Con una agenda progresista comenzó el Gobierno de Yamandú Orsi del Frente Amplio de Uruguay

El presidente Yamandú Orsi y la vicepresidenta Carolina Cosse, tras juramentarse ante la Asamblea Legislativa saludaron a la ciudadanía que se hizo presente para expresarle su apoyo.

RESUMEN AGENCIAS /

Con la presencia de varios mandatarios latinoamericanos de tinte progresista como Gustavo Petro, Lula da Silva, Gabriel Boric, Luis Arce, Xiomara Castro, Bernardo Arévalo, entre los invitados, se juramentó el pasado sábado 1 de marzo como nuevo presidente de Uruguay, Yamandú Orsi y su compañera de fórmula, la vicepresidenta Carolina Cosse. Es el cuatro Gobierno de la coalición del Frente Amplio en la historia republicana de este pequeño país, incrustado en el Cono Sur.

Durante su discurso de posesión, Orsi se comprometió a desarrollar una agenda de tesitura progresista en las que sobresalieron temas como la mitigación de la crisis climática, atacar las causas de la violencia, avanzar en la integración regional con Mercosur y la Celac, apoyar la educación, la ciencia y la industria, entre otros.

El acto de transmisión de mando estuvo muy emotivo. La militancia del Frente Amplio (FA) ganó las calles montevideanas y las convirtió en una postal tricolor. Le dio la bienvenida a su presidente y vice Yamandú Orsi y Carolina Cosse, rodeándolos de afecto cercano y apoyo popular. La tradicional avenida 18 de julio desde la Plaza del Entrevero hasta el corazón de Montevideo, donde conviven el Palacio Salvo, la Torre Ejecutiva y la estatua del héroe Nacional, José Artigas, era un desfile de banderas rojas, azules y blancas hermanadas con las de Uruguay y una algazara acompañada de bocinazos y gritos de felicidad.

Ante numerosas gobernantes y dirigentes del mundo, el nuevo presidente del Uruguay, Orsi, juró el pasado sábado 1 de marzo ante la Asamblea Legislativa junto con la vicepresidenta, Carolina Cosse, con la promesa de “construir un Uruguay mejor” y con un discurso que mantiene vivo el debate en la región y es la antítesis de las expresiones de extrema derecha que se imponen en parte del mundo y se potencian desde la actual Argentina.

En su jura, el nuevo mandatario destacó el diálogo y condenó los “fundamentalismos” y la “antipolítica”. Dejó en claro que su intención es gobernar contra las desigualdades, a favor de la expansión del trabajo y la producción, el medioambiente, la ciencia y los acuerdos. Sobre esto último, dedicó varios tramos a destacar la capacidad de diálogo de la clase política uruguaya.

Adelantó que entre sus propuestas en materia de relaciones exteriores buscará avanzar en acciones y acuerdos en el Mercosur y trabajar por el reforzamiento de la Celac.

El nuevo Gobierno del Frente Amplio del Uruguay liderado por Yamandú Orsi y Carolina Cosse se comprometió a sacar aderlante una agenda con sello social.

Un plan de Gobierno con sello social

Dejó en claro que su agenda estará vinculada con la ampliación de derechos, la protección al pueblo trabajador, el cuidado del agua como recurso vital y codiciado, y la generación de políticas ante el cambio climático.

Se pronunció también a favor de “reconstruir la convivencia” y en ese sentido habló de combatir fuertemente el delito, pero advirtió que para ello se deberán atacar “las múltiples causantes de la violencia”, entre las que destacó “el narcotráfico y el lavado de activos”. Para ello comprometió la colaboración de “los países hermanos”.

Orsi afirmó que esta vuelta al gobierno de su espacio político, el Frente Amplio, tras el período de cinco años del conservador Luis Lacalle Pou, no es “con la verdad revelada, ni tampoco con el afán de cobrar cuenta alguna”, pero sí, dijo “con la certeza de que las causas de un pueblo no admiten la menor demora”. En ese sentido destacó que una de las deudas sociales que enfrenta es la pobreza infantil, la que prometió combatir con especial énfasis, y aprovechó el contexto para criticar los actuales discursos de la supuesta “libertad” que también circulan en el Uruguay.

El presidente Yamandú Orsi da su primer discurso, tras posesionarse, ante la Asamblea Legislativa del Uruguay.

“¿Qué libertad puede ejercerse en medio de la desigualdad colectiva?”, se preguntó. “La buena salud de la democracia está asociada al logro de ciertos estándares de bienestar. Los gobernantes están para mejorar la vida de los orientales. La única ambición es la búsqueda de la pública felicidad”., aseguró.

Orsi, profesor de historia de 57 años, casado con Laura Alonso Pérez y con dos hijos adolescentes, fue gobernador durante diez años del departamento de Canelones y asumió la Presidencia a 40 años del regreso de la democracia al Uruguay, tras la dictadura que se impuso entre 1973 y 1985. Fue una oportunidad para que el mandatario abriera su discurso recordando que aquella época sangrienta y de “saqueo” produjo “secuelas que continúan hasta hoy”, por lo que se mantiene “intacto el compromiso con la libertad, la verdad y la justicia”.

En otro tramo que fue muy aplaudido aseguró que la democracia plena se logrará “el día que todas las familias uruguayas sepan dónde están sus familiares desaparecidos”. En esa línea, el Presidente se encontró en su trayecto desde el Palacio Legislativo hacia la Plaza Independencia con las organizaciones de familiares, momento en que rompió el protocolo para bajar del auto oficial junto con su compañera de fórmula para acercarse al grupo que portaba carteles e imágenes de los desaparecidos.

Mandatarios e invitados especiales en el acto de posesión del presidente del Uruguay, Yamandú Orsi.

Fueron también muy aplaudidas sus referencias a los presidentes que gobernaron el Uruguay en estos 40 años ininterrumpidos de democracia, con especial agradecimiento a sus referentes partidarios, entre ellos el fallecido expresidente Tabaré Vázquez y José ‘Pepe’ Mujica, presente en la ceremonia.

Orsi destacó en ese sentido la capacidad de diálogo de la dirigencia de su país, en lo que llamó una “amalgama plural de convivencia que aún despierta asombro en el mundo”, y afirmó que Uruguay es “un país de alternancia en el poder, de acuerdos, en que la confianza sigue siendo una garantía para el funcionamiento”. Y reivindicó a los partidos políticos “en tiempos donde proliferan las expresiones de antipolítica, los fundamentalismos y los discursos excluyentes”, señaló.

Concurrieron a la juramentación del nuevo Presidente del Uruguay los jefes de Estado de Chile, Gabriel Boric; Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; Paraguay, Santiago Peña; Bolivia, Luis Arce, y Colombia, Gustavo Petro, que compartieron palco con el rey Felipe VI de España. Por Centroamérica y el Caribe, asistieron los presidentes de Honduras, Xiomara Castro; Panamá, José Raúl Mulino; Guatemala, Bernardo Arévalo, y República Dominicana, Luis Abinader. También estuvieron los mandatarios de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, y de Armenia, Vahagn Khachaturyan.

La funesta herencia conservadora

Cuando el acto en Plaza Independencia terminó, Orsi y Cosse caminaron hacia el viejo Palacio Estévez, la vieja sede del gobierno y salieron al balcón a saludar. Abajo la gente los ovacionó porque cree en el proyecto del Frente Amplio y está pendiente de que se pueda modificar la correlación de fuerzas con los males endémicos que afectan a Uruguay y toda la región.

Con la salida de Luis Lacalle Pou del Gobierno y la entente conservadora que lo acompañó hasta el último día de febrero, queda un dato que explica la dimensión del problema. 40 mil niños más en los últimos cinco años pasaron a vivir en la pobreza, según las cifras oficiales. A mayo del año pasado el 44 por ciento de los 350 mil pobres uruguayos eran niños y adolescentes.