POR CLAUDIO KATZ
Un principio defensivo se transformó en la guía estadounidense para desplazar competidores y reforzar la dominación sobre América Latina.
La Doctrina Monroe que en diciembre de 2023 cumple dos siglos de haberse promulgado se sintetiza en la frase «América para los americanos», fue elaborada en 1823 por el secretario de Estado, John Q. Adams, y atribuida al presidente estadounidense James Monroe, legitimó inicialmente la ampliación territorial, el control de Centroamérica, la supremacía en el Caribe y la disputa por Sudamérica.
Esta doctrina orientó el desplazamiento de España e Inglaterra y convalidó la primacía de las empresas norteamericanas. Ese barómetro apuntaló la cruzada anticomunista durante la guerra fría.
Ese mismo patrón reaparece en el siglo XXI, pero con decreciente efectividad. No logra disuadir la presencia china, ni los negocios asiáticos con las clases dominantes de la región. También pierde gravitación el autoelogio, el padrinazgo y la terminología imperial.
EE.UU. no encuentra fórmulas para retomar su dominación.
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