Por la libertad y la democracia, ¡todos somos Palestina!

POR JOSÉ ARNULFO BAYONA* /

Por primera vez en 75 años de conflicto palestino-israelí, en un ataque sorpresivo sin precedentes, el brazo armado de Hamás, logró penetrar las sofisticada e impenetrable barrera de seguridad terrestre y espacial de Israel, llamada el “Escudo de Hierro”, al lanzar por lo menos 5.000 misiles que cayeron en territorio israelí y causaron la muerte de más de 1.300 israelíes, mientras que penetraron a territorio grupos de asalto que dispararon contra la población y tomaron como rehenes a más de 150 civiles, para canjearlos, según lo anunciaron, por más de 4.000 palestinos y palestinas  civiles, que llevan años, sin juicio justo,  presos en cárceles de Israel.

En respuesta a esta violenta ofensiva, el gobierno sionista de Netanyahu, alegando el derecho a defenderse, desató la más brutal ofensiva militar, no para vengarse y castigar a Hamás, sino para escarmentar, aterrorizar y someter al pueblo palestino; el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallan, la anunció de la siguiente manera: “Ordené un asedio total sobre la franja de gaza, no habrá electricidad, ni alimentos, ni gas, todo está cerrado. Estamos luchando contra animales humanos y actuamos en consecuencia”. El supremacismo sionista siempre ha considerado a los palestinos como animales, no como seres humanos que tienen derechos, igual que los humanos judíos y del resto del mundo.

José Arnulfo Bayona

Lo que siguió fue un diluvio de bombas cargadas de fósforo blanco (prohibidas por la ONU) sobre la población, que redujo a escombros miles de viviendas, hospitales, escuelas, Iglesias cristianas, mezquitas, etc. y masacró miles de civiles palestinos, adultos, mujeres, ancianos y por lo menos 1500 niños y niñas, incluidas 500 víctimas  de una bomba de mil kilos arrojada por aviones de combate sobre una iglesia bautista que albergaba centenares de refugiados,  además de, 4.000 personas, o más heridas. Igualmente ha desplazado hasta ahora, más de 150.000 personas que se encuentran en Gaza, que no podrán volver a sus hogares porque sus viviendas fueron destruidas y permanecen refugiados en colegios y hospitales también semi destruidos por los bombardeos.

El cumplimiento de la orden del Ministro se hizo efectivo, el Ejército israelí ha impedido suministros de agua, energía eléctrica, alimentos, medicinas, material médico para prestar auxilio a los miles de heridos y todo tipo de ayudas humanitarias para que la población sobreviva al inmisericorde ataque genocida contra la población civil palestina. “Ni una gota de agua, ni un grano de trigo, ni un litro de combustible fue permitido entrar en la franja de Gaza durante los últimos 8 días. Si Putin hiciera esto a Ucrania, volarían armas nucleares hacia Moscú”, declaró Jackson Hinkle, comentarista político estadounidense. Se trata “del último y más alevoso crimen de guerra al que se suman décadas de sistemáticos crímenes de guerra y apartheid contra el pueblo palestino (Adrián Navalón/en X@ANavalónOsa. @EnClaveOfensiva).

Pero, hay que advertir que para una guerra regular se necesitan por lo menos dos ejércitos enfrentados, debidamente armados, apertrechados, entrenados y sujetos a las reglas del Derecho Internacional Humanitario (DIH) y, esa no es la realidad del conflicto palestino–israelí, en el que el pueblo palestino, sin Estado y sin armas, asiste a una guerra sin reglas, asimétrica, enfrentado a un Estado poderoso que cuenta con uno de los más potentes ejércitos del mundo, dotados con armamentos, artillería, flotas marítimas artilladas y fuerza aérea de última tecnología, con patente de corso para violar los derechos humanos, encarcelar y masacrar palestinos.

El David y Goliat del siglo XXI.

La verdad verdadera es que el régimen sionista, con el pretexto de la venganza y el castigo a la incursión violenta de Hamás, ha lanzado una nueva fase del proceso sistemático y continuo de exterminio del pueblo palestino. El régimen nazi–sionista ha sometido, desde 1947, (año del despojo de su territorio al pueblo palestino por decisión de la ONU) a un etnocidio–genocidio permanente. Desde entonces, avanza un proceso paulatino de ocupación violenta del 80 % del territorio palestino, asentamientos ilegales de 500.000 colonos en territorio palestino; además, de la conversión del norte de Gaza en una cárcel a cielo abierto en donde se mueren de hambre, de sed y de balas y bombas israelíes 2.300.000 palestinos; ocupación que se ha intensificado en los últimos 16 años para consolidar la instauración de un Estado sionista puro, habitado únicamente por judíos. No fue Palestina la que violó los Acuerdos de Oslo, es el sionismo el que ha descartado la posibilidad de dos Estados, para imponer a sangre y fuego, la instauración de un Estado habitado sólo por judíos, sin palestinos, sin cristianos y sin musulmanes.

Este propósito, fue expresado claramente por el actual ministro  de finanzas y gestor de los territorios palestinos ocupados, colono radical y ultra derechista, auto proclamado fascista,  Bezalel Smotrich,  en 2017  cuando era parlamentario, en un ensayo que llamó “El plan decisivo de Israel” , en el cual parte de calificar el acuerdo de los dos Estados como un engaño, porque asegura que “en la tierra de Israel sólo hay lugar para la autodeterminación de la nación judía” y propone para los árabes tres alternativas:

  • Los que renuncien a sus aspiraciones nacionales, a su identidad palestina pueden quedarse a vivir como individuos en el Estado judío, podrán llevar su vida diaria en libertad y en paz, pero no tendrán derechos civiles, ni políticos.
  • Quienes no quieran renunciar a su identidad y a sus derechos podrán emigrar a otros de los muchos países árabes donde realizan sus ambiciones nacionales, o, a cualquier otro destino del mundo.
  • Quienes decidan continuar la lucha contra el Estado sionista se enfrentarán a la mano dura de las fuerzas de defensa de Israel, se atendrán a las consecuencias. (@LaBase/@innaafinogenova).

Es decir, apartheid, el destierro o el combate hasta la muerte. La limpieza étnica, es la oferta del sionismo al pueblo árabe palestino, desintegrar la identidad palestina, un genocidio anunciado. Este Ministro fascista, como gestor de las tierras ocupadas por asentamientos ilegales de colonos, ha ejecutado paulatinamente su plan, “es responsable de los permisos de trabajo a los palestinos, gestionar los 600 puntos de control en Cisjordania y garantizar la expansión, asentamientos y dominio de los colonos sobre Palestina. Pogromos, expulsión de los palestinos de sus casas, y establecimiento de nuevos asentamientos; en 2022 el saldo de su gestión ha sido de 146 palestinos asesinados, 7000 arrestados, 1000 viviendas de palestinos destruidas y, aprobó la construcción de 4000 nuevos asentamientos ilegales”. (@LaBase/@innaafinogenova)

Guerra mediática contra el pueblo palestino

El arsenal de desinformación y manipulación de los medios de comunicación masiva al servicio de los poderosos países capitalistas de Occidente, enfilaron su guerra mediática contra el pueblo palestino y en solidaridad con el régimen sionista de Israel, aplaudieron y justificaron la ferocidad de la venganza del Estado sionista desatada contra el pueblo palestino, calificaron de terroristas no sólo a Hámas, sino al pueblo de palestina y mantuvieron el infundio de calificar de antisemitas a quienes no condenaron los ataques de Hamás, o no aplaudieron las acciones terroristas del Estado israelí contra la  población palestina. De nada vale aclarar que ser anti sionista no es lo mismo que se anti semita.

Biden condenó “los asesinatos de niños israelíes” y anunció apoyo a la guerra declarada por Israel contra Palestina, envió dos portaaviones a las aguas  de Israel y comprometió recursos económicos y armas para la guerra, la Unión Europea se pronunció para condenar los ataques y apoyar la ofensiva sionista, la ONU hizo lo propio, se trató de una clara solidaridad de cuerpo, al tiempo que, como siempre ha sido desde 1947, guardaron silencio sobre la arrasadora y criminal masacre anunciada y ejecutada por  las Fuerzas Armadas del Estado sionista en los últimos 10 días, con saldo de miles de palestinos asesinados, principalmente mujeres y niños, civiles inocentes y una crisis humanitaria sin precedentes.

El cubrimiento de los medios sólo hace referencia a las víctimas de Israel, se les niega a los palestinos su derecho a defenderse. A la Unión Europea (UE) ni siquiera le importan las víctimas de palestina, sólo les importan las víctimas israelíes, comportan un desconocimiento total del derecho del pueblo palestino a existir, tener una nación y un Estado independiente. Los gobiernos que se han salido del redil del régimen nazi–sionista, los EE.UU. y los europeos, son calificados de traidores y anti semitas y de aliados de los terroristas palestinos. No obstante, los gobiernos de Moscú, China, Pakistán, Irán, Siria, Líbano, Chile, México, Cuba, Honduras, Venezuela y Colombia, entre otros, han condenado los ataques indiscriminados contra Palestina y exigen el cese de los mismos.

El presidente Gustavo Petro, condenó el ataque indiscriminado de Israel sobre la franja de Gaza, hizo un llamado a que “se reconozca de manera integral el Estado palestino” y comparó la grave crisis humanitaria, con los campos de concentración y el holocausto nazi del pueblo judío. El gobierno de Israel calificó como hostiles y anti semitas las declaraciones del Presidente, señaló que “reflejan un apoyo a las atrocidades cometidas por los terroristas de Hamás, avivan el anti semitismo, afectan   los representantes del Estado de Israel y amenazan la paz de la comunidad judía en Colombia”, así como anunció, como represalia a su osadía de expresar libremente su opinión, que “Israel detiene las exportaciones de seguridad a Colombia”. En respuesta el presidente Petro dijo que “Si hay que suspender relaciones exteriores las suspendemos. No apoyamos genocidios. Al presidente de Colombia no se le insulta”.

Como era de esperar, la extrema derecha y los medios de comunicación monopólicos condenaron esa postura de soberanía nacional, solidaridad con el pueblo Palestina y de defensa del derecho internacional de la paz, y cerraron filas a discreción del régimen fascista de Israel.

Pero, como nunca antes, la solidaridad de los pueblos del mundo con el hermano pueblo de palestina empezó a sentirse masivamente en los cinco continentes, multitudes se han expresado contra las atrocidades de Israel al atacar a la población civil. Se destaca que sectores del pueblo judío se han manifestado contra la matanza. Por su gran significado reproducimos la oración de un activista judío ante una manifestación antisionista de la comunidad judía en Nueva York: “Como judíos neoyorkinos, estamos aquí para decir ¡NO EN NUESTRO NOMBRE! En una prisión a cielo abierto, donde 2.2 millones de personas viven, casi la mitad son niños que están ahora sin comida y sin agua, sin electricidad, ni combustible y están siendo bombardeado, están siendo rociados con fósforo blanco, están atrapados, ¡esto es genocidio, es un genocidio, así es!, y Estados Unidos no hace nada; como judíos neoyorkinos estamos aquí para decir ¡No en nuestro nombre!” 

“¡No en nuestro nombre! ¡No en nuestro nombre!”, gritó la multitud.

Finalmente, el doctor Gabor Maté, judío sobreviviente de Auschwitz, en un artículo reciente expresa su contundente rechazo al sionismo. A continuación la reproducción de algunos párrafos: “Soy un superviviente del Holocausto, era un bebé. Mis abuelos fueron asesinados en Auschwitz y la mayor parte de mi familia fue asesinada. Me convertí en sionista debido a ese sueño del pueblo judío resucitado en su patria histórica, en reemplazar la alambrada de Auschwitz por las fronteras de un estado judío con un ejército poderoso. Luego descubrí que no era exactamente así, que para hacer realidad este sueño judío teníamos que imponer una pesadilla en la población local.

… Los historiadores judíos israelíes han demostrado sin lugar a dudas que la expulsión de los palestinos fue persistente, generalizada, cruel, asesina y con intención deliberada: eso es lo que se llama la ‘Nakba’ en árabe; el “desastre” o la “catástrofe”.  Hay una ley que dice que no se puede negar el Holocausto, pero en Israel no se permite mencionar la Nakba, aunque sea la base misma de la fundación de Israel. Visité los Territorios Ocupados (Cisjordania) durante la primera intifada.  Lloré todos los días durante dos semanas por lo que vi; la brutalidad de la ocupación, el acoso mezquino, su carácter asesino, la tala de los olivares palestinos, la negación de los derechos de agua, las humillaciones… y esto continuó, y ahora es mucho peor que entonces.

Es la operación de limpieza étnica más larga de los siglos XX y XXI. …Entonces tienes a esta gente miserable apiñada en esta horrible… la gente la llama una ‘prisión al aire libre’, que es lo que es.  No es necesario apoyar las políticas de Hamás para defender los derechos de los palestinos, eso es una completa falsedad.  Piensas que lo peor que puedes decir sobre Hamás, multiplícalo mil veces, y aun así no se enfrentará a la represión, los asesinatos y el despojo que los israelíes infligen sobre los palestinos. La frase: ‘Cualquiera que critique a Israel es un antisemita’, es simplemente un intento atroz de intimidar a las buenas personas no judías que están dispuestas a defender lo que es verdad”.

@TrinoSocialista

*Miembro de la Red Socialista de Colombia.

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.