POR JULIO TURRA /
El pasado 19 de julio se realizó en Perú una movilización general contra el gobierno usurpador de Dina Boluarte. En 20 de las 25 regiones del país se convocaron movilizaciones paralelamente a una manifestación nacional que reunió unas 100000 personas. En total, se movilizaron más de medio millón de peruanos del norte al sur, del centro el oeste de la nación. Algo inédito desde diciembre del 2022 cuando Pedro Castillo el presidente electo fue destituido y encarcelado. En efecto, el carácter nacional de la movilización muestra la unidad de los trabajadores del país y de los diferentes pueblos que lo componen.
El propio gobierno usurpador consciente de ello no se atrevió a provocar un masacre como en anteriores movilizaciones.
El porqué de la fuerza del movimiento
Es preciso entender que esta movilización nacional es una acción organizada. En efecto, el 1 y 2 de julio se realizó en Puente Piedra (Lima) una asamblea con la asistencia de 800 delegados de todos el país y de todas la organizaciones obreras y populares. Por un lado, los sindicato como la CGTP (mayoritario) pero también la CUT y las federaciones de la construcción civil y la enseñanza junto a la Asamblea de los pueblos ,los diferentes frentes regionales y la confederación de ronderos (milicia de autodefensa rural).
Esta asamblea fue clave por cuanto en ella se acordó una plataforma de lucha que va desde la exigencia de renuncia de Boluarte, la libertad de los presos, la disolución del Congreso, el fin de las privatizaciones, el retiro de las tropas estadounidenses (Biden a “petición” del Congreso peruano envió 1200 soldados para “contrarrestar la influencia de Rusia y China”, o sea un prolongación de la guerra de Ucrania) y la convocatoria de una asamblea constituyente con poderes. Se determinó también la elección de un Comando unitario nacional de lucha para coordinar las acciones.
Perspectivas de lucha
Sin duda, con manifestaciones en la calle no será suficiente para acabar con la dictadura cívico-militar a pesar de que esta cuenta según las encuestas oficiales con más del 90 por ciento de rechazo, de ahí la importancia del plan fijado de movilización por el Comando unitario.
De entrada, en estos días se reúnen las diferentes asambleas locales y de las organizaciones para valorar el 19 de julio y se han convocado nuevas jornadas de lucha del 27 a 29 de julio (fechas de las fiestas patrias conmemorativas del 202 aniversario de la independía de la Corona borbónica)
El Comando unitario de lucha ha convocado una nueva Asamblea Nacional para los días 19 y 20 de agosto en Lima. Se trata en primer lugar de coordinar a nivel nacional todas las resistencias que operan en todo el Perú y de contrarrestar la campaña del gobierno y los medios de comunicación tradicionales que acusan a los manifestantes de terroristas o agentes de Sendero Luminoso.
Dina Boluarte cuenta con el apoyo de la oligarquía local, el imperialismo estadounidense y las multinacionales que quieren profundizar el saqueo del país, en particular, sus riquezas mineras como el litio
La lucha por la soberanía del Perú, por la organización de los trabajadores, sus movimientos sociales y todos los oprimidos es inseparable de la exigencia de nacionalización de todos los recursos mineros, energéticos, hidráulicos e incumbe a todos los pueblos de América Latina y del mundo.
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