POR PATRICK GREENFIELD /
El exinsurgente convertido en Presidente de Colombia dice que, ante la necesidad de reducir su consumo de carbono, las clases altas temen que “vengan los bárbaros”.
El temor de la clase media a perder un alto nivel de vida debido a las políticas verdes está impulsando el ascenso de la extrema derecha en todo el mundo, advirtió el presidente de Colombia.
En una amplia entrevista con The Guardian en la cumbre climática de la ONU COP28, Gustavo Petro, el primer presidente de izquierda de Colombia, dijo que el mundo tenía que encontrar formas de ser próspero sin emisiones de carbono, y que la rica biodiversidad de su país sería la base de su riqueza después de eliminar gradualmente los combustibles fósiles.
El país suramericano se ha unido a una alianza de Estados que piden un tratado de no proliferación de combustibles fósiles, y Petro dijo que estaba tratando de evitar el “omnicidio del planeta Tierra”.
El exguerrillero de 63 años, que llegó al poder en 2022, dijo que Brasil necesita “transformar su mentalidad” sobre la Amazonía para evitar su destrucción. Petro no ha estado de acuerdo con el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, sobre el papel de la exploración petrolera en la selva tropical más grande del mundo, algo que el mandatario colombiano ha tratado de descartar.
Dijo que la conservación de la selva amazónica era una parte fundamental de la acción climática global y que los colombianos entendían bien su importancia.
Colombia se ha convertido en una voz líder en la COP28 en las primeras negociaciones sobre la eliminación gradual de los combustibles fósiles, a pesar de que el país es un importante productor de carbón, petróleo y gas.
“Todo consumo que haga sentir comodidad, prosperidad y un alto nivel de vida en Estados Unidos, Europa y otras sociedades, como China, se basa en el consumo intensivo de carbono. Cuando se propone la descarbonización, esa base desaparece. Por supuesto que es difícil presentar una alternativa”, dijo Petro.
“La lucha contra la crisis climática pone en peligro [esa prosperidad], la niega, y en esa medida hay un miedo creciente en las clases medias y altas del mundo sobre lo que significa el salto a una economía descarbonizada”.
“Creo que el ascenso de la extrema derecha está impulsado fundamentalmente por el miedo”, afirmó. “El miedo pesa sobre la mentalidad de las clases medias, muy poderosas en Europa y Estados Unidos, de perder el consumo, el confort, el nivel de vida, que sin duda puede crecer con la transformación”.
Advirtió que se necesitan medidas urgentes para reducir las emisiones con el fin de evitar que más personas se vieran obligadas a abandonar sus hogares debido a la crisis climática.
“Los flujos migratorios van a aumentar en el mundo si no actuamos rápidamente. Y es simplemente porque los trópicos se están quedando sin agua. La migración crecerá hasta convertirse en cientos de millones. Esto es previsible, por lo que está surgiendo una construcción, como en Alemania en los años 1930, basada en el miedo a la diferencia”.
“Y las políticas antiinmigración se profundizan, las clases media y alta, incluso en la Europa blanca, comienzan a construir una sensación de barbarie, de los bárbaros que están llegando”, dijo.
El martes 5 de diciembre en la COP28, Colombia se unió a la Beyond Oil & Gas Alliance, una coalición de gobiernos y organizaciones que trabajan para facilitar la eliminación gradual de la producción de petróleo y gas. Petro reconoció que los combustibles fósiles eran la base de gran parte de la economía actual de Colombia, pero dijo que eso cambiaría una vez que terminara la producción.
“La biodiversidad, en mi opinión, es la fuente de nuestra nueva riqueza y Colombia podría alcanzarla”, afirmó. “Los países con mayor biodiversidad del mundo, en orden, son Brasil, Colombia y Venezuela. Si nos damos cuenta, tenemos nuestra riqueza allí”.
Petro fue una voz destacada que pidió el fin de la exploración de combustibles fósiles en el Amazonas en una cumbre en agosto organizada por Lula para coordinar su conservación. A pesar de los avances en la desaceleración de la tasa de deforestación en Brasil, Lula ha proseguido la exploración petrolera en áreas ecológicamente sensibles, y Brasil se unirá al cártel petrolero de la OPEP en 2024.
Cuando se le preguntó sobre su desacuerdo con Lula sobre el papel de la exploración petrolera, Petro dijo que se debía a diferentes contextos nacionales.
“La selva amazónica, con el aumento de las temperaturas, puede arder, con lo que toda esa masa de CO2 absorbida durante milenios regresa a la atmósfera. Ése es uno de los puntos de no retorno. Entonces, cuidar la selva amazónica es uno de los mayores objetivos de la lucha contra la crisis climática”.
“Hemos reunido a los gobiernos responsables de la selva, en Leticia, Colombia y en Belém do Pará, en Brasil; el presidente Lula ha estado presente en todos estos eventos. Brasil tiene que pasar por una transformación de su mentalidad”.
“Es mucho más fácil en Colombia. En Colombia entendemos la importancia de la selva, aunque hay factores depredadores que tienen que ver con la minería ilegal y el lavado de dinero asociado al narcotráfico, que se ha convertido en un motor de depredación allí”, dijo el presidente Petro. “Sin embargo, -agregó- en Brasil la idea de transformar la selva en grandes plantaciones agrarias, en grandes latifundios, se viene desarrollando desde hace mucho tiempo. Muchos líderes indígenas y ambientalistas han muerto, han sido asesinados, a causa de esa lucha.
“Políticamente es difícil en Brasil proponer la idea de salvar la selva y no explotarla comercialmente, sus tierras, sus territorios. Por eso era posible un Bolsonaro”, afirmó.
The Guardian, Londres.