Biodiversidad y numerología

POR ARMANDO PALAU ALDANA

En 1997 con recursos del Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente de la capital vallecaucana, se publicó una cartilla denominada “Cali: la ciudad de los 7 ríos”, alterando la realidad y enlistando únicamente al Aguacatal, Cali, Cañaveralejo, Cauca, Lili, Meléndez y Pance, con base en un estudio de caracterización de una firma consultora, dejando por fuera por lo menos, a los ríos Jamundí, Felidia y Pichindé, sin ton ni razón.

Es probable que la numerología como práctica ancestral que relaciona los números con cualidades espirituales, a la que muchos acuden buscando significados ocultos de la vida y el universo, haya influido para resaltar el 7 como número al que se le adjudican significados místicos, reduciendo los ríos de la “sucursal del cielo”. Ciertamente la numerología fue utilizada por los primeros matemáticos, sin que por ello sea más que una pseudociencia.

El ministro de la propaganda nazi, Joseph Goebbels, estableció los Principios de Simplificación y Orquestación, sugiriendo una única idea o símbolo combinado con la incansable reiteración de falsas ideas sin fisuras ni dudas, para tratar de convertir una mentira en verdad, es decir, mentir afirmando que Cali es la ciudad de los 7 ríos, conlleva una peligrosa táctica fascista como constante de la propaganda ambiental estatal.

Varias piezas publicitarias de la COP16 están repitiendo esta falacia, en la que unos pocos héroes ambientales conjugados con otros recién inventados hacen semejante afirmación, lo que demuestra que se publica un traslapado estado del arte o inventario de elementos vitales de la biodiversidad caleña como sus fuentes superficiales de agua. Si en esto tan sencillo mienten imaginen en el resto de los elementos de diversidad biológica.

La Federación Ambientalista Amigos de la Tierra (2022) ha documentado como la biodiversidad está en crisis, afirmando que más de un millón de especies se encuentran en peligro de extinción, lo que supone el mayor nivel de riesgo para el sistema planetario. Pero sectores farmacéuticos y de biotecnología tratan de moldear políticas que les garanticen acceso irrestricto a recursos genéticos y al mercadeo de productos transgénicos.

Demuestran como grandes sistemas financiero, manufacturero y extractivista de recursos naturales, congregados en el Foro Económico Mundial y el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible, acuden a la compensación, la autocertificación y la autorregulación como medidas alternativas que proyectan la impresión de ser acciones equitativas, garantizando la permanencia de sus negocios y ganancias.

Panorámica del sector emblemático de Cali.

Este galimatías o lenguaje confuso, se evidencia en el acceso a la información en la página Cop16colombia.com sobre la zona azul de negociación, no obstante ser el castellano el idioma oficial de Colombia (Constitución, artículo 10), la aparente versión en español está en inglés no en un diagrama traducible sino en una imagen y con siglas, para que no haya acceso a esta información donde se negocia nuestra biodiversidad en lengua anglosajón.

Muy seguramente en medio de tanto espectro confidencial, que conjuga el esoterismo que congrega corrientes de pensamiento marginal con componente de ocultismo o sociedades secretas, en el que han quedado atrapados falsos actores ambientales por el despeñadero de la ingenuidad que busca afanosamente moneditas, con un tinglado pre COP16, como el de la Jornada mundial de 13 días de oración por el cuidado de la creación.

Por ello nos hemos propuesto la COP Divergente como epicentro del análisis y la crítica, durante tres días de conversatorios versus 12 días de negocios del establishment, con un temario que se viene construyendo de consenso como parte de la defensa de la biodiversidad y de la exclusiva soberanía popular, para acercar expresiones que hoy luchan por resolver problemáticas ambientales hacia una agenda alternativa que supere el capitalismo del desastre de los seres humanos y de la naturaleza.

Ese tinglado de la COP16 se parece al tango Camouflage (1960) de Francini y García: “En el corso de la vida todo el año es carnaval. / Con careta de angelito disfrazado va el chacal, / el perdido de decente, el viejo de joven va, / el farrista de hombre serio y el manguero de pashá. / El palmao las va de atleta con hombreras de algodón, / la viejita de pebeta con vestido bien cortón. / Y así va la caravana dedicándose a fingir / porque sabe que sin grupo no es posible ya vivir”.