POR IVÁN GABRIEL CORREDOR CORREDOR /
La derecha en Colombia se está reagrupando en un solo sector conformado por el Centro Democrático, Cambio Radical, MIRA, Partido de la U, parte de la Alianza Verde, Colombia Renaciente, el Nuevo Liberalismo, Colombia Justa Libres, parte de los partidos Liberal y Conservador, entre otros. Sumado a ellos se encuentra el gran capital empresarial expresado en el sector financiero, los medios de comunicación, el sistema de seguridad social con las aseguradoras, los fondos privados de pensiones y las Entidades Promotoras de Salud (EPS). Asimismo, las constructoras, concesionarios, parte de los comerciantes expresados en Fenalco, parte de los industriales representados por la ANDI, un sector de la fuerza pública y los terratenientes dueños de la tierra agremiados en Fedegán.
Estas agremiaciones representan a los grandes propietarios de la tierra, los dueños del capital, los herederos y huérfanos del poder institucional. Defienden los intereses de su clase, aquella que ha parasitado el trabajo y saqueado el Estado y la naturaleza. Se comunican y coordinan con la derecha reaccionaria de Latinoamérica, entre los que destacan Milei en Argentina, Dina Boluarte en Perú, José Antonio Kast en Chile, Noboa en Ecuador, Bolsonaro en Brasil, Corina Machado en Venezuela. Y tienen de ejemplo a la derecha internacional de Trump, Netanyahu, Vox y Le Pen.
Esta fuerza obtuvo cerca de 10.600.000 votos en las elecciones presidenciales de 2022 y el 36,6 % de las Gobernaciones y el 40,0 % de las alcaldías en 2023, como se observa en los mapas 1 y 2. No es sorpresa entonces que la marcha del pasado domingo 21 de abril de 2024 fuese relativamente masiva.
Decimos relativamente porque si el Gobierno no tuviese resultados concretos que mostrar, en términos de la reducción de la pobreza multidimensional, el desempleo, la inflación, el precio del dólar, la apertura de la frontera con Venezuela, la protección de la Amazonía, las medidas especiales en la Guajira y la costa Pacífica, la política de paz, la política internacionalista en defensa del pueblo palestino, entre otras; sin duda asistiríamos a un desbordamiento de las movilizaciones reaccionarias, verbigracia de la capacidad de convocatoria que tienen en términos financieros y mediáticos.
Mapa 2. Distribución de las nuevas autoridades municipales según posición frente al gobierno nacional, 2023.
Se nos dice entonces que tenemos que escuchar sus demandas y reclamos. Pero ¿Cuál es el mensaje principal? ¡Fuera Petro!, gritan a viva voz. Los medios toman fotos, ponen analistas sesgados y difunden su mensaje masivamente. Están jugados, al todo o nada. Es evidente que se están reagrupando en un solo bloque, no solo para disputarse las siguientes elecciones a Cámara, Senado y Presidencia de la República, sino para imposibilitar los anhelados cambios sociales. Quieren ser hegemonía, buscan obtener la iniciativa política.
En el otro lado, nos encontramos quienes vivimos de nuestro trabajo, el sujeto plural que se levantó en el estallido social, principalmente los jóvenes estigmatizados y perseguidos por la Policía, las madres cabeza de familia que se rebuscan en la informalidad, los ancianos y ancianas sin la posibilidad de pensionarse, los docentes precarizados, las organizaciones de mujeres, las comunidades indígenas, el pueblo negro, las comunidades LGTBI, el movimiento ambiental, las organizaciones sindicales; Fecode, las organizaciones campesinas, las víctimas que buscan la verdad, la justicia y la reparación integral. Quienes defendemos la causa palestina por la libertad y la vida. En pocas palabras, los desposeídos, “los y las nadie”. Una fuerza de alrededor de 11.300.000 sufragantes que buscan un país distinto.
Somos el esfuerzo de generaciones enteras por transformar este país. El resultado de las luchas del pasado, desde Simón Bolívar, Benkos Biohó, María Cano, Ignacio Torres Giraldo, pasando por Jorge Eliecer Gaitán, Jaime Garzón, Carlos Pizarro, hasta las voluntades del presente con Gustavo Petro y Francia Márquez.
No olvidamos a los jóvenes de Soacha y sus madres, a nuestros mártires como Dilan Cruz, Santiago Murillo, Lucas Villa; a Juanita y Andrea, víctimas de violencia sexual por parte de la Policía el 02 de mayo de 2021, en Palmira Valle del Cauca. A pesar de los asesinatos, la represión, los miles de muertos, seguimos en pie de lucha por un país al alcance de nuestros sueños.
La unidad, resistencia, voluntad y solidaridad, nos ha permitido avanzar paso a paso. Hoy tenemos organizaciones políticas y sociales que antaño no existían. Poseemos una conciencia y un nivel organizativo mayor. Aunque no están exentos de crítica, existen partidos que defienden los intereses del pueblo trabajador y variopinto, como Soy porque Somos, PTC, Polo Democrático, Colombia Humana, MAIS, Partido Comunista, Independientes, Unión Patriótica, Todos Somos Colombia, parte de la Alianza Verde, parte de los liberales, entre otros, agrupados alrededor del Pacto Histórico.
A lo que asistimos entonces, es a una agudización de la crisis política nacional. O seguimos pidiendo permiso para entrar o escogemos empujar las puertas de la constituyente popular. Que todo siga igual o que todo cambie. Este es el panorama.