LA ROSA ROJA /
“En estos tiempos de transición energética es indispensable recordar que el manejo de los recursos energéticos y naturales debe ser propiedad del Estado, controlados por la nación con participación de los trabajadores”, afirmó el jurista e historiador Ricardo Sánchez Ángel, durante su intervención en el acto de presentación del libro USO 100 años de lucha y dignidad, de autoría de los investigadores sociales Renán Vega Cantor y Luz Ángela Núñez Espinel, el cual tuvo lugar en la Biblioteca Luis Ángel Arango el pasado viernes 11 de agosto.
Este valioso trabajo de investigación histórica complementado con un rico acervo fotográfico permite dar un amplio contexto sobre las luchas de resistencia y reivindicación de los trabajadores petroleros en Colombia que durante su primer siglo de existencia ha dado la Unión Sindical Obrera (USO), hace parte de la Biblioteca Diego Montaña Cuéllar de la Corporación Aury Sará Marrugo.
El libro sustentado en una profunda investigación a partir de un conjunto de fuentes históricas recrea el alcance de la actividad sindical de la USO que desde que se fundó el 10 de febrero de 1923 asumió con decisión la bandera de la defensa de la soberanía nacional y popular a partir de la reivindicación de los derechos laborales y la protección de los recursos nacionales como elemento de riqueza y distribución equitativa para toda la nación. De ahí que su actuación en los años 40 del siglo XX fue clave y fundamental en la creación de una empresa estatal que asumiera la exploración y explotación del recurso energético en el país como Ecopetrol, para lo cual dio una gran lucha con miras a que se revirtiera para el Estado colombiano la concesión petrolera que había sido concedida en 1905 por el presidente conservador Rafael Reyes Prieto a su ahijado Roberto de Mares, a quien le daba el privilegio de explotar los yacimientos petrolíferos del sitio conocido como Las Infantas, en el departamento de Santander, por espacio de 30 años. La concesión abarcaba un área de 528.980 hectáreas, colindantes con el río Magdalena. El fin de la concesión de Mares en 1951 permitió la creación de Ecopetrol.
Dentro de ese contexto, el profesor Sánchez Ángel al comentar algunos aspectos de este libro conmemorativo de la vocación política y conciencia histórica de la USO, sostuvo que “desde muy temprano estuvo en la conciencia de los trabajadores la necesidad de que el petróleo y los recursos naturales estén controlados por el Estado y sean propiedad de la nación”.
En ese sentido, desmintió la versión falaz que la narrativa oficial de la decadente hegemonía liberal-conservadora ha tratado de imponer en Colombia al atribuirles a los gobiernos dictatoriales de tinte fascista de Mariano Ospina Pérez y Laureano Gómez Castro la decisión de crear Ecopetrol, señalándoles a los trabajadores un papel marginal. “La historia es al revés”, dijo Sánchez Ángel.
Hizo énfasis en que en el país “no puede haber genuina concesión energética ni posibilidad real de una transición socioeconómica si no se tiene la sartén por el mango de la propiedad del recurso y el conjunto de la explotación petrolera”.
Al comentar el contenido de esta obra de “conciencia histórica, de petróleo y sangre” pero también de “dignidad y esperanza”, el profesor Sánchez Ángel destacó el coraje, la lucidez y la resistencia de la USO que a lo largo de sus 100 años de existencia ha protagonizado más de 20 huelgas que han posibilitado la defensa de la riqueza minero-energética frente a los corruptos gobiernos entreguistas del bipartidismo liberal-conservador y la voracidad de las transnacionales.
La exposición completa del catedrático universitario comentando el libro ‘USO 100 años de lucha y dignidad‘, ingresando al siguiente enlace del audio:
“Un libro de los pasajes a la colombiana”
Así como el filósofo alemán Walter Benjamin recogió una serie de citas y testimonios que le sirvieron para escribir su obra inacabada Los Pasajes que se centra en París sobre la historia materialista durante el siglo XIX, este trabajo bibliográfico en torno de la lucha sindical de la USO, recrea múltiples facetas sobre los trabajadores de la industria petrolera durante cien años.
“Este es un libro de los pasajes a la colombiana de los trabajadores petróleos”, explicó su coautor, el cientista social Renán Vega Cantor, quien además relievó la importancia del recurso fotográfico como fuente histórica en este libro.
Al desestimar la manida frase de que “una imagen vale más que mil palabras”, dijo que sin contexto una fotografía no tiene sentido.
“La fotografía requiere una interpretación que cobra valor gracias a las palabras”, acotó al señalar que es lo que se consigue con este nuevo tomo de la Biblioteca Diego Montaña Cuéllar.
Por su parte, la coautora e historiadora Luz Ángela Espinel, explicó que el protagonista principal de este libro es la multitud anónima que, en este caso, son los trabajadores de la industria petrolera en Colombia.
Sostuvo que la obra está pensada “hacia futuro” por cuanto se proyecta sobre algunos aspectos esenciales como el sentido de la cultura radical popular, la relación entre protesta y represión y se reflexiona sobre las particularidades de la figura del enclave para entender el problemático impacto de la explotación minero-energética que afecta directamente la vida de las comunidades.
Viraje de la USO
A su turno, el presidente de la USO, César Loza Arenas, al destacar el alcance de este libro como herramienta didáctica y de testimonio histórico “para seguir en la brega hoy y mañana”, dijo que esta organización sindical que cuenta con 23 mil afiliados está en proceso de dar un viraje en cuanto a potenciar la participación de la mujer.
Anunció también que es preciso hacer el tránsito de sindicato de industria a sindicato del sector minero-energético para contribuir a la transición que requiere y reclama la humanidad entre los combustibles fósiles y las energías limpias.
Afirmó que los recursos de esta industria tienen que tener carácter de compensación social en las regiones, y de esta manera, contribuyan a construir paz territorial.
Puntualizó que la USO está comprometida en el apoyo a las reformas sociales que promueve el Gobierno del presidente Gustavo Petro y en ese sentido anunció la convocatoria de la III Asamblea Nacional por la Paz.
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