Presidente Fernández anuncia querella criminal contra Gobierno de Mauricio Macri por administración fraudulenta y malversación en endeudamiento de Argentina con el FMI

El presidente argentino Alberto Fernández y su antecesor, el cuestionado Mauricio Macri.

RESUMEN AGENCIAS /

En su discurso  ante el Congreso al iniciar un nuevo periodo ordinario de sesiones, el presidente de Argentina, Alberto Fernández, anunció este 1 de marzo que interpondrá una querella penal contra su antecesor, el cuestionado ultraconservador Mauricio Macri (2015-2019), y funcionarios de ese gobierno de tinte neoliberal, por malversación y mala administración de los recursos obtenidos mediante un préstamo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) del orden de 44.000 millones de dólares.

“Para que pongamos fin a las aventuras de hipotecar el país, es necesario que endeudarse no sea gratis (…) Por eso he instruido a las autoridades permanentes para que formalmente inicien una querella criminal para determinar quiénes son los autores partícipes de la mayor administración fraudulenta y la mayor malversación de caudales que nuestra administración recuerda”, dijo el mandatario durante la apertura de sesiones del órgano legislativo.   

Tales recursos de crédito que el FMI concedió a Macri con la clara intención de favorecerlo políticamente para que lograra su reelección presidencial, objetivo que no logró ante la contundente victoria en primera vuelta de su contendor, el peronista Alberto Fernández, fueron entregados al sector financiero que en su afán especulativo los fugaron al exterior.

Ante esta anómala situación que raya en lo criminal, el gobierno de Fernández no solo va a denunciar a Macri y sus ministros del área económica para que sean enjuiciados sino que también ha iniciado un proceso de renegociación del empréstito con el FMI que permita aliviar la difícil situación económica por la que atraviesan los argentinos.

Fernández remarcó que el macrismo asumió esa deuda, sin realizar un debate legislativo previo, cuando la Constitución argentina establece que esta clase de determinaciones financieras requieren la aprobación parlamentaria.

Por eso, agregó, que urge hacer una auditoría del destino de los recursos de tal empréstito, sobre lo cual la oficina de evaluación del FMI también se ha mostrado de acuerdo.

“Sabemos que ese crédito fue otorgado para favorecer la campaña presidencial de Mauricio Macri… Endeudar al país de ese modo, permitir que los recursos que ingresaron solo hayan posibilitado la más asombrosa fuga de divisas que nuestra historia registra y que la toma de semejantes créditos haya sido resuelta entre gallos y medianoche, sin intervenciones judiciales y técnicas previas con total irresponsabilidad y a espaldas de este Congreso nacional”, incriminó el mandatario.

En ese contexto, consideró que el acuerdo firmado por el Gobierno de Macri en 2018 merece una “revisión y tratamiento adecuado a la hora de su renegociación”, habida cuenta que “tanta mala fe de los tomadores del crédito y tanto desdén de los funcionarios políticos de un organismo multilateral no puede ser visto como un caso más”.

El presidente Alberto Fernández en el acto de apertura de sesiones del Congreso de Argentina.

Mano estadounidense para favorecer a Macri

Al lamentar que el dinero proveniente del crédito del FMI otorgado a la cuestionada administración de Macri que sumió a la Argentina en una grave crisis económica y social “se esfumó” antes del cambio de gobierno, ocurrido en diciembre del 2019, Fernández hizo énfasis en las posibles consecuencias judiciales que podrían tener el expresidente neoliberal y sus antiguos funcionarios.

Recordó además que el actual director del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Mauricio Claver-Carone, reconoció haber influenciado ante el FMI cuando era funcionario de la Casa Blanca para que Argentina obtuviera dicho empréstito, pues de lo que se trataba era de darle un “respiro” político a Macri por parte de la administración Trump.

Fernández celebró haber logrado “la renegociación de la tóxica deuda externa” con bonistas particulares, mientras prosiguen las conversaciones con el FMI para mejorar las condiciones de pago.

Al respecto, para diferenciarse de la gestión anterior, expresó: “No hay más lugar para ajustes recesivos. El programa que se acuerde con el FMI será enviado al Congreso Nacional para garantizar la sostenibilidad y la transparencia como política de Estado”.

Pobreza y recuperación económica

En medio de la crisis económica que afronta Argentina y las dificultades para pagar sus compromisos financieros, el primer mandatario reconoció que durante su mandato, caracterizado por la pandemia del coronavirus, “la pobreza aumentó a un 40,9 %”, comprometiéndose a revertir tal situación.

Al inicio de su gestión, el Ejecutivo lanzó el plan Argentina contra el Hambre, pero la paralización generalizada por la pandemia ocasionó el empeoramiento de las condiciones de vida, principalmente en los sectores más vulnerables.

El mandatario argentino pronunciando su discurso ante el órgano legislativo. A su lado la exmandataria, actual vicepresidenta de la Nación y presidenta del Senado, Cristina Fernández de Kirchner.

Así, 2020 registró una caída del Producto Interno Bruto (PIB) del 10 %, una cifra comparable con el año 2002, después de una de las crisis económicas más graves.  Además, el país sudamericano acumula tres años consecutivos en recesión económica, acentuada en el último tramo del Gobierno de Macri, y profundizada por la reciente emergencia sanitaria.

De todos modos, Fernández sostuvo que gracias a las políticas de asistencia social, como el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), 2,7 millones de personas “no cayeron en la pobreza”.

En medio de estas cifras adversas, el Presidente también dijo que la recuperación económica está sucediendo de forma más rápida de lo que esperaba el Gobierno.

“Todas las medidas adoptadas han sido fundamentales para iniciar una recuperación que está siendo más veloz de lo que pensábamos”, destacando la reactivación del sector industrial.

Concluyó señalando que no llegó a la Presidencia “para ser sordo ante las críticas bien intencionadas”, aunque dejó en claro que no se dejará “aturdir por sectores concentrados”.

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