se escucha nítido el grito rebelde de libertad y de cambios profundos que reclamamos los de abajo. Francia habla claro y dice las cosas por su nombre. No es hipócrita, no es diplomática y señala a los responsables de la difícil situación que vivimos los nadie.
Francia puso en su lugar a Gaviria y le demostró en treinta segundos al país, que Gaviria prefiere y siempre preferirá acuerdos con los de su misma calaña porque tanto él, como Pastrana, como Uribe, Fico, etc., defienden los intereses de las elites y por ello será imposible cualquier tipo de acuerdo con ellos. Esa es su “naturaleza social” y por tanto nunca estarán del lado de quienes vivimos de nuestro trabajo.
Francia, en menos de quince días ha trascendido el miserable umbral político que nos quisieron imponer, según el cual sólo se trataba de derrotar a Uribe y que para ello todas las alianzas eran válidas. Francia nos dice, el problema no son las personas, el problema es el modelo de desigualdad y discriminación que está instalado en el país desde hace más de 200 años de vida republicana.
Francia nos ha hecho recuperar la memoria para no olvidar que Gaviria es uno de los padres del neoliberalismo. Nos ha recordado que a los dirigentes políticos de los partidos políticos del establecimiento les sobra el pan que hornearon con las jugosas ganancias que les reportaron la venta de las empresas del estado a sus socios empresarios y que para defender sus privilegios recurren a la violencia institucional o paramilitar. Pero Francia también nos ha demostrado que a los de abajo nos sobra memoria, pero sobre todo dignidad e independencia.
Francia tiene clara la perspectiva al señalar, como lo hizo en su debido momento, que lo importante no era su designación como candidata vicepresidencial para acompañar a Gustavo Petro, sino que el país avanzara hacia radicales transformaciones que requerimos de urgencia.
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