POR GILBERTO OSPINA MARROQUÍN /
Rosa Luxemburgo es un ejemplo de vida. Al superar su estado de salud desde los cinco años y salir adelante como mujer revolucionaria, nos ha enseñado que la revolución social es vida, y más, la Revolución Socialista es vida para la humanidad.
Para los Socialistas Revolucionarios no es posible dejar pasar la fecha de su nacimiento hace 151 años, (5 de marzo de 1871).
Este pequeño homenaje es el reconocimiento a las ideas de Rosa Luxemburgo, ella ha trascendido en el tiempo y sus aportes materializados en sus obras se han convertido en clásicos del marxismo. Hay que señalar la importancia que para la formación política de generaciones de militantes revolucionarios han tenido textos como Reforma o revolución y Huelga de masas, partido y sindicatos, La Revolución Rusa, entre otros.
Rosa Luxemburgo es una llama que ha sido imposible apagar, su lucha en vida contra el capitalismo la convirtió en una brillante oradora y la colocó como una de las intelectuales del marxismo revolucionario y del internacionalismo para construir una nueva sociedad, el Socialismo. Su independencia de criterio, su tenaz honestidad intelectual, su lealtad a los principios, la convirtieron en una condenada por la burguesía, los capitalistas y por el estalinismo. Por su parte, la socialdemocracia y sectores del anarquismo han pretendido oponerla a Lenin y los bolcheviques, convirtiendo lo que fueron discrepancias tácticas y coyunturales en diferencias de principios.
En este mes de conmemoración de la mujer, específicamente el 8 de marzo, no se puede dejar de un lado a la que contribuyó a la lucha por la emancipación de la mujer trabajadora, la amistad con su camarada Clara Zetkin fue propicia para fundar el movimiento de mujeres socialistas de la Segunda Internacional. Defendió siempre que la liberación de la mujer era una tarea inseparable de la lucha de clases y el derrocamiento del orden burgués.
La actividad de Rosa Luxemburgo en este terreno no se detuvo. En las II Jornadas de Mujeres Socialdemócratas, celebradas en Stuttgart el 12 de mayo de 1912, Rosa presentó una ponencia titulada El voto femenino y la lucha de clases. En ese momento la batalla por conquistar el voto de la mujer era un eje importante de la agitación política del movimiento socialista.
La construcción de una nueva sociedad socialista, liberada de todo tipo de opresión y basada en la igualdad, la fraternidad y en la solidaridad es el motor que nos inspira, por ello exhortamos a la lectura de sus textos y el estudio permanente. En su natalicio 150 nuestro portal La Rosa Roja realizó un homenaje en el que se resalta su obra y la vigencia de su pensamiento, a cuyo contenido se puede acceder en el siguiente link:
Aquí se pueden encontrar conexiones donde se amplía el estudio sobre la vida de esta revolucionaria socialista y sus importantes aportes filosóficos, políticos y económicos.
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