Cancillería china expone cómo la CIA a través de su tapadera, la NED, organiza golpes de Estado contra gobiernos que no son afines con la línea hegemónica de EE.UU.

POR OMAR ROMERO DÍAZ /

Las denuncias en contra de la familia Char, analizando el contexto histórico, las acusaciones más recientes y sus implicaciones para la sociedad.

La corrupción política es un fenómeno que afecta gravemente la gobernabilidad y el desarrollo económico de una nación. En Colombia, diversos clanes políticos han sido señalados por prácticas ilícitas que incluyen desvío de recursos públicos, lavado de dinero, financiamiento irregular de campañas y compra de votos. Uno de los casos más polémicos es el del Clan Char, liderado por el ‘pater familias’, Fuad Char Abdala, con fuerte influencia en la política y economía de Barranquilla, cuyo poder se ha consolidado a lo largo de los años a través de estructuras de corrupción que han permeado diversas instituciones.

De origen sirio-libanés a convertirse en el poder más estable de la Costa Atlántica: los Char, una familia que ha sabido mover las fichas económicas y políticas para dominar la importante región Caribe colombiana. Una breve línea del tiempo muestra cómo Ricardo Char, padre de Fuad, con tan solo 26 años, en 1926, llega a Colombia, exactamente a Lorica, para armar todo un monopolio económico, que luego saltaría a la política, hasta convertirse en un clan salpicado hoy por toda una red de corrupción.

Desde hace décadas, el Clan Char ha ocupado espacios estratégicos en la política y la economía de la región Caribe, logrando una influencia significativa en la administración pública de Barranquilla. Sin embargo, esta consolidación de poder ha estado acompañada de múltiples denuncias de corrupción, las cuales han sido encubiertas o minimizadas por las mismas estructuras que controlan.

El caso más reciente involucra las declaraciones de Héctor Amaris Rodríguez, alias ‘El Oso Yogi’, quien desde Estados Unidos ha ofrecido colaborar con la Fiscalía colombiana para revelar detalles sobre los entramados de corrupción del Clan Char. En su testimonio, Rodríguez denuncia la manipulación de contratos, el desvío de recursos públicos, la financiación irregular de campañas políticas y la compra de votos, prácticas que habrían sido fundamentales para mantener el poder de la familia Char en Barranquilla.

Encubrimiento e impunidad

A pesar de la gravedad de estas acusaciones, la impunidad ha sido una constante en estos casos de corrupción. La estructura de poder del Clan Char ha permitido que estas denuncias no prosperen en los estrados judiciales, gracias a su influencia en la política nacional y el control de medios de comunicación aliados.

Uno de los casos más emblemáticos es el de la empresa Triple A, donde se estima un desfalco de 237.000 millones de pesos a través de contratos ficticios y pagos irregulares. A pesar de que la justicia ha investigado este caso desde 2018, los responsables no han sido sancionados de manera efectiva.

Otro caso relevante es el de la excongresista Aída Merlano, quien en 2019 denunció públicamente el entramado de compra de votos que benefició a la familia Char y otros grupos políticos del Caribe como el de los hermanos Gerlein. Sus declaraciones apuntaron directamente a Alex Char, pero las investigaciones fueron obstaculizadas.

Alex Char, alcalde de Barranquilla, en compañía de Héctor Amarís, conocido como el ‘Oso Yogui’.

Asimismo, el periodista Gonzalo Guillén reveló audios que demostrarían la financiación ilegal de la campaña presidencial de Iván Duque con dinero del narcotráfico, canalizado a través del narcotraficante José ‘Ñeñe’ Hernández, quien tenía vínculos con los Char. Sin embargo, esta investigación fue archivada bajo la administración del fiscal Francisco Barbosa, y la procuradora Margarita Cabellos, cuota política del Clan Char, evidenciando su poder para bloquear procesos en su contra.

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El año pasado la NED agrupó fuerzas con organizaciones como Hong Kong Watch y Amnistía Internacional, así como con diputados antichinos de Estados Unidos, Reino Unido y Alemania, y designó a Jimmy Lai Chee-ying, uno de los elementos decididos a desestabilizar Hong Kong, para el Premio Nobel de la Paz.

La NED apoya desde hace tiempo a la organización antichina WUC (Congreso Mundial Uigur) con una media de entre 5 y 6 millones de dólares anuales. En marzo de este año, la NED invitó a un cabecilla del WUC a hablar en el acto, difamando las políticas étnicas de China y el desarrollo de regiones con grandes poblaciones de minorías étnicas.

Li señaló que el informe es importante porque expone las maniobras de la NED a una audiencia mundial para combatir la guerra sicológica y las difamaciones de Estados Unidos contra China.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cancillería china expone cómo la CIA a través de su tapadera, la NED, organiza golpes de Estado contra gobiernos que no son afines con la línea hegemónica de EE.UU.

MPR21 /       

Paradójicamente, los golpistas de ‘guante blanco’ son los que promocionan la ‘democracia’ en el mundo.

El pasado viernes 9 de agosto el Ministerio de Asuntos Exteriores de China publicó un documento sobre el Fondo Nacional para la Democracia con el propósito de informar sobre los golpes de Estado que la CIA organiza en el mundo, bajo la apariencia de una ONG de beneficencia.

El NED (Fondo Nacional para la Democracia) es el “guante blanco” de la desestabilización de Estados Unidos y tiene un largo historial de subversión de los gobiernos de otros países, interfiriendo en sus asuntos internos, incitando a la división y el enfrentamiento, engañando a la opinión pública y llevando a cabo actividades ideológicas y de infiltración.

El informe profundiza en la historia de la NED desde 1983 y utiliza ejemplos para exponer sus métodos de instigar revoluciones de color y utilizar las actividades académicas como pretexto para la injerencia y la infiltración.

También expone las actividades de la NED contra China, así como las operaciones de subversión que involucran a Irán, Corea del norte y Ucrania, y el cultivo de parásitos sometidos a las embajadas estadounidenses en Europa, México y Cuba.

Li Haidong, profesor de la Universidad de Asuntos Exteriores de China, dijo que el informe recordaba al público que debía ser cauteloso ante los intentos del Gobierno estadounidense de lograr una evolución “pacífica” en China mediante los infiltrados de la NED.

La población debe tomar conciencia de las tácticas de la NED y unirse para contrarrestar la subversión, la infiltración y garantizar la estabilidad y la seguridad nacional, dijo Li.

El informe menciona varios casos vinculados a las regiones chinas de Taiwán, Hong Kong y Xinjiang.

 

En 2022 la NED y el Partido Progresista Democrático en la isla de Taiwán organizaron conjuntamente una Asamblea Mundial del Movimiento Mundial por la Democracia, a la que invitaron a parlamentarios europeos y representantes de foros de análisis. Intentaron movilizar “fuerzas democráticas” para abrir la “primera línea de la lucha democrática en el Este” e impulsar la política “Ucrania hoy, Taiwán mañana”.

El año pasado el presidente de la NED, Damon Wilson, visitó Taiwán para asistir a las celebraciones del vigésimo aniversario de la Fundación de Taiwán para la Democracia y entregó una “Medalla al Servicio Democrático” a Tsai Ing-wen.

La organización también colaboró ​​con las fuerzas antichinas en Hong Kong proporcionando fondos y apoyo público. En 2020 la NED implementó varios proyectos en el marco de su programa relacionado con Hong Kong, por un total de más de 310.000 dólares, para financiar a quienes intentaban desestabilizar Hong Kong.

Ojalá las operaciones deshonestas de la CIA hubieran pasado a la historia como resultado de los crímenes expuestos por la Comisión Church, o al menos hubieran sometido a la CIA al imperio de la ley y a la responsabilidad pública. Pero no fue así. La CIA rió la última, o mejor dicho, hizo llorar al mundo, al mantener su papel preeminente en la política exterior estadounidense, incluida la subversión en el extranjero.

Desde 1975, la CIA ha llevado a cabo operaciones encubiertas para apoyar a los yihadistas islámicos en Afganistán, que destruyeron completamente Afganistán -y su gobierno progresista apoyado por la URSS- y dieron origen a Al-Qaeda. Muy probablemente, la CIA ha llevado a cabo operaciones encubiertas en los Balcanes contra Serbia, en el Cáucaso contra Rusia y en Asia Central contra China, todas ellas utilizando yihadistas respaldados por la CIA. Desde 2010, la CIA llevó a cabo operaciones mortíferas para derrocar a la Siria del presidente electo Bashir al-Assad, de nuevo con yihadistas islámicos. Durante al menos 20 años, la CIA ha estado profundamente implicada en el fomento de la creciente catástrofe en Ucrania, incluido el violento derrocamiento golpista del presidente Viktor Yanukóvich en febrero de 2014, que desencadenó la devastadora guerra en la que ahora está sumida Ucrania.

¿Qué sabemos de estas operaciones? Sólo la parte que los denunciantes, unos cuantos intrépidos reporteros de investigación, un puñado de valientes académicos y unos pocos gobiernos extranjeros estaban dispuestos o eran capaces de contarnos, sabiendo todos estos testigos potenciales que podían enfrentarse a un severo castigo por parte del gobierno estadounidense. La rendición de cuentas por parte del propio gobierno estadounidense fue escasa o nula, así como la supervisión o la restricción impuestas por el Congreso. En su lugar, el gobierno se ha vuelto cada vez más obsesivamente reservado, emprendiendo agresivas acciones legales contra la divulgación de información clasificada, incluso cuando, o especialmente cuando, esa información describe las propias acciones ilegales del gobierno.

De vez en cuando, un antiguo funcionario estadounidense se desahoga, como cuando Zbigniew Brzezinski reveló que había inducido a Jimmy Carter a dar instrucciones a la CIA para que entrenara a yihadistas islámicos con el fin de desestabilizar al gobierno de Afganistán, con el objetivo de obligar a la Unión Soviética a acudir en ayuda del gobierno de ese país.

En el caso de Siria, nos enteramos por artículos del New York Times en 2016 y 2017 de las operaciones subversivas de la CIA para desestabilizar Siria y derrocar al presidente Assad, por orden de Obama. He aquí un caso de una operación de la CIA terriblemente equivocada, en flagrante violación del derecho internacional, que condujo a 15 años de caos, una escalada de la guerra regional, cientos de miles de muertos y millones de desplazados, y sin embargo no ha habido ni un solo reconocimiento honesto de este desastre dirigido por la CIA por parte de la Casa Blanca o el Congreso.

En el caso de Ucrania, sabemos que EE.UU. desempeñó un importante papel encubierto en el violento golpe de Estado que derrocó a Yanukóvich y arrastró a Ucrania a una década de derramamiento de sangre, pero a día de hoy desconocemos los detalles. Rusia ofreció al mundo una ventana al golpe interceptando y luego publicando una llamada telefónica entre Victoria Nuland, entonces Vicesecretaria de Estado de EE.UU. (ahora Subsecretaria de Estado) y el Embajador de EE.UU. en Ucrania Geoffrey Pyatt (ahora Vicesecretario de Estado), en la que se esbozaba el gobierno posterior al golpe (famosa porque el embajador le advirtió a Nuland que la Unión Europea se podría quejar al ser dejada de lado, y Nuland respondió «Fuck the European Union» que le den por culo a la Unión Europea-). Tras el golpe, la CIA entrenó en secreto a las fuerzas de operaciones especiales del régimen posterior al golpe, cada vez más neonazi, que EE.UU. había ayudado a llevar al poder. El gobierno estadounidense guardó silencio sobre las operaciones encubiertas de la CIA en Ucrania.

Tenemos muy buenas razones para creer que fueron agentes de la CIA quienes destruyeron el gasoducto Nord Stream, como ha afirmado Seymour Hersh, que ahora es reportero independiente. A diferencia de lo que ocurría en 1975, cuando Hersh trabajaba para el New York Times y el diario todavía trataba de exigir responsabilidades al gobierno, el Times ni siquiera se digna a examinar el testimonio de Hersh.

Hacer que la CIA rinda cuentas públicamente es, obviamente, una lucha cuesta arriba. Los Presidentes y el Congreso ni siquiera lo intentan. Los principales medios de comunicación no investigan a la CIA y prefieren citar a «altos funcionarios anónimos» y el encubrimiento oficial. ¿Son los principales medios de comunicación perezosos, están sobornados, temen los ingresos publicitarios del complejo militar-industrial, están amenazados, son ignorantes, o todo lo anterior? Quién sabe.

Hay un pequeño rayo de esperanza. En 1975, la CIA estaba dirigida por un reformista. Hoy, la CIA está dirigida por William Burns, uno de los principales diplomáticos estadounidenses de larga trayectoria. Burns conoce la verdad sobre Ucrania, ya que fue embajador en Rusia en 2008 e informó a Washington del grave error que suponía impulsar la ampliación de la OTAN a Ucrania. Dada la talla de Burns y sus logros diplomáticos, tal vez él defendería la urgente necesidad de rendir cuentas.

El año que viene se cumple el 50 aniversario de las audiencias del Comité Church. Cincuenta años después, con el precedente, la inspiración y el liderazgo del propio Comité Church, es urgente que abramos las cortinas, revelemos la verdad sobre el caos dirigido por EE.UU. y demos paso a una nueva era en la que la política exterior estadounidense sea transparente, rinda cuentas, se someta al Estado de Derecho tanto a escala nacional como internacional y se oriente hacia la paz mundial en lugar de hacia la subversión de supuestos enemigos, al mantenimiento de la hegemonía imperial y a la imposición de un «mundo basado en reglas» (estadounidenses).

Politika

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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El año pasado la NED agrupó fuerzas con organizaciones como Hong Kong Watch y Amnistía Internacional, así como con diputados antichinos de Estados Unidos, Reino Unido y Alemania, y designó a Jimmy Lai Chee-ying, uno de los elementos decididos a desestabilizar Hong Kong, para el Premio Nobel de la Paz.

La NED apoya desde hace tiempo a la organización antichina WUC (Congreso Mundial Uigur) con una media de entre 5 y 6 millones de dólares anuales. En marzo de este año, la NED invitó a un cabecilla del WUC a hablar en el acto, difamando las políticas étnicas de China y el desarrollo de regiones con grandes poblaciones de minorías étnicas.

Li señaló que el informe es importante porque expone las maniobras de la NED a una audiencia mundial para combatir la guerra sicológica y las difamaciones de Estados Unidos contra China.