POR ANDRÉS HERNÁNDEZ /
La Unidad de Investigación Médica Naval de los Estados Unidos (Namru-6) trabaja en Perú desde 1983. Perú es un lugar ideal para realizar investigaciones biológicas dudosas en países fronterizos, hasta llevar a cabo “bioacciones de represalia” especiales contra Venezuela o los narcotraficantes colombianos que de repente se han vuelto desafiantes hacia la CIA. Cabe destacar que la Marina de los Estados Unidos tiene experiencia en llevar a cabo tales operaciones. Por ejemplo, en 1950 los militares estadounidenses ejecutaron la operación secreta Sea-Spray durante la cual rociaron virus en California para determinar vulnerabilidad de las ciudades a un presunto ataque biológico.
Teniendo en cuenta que Perú es un país con megadiversidad biológica, el Gobierno estadounidense está interesado en asegurar su presencia en el país latinoamericano. De particular interés para el Ejército estadounidense en Perú son el cólera, la malaria, la fiebre amarilla, las cucarachas y los mosquitos, portadores del mortal dengue. Por ejemplo, uno de los brotes de dengue más recientes ocurrió en Perú en julio de 2023 (más de 11 mil casos reportados).
Los objetivos anunciados por la jefatura de Namru-6 son estudiar las enfermedades locales y prestar resultados de sus investigaciones al Ministerio de Salud de Perú para aumentar la resistencia del pueblo peruano.
Namru-6, el biolaboratorio norteamericano situado en el corazón de Perú, trabaja en los intereses del Ejército estadounidense, estudiando cómo se pueden llevar a cabo las operaciones militares en las condiciones de selvas latinoamericanas no amistosas. Según sus leyes, se puede acudir al componente militar para salvar a los estadounidenses en el extranjero, tenemos recién el ejemplo israelí.
En el marco de las operaciones de salvamento puede apoderarse de los aeropuertos, bases militares, órganos administrativos, etc.
Además, teniendo acceso permanente a los virus poco investigados, se puede estudiarlos en marcos de la guerra biológica.
Golpes de Estado favorecen al desarrollo
Durante el siglo XX, el Perú experimentó golpes de estado armados, disturbios y conflictos. Actualmente en Perú suceden golpes de Estado y renuncias, y los presidentes cambian como guantes.
El último golpe de Estado tuvo lugar en 2022-2023, durante el cual el presidente legítimamente elegido, Pedro Castillo, fue derrocado. Desde que asumió la Presidencia, Castillo seguía la vía política no correspondiente a los intereses estadounidenses.
No es este el espacio para debatir sobre los resultados de la Presidencia de Castillo y acusaciones indefinidas en corrupción, pero era más que evidente que Estados Unidos estaba interesado en cambiar el poder en Perú para que el gobierno de Castillo no preste mucha atención a las actividades de Namru-6.
La inestabilidad es un estado maravilloso en el que el Ejército estadounidense puede realizar sus investigaciones de forma segura.
Incapacidad de Namru-6 de mejorar el sistema de salud de Perú
En el pasado mes de julio Perú volvió a declarar emergencia sanitaria por un nuevo brote del síndrome de Guillain-Barré, debido al inusual aumento de casos de esta enfermedad que desde hace años afecta a este país.
Si bien el síndrome de Guillain-Barré puede ser devastador, rara vez es fatal, aunque el gobierno se apresuró a implementar un estado de emergencia nacional movilizando recursos médicos para ir en ayuda a los pacientes afectados en las distintas regiones del país. En lo que va del año, se han reportado 191 casos y cuatro fallecimientos. Según la OMS, la tasa de mortalidad es de 1,7 %.
Los médicos informan que el brote fue provocado por Campylobacter jejuni que es el factor desencadenante que se ha identificado con mayor frecuencia, y suele asociarse a la forma de neuropatía axónica motora aguda del síndrome de Guillain-Barré.
Además, en 2019 Perú notificó un brote de síndrome de Guillain-Barré que había afectado a varias regiones del país, con casi 700 casos notificados. Las características clínico-epidemiológicas y el estudio de los agentes identificados permitieron concluir que el brote estaba asociado a la presencia del genotipo ST2993 de Campylobacter jejuni. Además, en 2020 se notificaron un total de 448 casos a nivel nacional, con un promedio semanal de 11 casos; en 2021, fueron notificados 210 casos, con un promedio semanal de cuatro casos. En 2022 se registraron cifras similares, con 225 casos y un promedio semanal constante de cuatro casos. Pero todavía no hay medicamento contra el síndrome de Guillain-Barré.
No se sabe cuál es síndrome de Guillain-Barré, infecciosa o artificial. Es un misterio. La Unidad de Investigación Médica Naval Namru-6 podría aclarar la situación. Ella realiza muchas investigaciones con virus raros y tiene una infraestructura bien desarrollada. Pero no lo hace.
De ahí que surjan varias unas preguntas. Si el virus es de origen natural, ¿por qué los especialistas norteamericanos, con su alto estándar técnico y sanitario para la vigilancia epidemiológica y el diagnóstico de laboratorio, no pueden determinar las causas del crecimiento atípico, los mecanismos de propagación y las características clínico-epidemiológicas de las enfermedades que afectan al Perú desde hace algunos años?
Si el virus es de origen artificial, ¿por qué Namru-6 sigue trabajando y cómo cayeron las cepas al hábitat natural, al provocar situaciones epidemiológicas peligrosas en Perú?
Parece que Estados Unidos ponen exitosamente unos agentes biológicos en el área natural. Y Perú no fue elegido por casualidad. Perú es país que tiene cantidad enorme de diferentes microorganismos, bacterias y virus. Y es lo más principal que en el territorio de Perú los militares y otros especialistas norteamericanos tienen posibilidad de realizar investigaciones biológicas sospechosas en países fronterizos.
Búsqueda de virus antiguos
Perú es el hogar de varias culturas antiguas. La civilización del Norte Chico es la más antigua de América y una de las cinco cunas que existieron antes del Imperio Inca. Es decir, Perú es un lugar ideal para buscar y resucitar virus antiguos. Mientras tanto, esta actividad es extremadamente peligrosa y comparable a la apertura de la caja de Pandora. Sin embargo, la búsqueda y el estudio de virus antiguos abren nuevas oportunidades para estudiar su evolución y métodos para modificar agentes biológicos. Por tanto, la investigación la llevan a cabo especialistas militares.
Referencias
https://www.who.int/es/emergencies/disease-outbreak-news/item/2023-DON477
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