POR ROBINSON SALAZAR PÉREZ /
El mosaico latinoamericano en la actual coyuntura histórica nos ofrece tantos acontecimientos significativos e históricos, todos ellos vinculados a diversas y distintas formas expresivas de la sociedad, las cuales, cada uno nos invita y reclaman dar cuenta de manera parcial y rápida de las tendencias dibujadas en el entorno nacional e internacional.
Intentar dibujar con letras y reflexiones lo atisbado en el horizonte próximo es una tarea delicada, en la medida de correr el riesgo de equivocarnos o describir el fenómeno enfocado con la precisión no deseada, ello es posible por la opacidad de muchos factores entre ellos los movimientos pendulares de los actores políticos, la inestabilidad económica y financiera, la confrontación entre Rusia y Ucrania la cual va tomando forma de larga duración, los desplazamientos ideológicos y toma de decisiones de los gobiernos latinoamericanos donde cada día agregan una dosis de incertidumbre, debates confusos y nuevos escenarios de disputas y discordia, todo ello desemboca en la gran alforja en donde están dirimiéndose las posibles soluciones a las diversas crisis afrontadas por los pueblos latinoamericanos.
Obviamente, el desafío desde las esferas del poder es complejo, cargado de decisiones tomadas a palo de ciego, no por inexperiencias ni por carencias de habilidades, sino por la intensidad del movimiento de las aguas en el ámbito nacional e internacional.
Los desafíos a corto y mediano plazo para los gobiernos populares son de trascendencia, si persiste la meta en cambiar el modelo de democracia y dar oportunidad al Sujeto Pueblo para ir escalando y posicionarse en escaques importantes dentro del mosaico económico, cultural y político.
Los avances hasta ahora dan pie a seguir desempedrando la ruta que surcó el neoliberalismo, obviamente los casi 40 años de desnacionalización y privatizaciones no es posible desterrarlo en seis o diez años, será un trabajo colectivo entre gobierno y pueblo, mancomunión política con metas plausibles y valorando las capacidades del sujeto transformador de acuerdo a los tiempos políticos y las condiciones externas, las cuales muchas de las veces obstaculizan la viabilidad expedita de una acción colectiva con vocación de cambio.
El marco macro de la transformación anhelada enfrenta los enclaves socioculturales más arraigados y con un calado profundo en la subjetividad colectiva, convirtiéndose en el principal obstáculo, unido al enclave del poder judicial o constitucional.
Herramientas, dispositivos, modelos algorítmicos, plataformas y redes digitales, es el arsenal creado e instituido por la guerra cognitiva para ir induciendo de manera acuciosa los componentes orientados a la deconstrucción de la organización psíquica de grandes segmentos sociales, podríamos decir, para Pierre Marty, la desmentalización es el borrado de los mecanismos de mentalización, entendida como una aptitud para tratar y elaborar las representaciones psíquicas de la pulsión, según sus dos dimensiones cualitativa y cuantitativa.
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