“Ecopetrol va a ser punta de lanza y acelerador de la transición energética en Colombia”, anuncia ministra de Minas y Energía, Irene Vélez

Irene Vélez Torres, ministra de MInas y Energía.

COLPRENSA /

Fortalecida salió la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez Torres, de la moción de censura que la ultraderecha sin ningún fundamento promovió en la Cámara de Representantes y que en la sesión del pasado miércoles 7 de diciembre fue negada de manera contundente por una amplísima mayoría de congresistas.

Más allá de un amplio respaldo que recibió de la coalición de Gobierno, Vélez mostró conocimiento en el tema, pero además fue precisa en responder y detallar la forma como el gobierno de Gustavo Petro espera poner en marcha una nueva política de energías limpias.

En diálogo con la agencia Colprensa, la alta funcionaria habló del panorama actual en petróleo y gas, las proyecciones para los próximos años, la perspectiva de cómo estará el país en 2026 cuando se termine el actual gobierno y la visión de cómo Ecopetrol jugará un papel fundamental en ese propósito.

Asegurar una transición energética participativa, progresiva y segura

– ¿Considera que la moción de censura en su contra es más por una cacería de brujas al Gobierno de Gustavo Petro?

No es una cacería de brujas, se trata de un ejercicio en el marco de la democracia, donde hay un derecho de la oposición a hacer preguntas sobre cuál es la política de este Gobierno y nosotros como Gobierno también tenemos un deber, por supuesto, en responder a esas inquietudes.

Esa moción nos permitió aclararle al país que nuestra principal política de transición energética justa tiene unos principios que parten de la vinculación a través de diálogos con las comunidades, de ser intensivos en conocimiento, de asegurar una transición progresiva y segura.

– ¿Satisfecha con el amplio apoyo que le dieron en la moción?

Me siento satisfecha porque es un apoyo no solamente al Ministerio o la ministra, sino que es un apoyo a este Gobierno y al programa que estamos representando. Es un programa de cambio que en ocasiones puede generar miedo, oposición, pero que en este caso ampliamente se demuestra que genera un respaldo mayoritario en el Congreso, lo cual también nos da la señal de que podemos construir con la legislación que va a ser necesaria para sacar adelante estas propuestas.

– En hidrocarburos detalló usted que ya hay cifras unificadas sobre contratos. ¿Qué va a pasar con ellos y cuál es el seguimiento que se hará?

Nosotros con la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) y con la Asociación de Petróleo y Gas hemos tenido dos meses de mesas técnicas, en primer lugar, con el objetivo de unificar las cifras, porque anteriormente teníamos una dispersión, fragmentación de estos números, y para poder hacer cálculos y una transición que sea responsable necesitamos estar de acuerdo con cuántos son los contratos y en qué estado se encuentran.

Habiendo hecho esta unificación de cifras, identificamos que tenemos entre los 381 contratos firmados al momento, 118 que están en fase de exploración, que es donde queremos poner nuestro énfasis, pero también identificamos dos grupos de contratos que no son prioritarios: El primero tiene que ver con 35 contratos suspendidos que queremos revisar detalladamente, para con las empresas construir posibles rutas de reactivación; y en segundo lugar, 35 contratos que se encuentran en fase cero o fase preliminar, con los cuales también las empresas operadoras queremos acompañarles para asegurar que tienen viabilidad en su desarrollo.

– Habla Usted de 8,6 años de reservas, ¿en ese momento ya Colombia puede tener en marcha esa transición energética que se propone el Gobierno?

Tenemos en este momento en reservas P1 ocho años de gas y si contemplamos las reservas tipo P1, P2 y P3 tenemos hasta 11,4 años. Sin embargo, para el Gobierno es muy importante tener una visión más comprensiva de los contratos existentes y, por eso, nos ha parecido crucial contemplar los recursos contingentes que hay en tres contratos importantes que ya han informado a la ANH y a la ciudadanía en general, sobre cuáles son los recursos que hubiera disponibles.

Estamos hablando de Uchuva, de Gorgon 2, ambos contratos costa afuera y, por otro lado, un bloque un poco más pequeño que se encuentra en Córdoba y que se llama el Bloque Sinú 9. Con estos tres contratos hemos hecho un análisis que nos permite establecer que esos recursos prospectivos podrían darnos una autosuficiencia de gas hasta 2037, lo cual creemos que es un tiempo importante para lograr la transición energética.

Adicionalmente, es crucial tener en cuenta que los contratos que están en este momento en exploración van a reportar sus resultados en los próximos diez años, es decir, que hasta 2032 vamos a estar escuchando sobre nuevos recursos y, posiblemente, nuevas reservas, con lo cual podríamos hablar de nuestro tiempo de autosuficiencia por encima de 2042 e incluso tendríamos excedentes que pueden ser o bien exportables, o bien transformables vía fertilizantes.

– Mencionó usted que la vaca se puede enfermar y morir, para lo cual se deben tener marranos y gallinas. ¿En esa metáfora, en qué sectores estarán las gallinas y los marranos?

Me parece muy importante aclarar esta metáfora, porque efectivamente lo que estamos aquí planteando es la necesidad de la diversificación de la economía y, en particular, que esta diversificación nos permita asegurar que la balanza de exportación igualmente se diversifica.

Quiere decir que en este momento nuestras exportaciones, así como históricamente lo han estado, se encuentran dependiendo del sector de hidrocarburos y en menor proporción del sector minero. Cuando sabemos que, dada la descarbonización global de la economía, el mercado de los hidrocarburos se va a desvalorizar y, en algún momento, más temprano que tarde, cerca del 2030 que es cuando las economías del Norte global están tomando sus decisiones más importantes sobre descarbonización, en ese momento nuestro producto principal que es el petróleo va a perder valor, también porque nuestro petróleo es mucho más costoso que otros. Para poder asegurar y tomar decisiones para ese momento nosotros necesitamos asegurar que hay otros sectores de la economía que se activan.

Todos pasan por la industrialización, nosotros creemos que desde nuestro sector de minas y energía tenemos oportunidades a través de las comunidades energéticas y pudiendo hacer encadenamientos de hidrógeno verde, también creemos que sino solamente sacamos el gas, sino que transformamos el gas en fertilizantes, estaríamos generando una cadena de valor adicional.

– ¿Hablemos del controvertido contrato con la firma española para el tema de la compra de gas a Venezuela?

Me alegra que con esta pregunta me permitan aclarar un ejercicio de desinformación. Existe un contrato firmado desde 2007 entre Ecopetrol y PDVSA, ese contrato tenía un propósito de compra y transporte de gas con Venezuela, que además tenía una intención de bidireccionalidad. Sin embargo, por la ruptura de las relaciones comerciales ese contrato quedó suspendido.

Para poder reactivar esa relación contractual, Ecopetrol ha hecho un contrato que revisará los términos legales de ese contrato previamente adquirido. Este no es un contrato para importar gas, es para revisar los términos jurídicos de un contrato previo que se realizó en 2007 y que le permitiría a Ecopetrol entender de ese litigio internacional frente a ese contrato de compra y venta de gas.

Importante aclarar que Ecopetrol es una empresa independiente al Ministerio de Minas y Energía y que son autónomos de firmar contratos para precisamente gestionar sus relaciones comerciales.

– Dijo usted “no es contra Ecopetrol, es con Ecopetrol”. ¿Cómo lograrán esa transición con la estatal?

Ecopetrol es la empresa de todos los colombianos, de la que además nos sentimos orgullosos, porque ya tiene unos primeros avances que creemos estratégicos para la transición energética y estamos convencidos que va a ser punta de lanza de la aceleración de la transición energética en Colombia.

En este momento, Ecopetrol es el mayor auto generador de energías renovables, eso ya nos demuestra que tiene una capacidad que puede ser expandida y esto puede hacerlo a través de la diversificación de su portafolio, lo cual ya ha venido haciendo a través de sus dos ecoparques más grandes de energía solar que existen en el país en los campos de Castilla y San Fernando.

Creemos que es una señal clave, no sólo para Colombia sino para la región latinoamericana, que en 2021 Ecopetrol haya sido la primera compañía en anunciar su compromiso de reducir a cero las emisiones de carbono para el año 2050 y, finalmente, su interés en el hidrógeno y particularmente el hidrógeno verde, que sería por supuesto ideal. Este año ya hizo Ecopetrol una primera inversión cercana a 1 millón de dólares y creemos que esto se puede seguir ampliando.

El potencial gasífero que existen en los campos de Ecopetrol creemos que puede darnos oportunidades no sólo para la seguridad energética nacional, también excedentes para la exportación, sino incluso mejor poder producir fertilizantes y así pasar de una economía extractivista a una economía productiva.

– ¿De qué forma se va a vincular a las comunidades en el diseño de esa cambio a las energías renovables?

Hay varias formas de esta vinculación. Lo primero es que en el diseño de la hoja de ruta que está pasando desde este momento hasta los próximos seis meses es que estamos teniendo diálogos específicos con distintas comunidades, distintos sectores de la ciudadanía, academias, sindicatos, empresas para vincularse en la definición de las metas, de los hitos, los recursos para acelerar esta transición energética; eso ya es una manera de estar vinculados, porque es a través de esa participación definitoria de lo que sería esta visión de país a través de la transición energética que las comunidades pueden definir su horizonte en este sentido.

Creemos que las comunidades energéticas son un elemento clave de participación de las comunidades, que pueden ser mismas productoras de la energía a través de parques solares, de los techos de sus propias casas y para lograr este tipo de propósitos nosotros necesitamos, por un lado, hacer arreglos regulatorios, porque somos muy conscientes que en este momento no todo el mundo puede producir simplemente su energía y los excedentes conectarlos y venderlos a través de la red.

También necesitamos unos tipos de asociatividades que hemos llamado públicos-populares, en donde las comunidades, las empresas y el Estado pueden asociarse para hacer proyectos productivos en energías renovables.

– ¿Cómo cree que estará desarrollada esa política de transición energética que lideró el gobierno Petro para 7 de agosto de 2026?

La aceleración de la transición energética depende de hacer una buena planificación y en esa planificación es donde vamos a poder definir los hitos importantes de la transformación de las tecnologías, de las regulaciones y de la transformación de las políticas públicas que sean necesarias.

Finalizando el cuatrienio estamos seguros de que los cambios regulatorios y las políticas públicas ya van a estar logradas; sin embargo, es muy claro también que deshacer una historia de décadas y de siglos de inequidad y de marginación no se resuelve en un cuatrienio.

En este sentido, nosotros estamos dando los primeros pasos, que son muy importantes, porque son los que le permiten a uno imaginarse que otro futuro es posible y tomar las decisiones que hacen otro futuro posible.

– ¿Cuáles serán esos pasos?

Estamos dando los primeros pasos, en ese momento esperamos tener ya unos proyectos de referencia muy importantes en La Guajira, en el corredor vía Cesar, en el Pacífico colombiano, sin embargo, sabemos que cuatro años van a ser insuficientes para el gran cambio a la justicia social y por eso es tan importante que este proyecto se piense desde un proyecto de nación y no sólo como un proyecto de gobierno.

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