POR ALFONSO AVELLANEDA CUSARÍA
Por primera vez en los últimos 200 años y gracias a las lecciones aprendidas y la discusión política desarrollada en el Gran Paro Nacional de 2021, la mayoría de los cerca de 23 millones de ciudadanos que ejercimos el derecho al voto decidimos apoyar una propuesta por la Vida y el Vivir Sabroso. Esto implica para quienes trabajamos por esta propuesta una gran responsabilidad en nuestro municipio alrededor de tres objetivos expuestos con claridad por Petro como presidente electo: primero: Conquistar la Paz como derecho básico de Colombia lo que implica dejar de lado las estigmatizaciones, amenazas y todo tipo de violencias contra los líderes sociales, las mujeres, los ambientalistas, y en general, contra quien piense diferente. Se trata de construir una Democracia Participativa en la diferencia.
Segundo: la Justicia Social que implica reconocer el derecho al trabajo y la remuneración, la igualdad de oportunidades, el respeto al trabajo campesino y una administración pública en beneficio del interés general, especialmente favoreciendo a las poblaciones más vulnerables.
Tercero: Justicia Ambiental, que implica respeto al derecho al ambiente sano, conservación y recuperación de los páramos y el agua fuentes de vida y bienestar, control de todos los factores que destrozan las montañas, los bosques, los suelos y contaminan el agua.
Toda esta Colombia que nos ha dolido y de la que se ha alimentado la economía extractivista en nuestras veredas debe ser eliminada para poder con nuestro trabajo y nuestras actividades como productores agrícolas, pequeños y medianos empresarios, comerciantes, educadores, juventud trabajadora y escolarizada poder conseguir que nuestro territorio municipal sea un escenario para Vivir Sabroso.
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