SEMANARIO VOZ /
El titular es una abreviación de la frase más larga pronunciada por el militar alemán que sirvió en la guerra de Prusia contra otros estados alemanes, Helmuth von Molkte «La mentira se desvanece; la verdad triunfa al fin y permanece». Y agrega que «La verdad, como la luz, ciega. La mentira, por el contrario, es un bello crepúsculo que realza cada objeto».
Este titular introduce nuestra severa crítica al desvergonzado periodismo corporativo actual que busca imponer en Colombia su narrativa. Una vez más se comprueba que los mentirosos más temprano que tarde son desenmascarados por los hechos. Los medios corporativos, los dirigentes de gremios ultraconservadores como Fenalco, la Andi, el think tank neoliberal Fedesarrollo y hasta el Banco de la República están siendo desmentidos por los hechos positivos ocurridos en la última quincena en el país.
Más allá del sensacionalismo y las noticias falsas, está en marcha en Colombia toda una estrategia para debilitar el Gobierno del Pacto Histórico liderado por el presidente Gustavo Petro y la vicepresidenta Francia Márquez, y al mismo tiempo, sabotear las reformas sociales. Los dueños del gran capital utilizan a sus medios corporativos como arma para definir los temas de conversación e imponer sus opiniones como el único relato.
La guerra política y económica que ha emprendido el gran capital financiero contra las reformas utilizando sus medios masivos de información, raya en los delitos de calumnia e injuria, establecidos en los marcos del derecho penal internacional moderno.
Sus anuncios catastróficos sobre los males que se abatirían sobre la economía del país de aprobarse las reformas elaboradas por los Ministerios de Trabajo y de Salud, el Plan Nacional de Desarrollo, la reforma tributaria, estos dos últimos ya aprobados, contrastan con los comentarios positivos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), del FMI y los elogios expresados no sólo por varios gobiernos de la Unión Europea y Asia, sino también por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y el papa Francisco.
Además, todos sus augurios sobre la devaluación de la moneda colombiana que por cierto durante los Gobiernos de Santos y Duque fue del orden del 40 y 60 por ciento, eran proyecciones claramente deprimentes, presagiaban la ruina total y una situación incapacitante por muchos años. Pero la economía está hablando con su lenguaje, indicadores, curvas, que expresan la recuperación del peso, las remesas de los colombianos, los nuevos hallazgos de gases y petróleos y las nuevas inversiones del capital extranjero y nacional.
Y para mayor amargura de los empresarios agoreros de maldiciones y pesares cada viaje de Gustavo Petro al exterior es recibido con simpatía y aceptación de sus propuestas por los gobernantes de los países por donde se desplaza ya sea Estados Unidos, España Portugal, Alemania, Argentina Venezuela. En Alemania le devolvieron las dos máscaras precolombinas, convertidas en símbolo de la recuperación y repatriación del patrimonio material e inmaterial disperso por el mundo por las mafias del arte y la arqueología.
En Berlín el Presidente del cambio firmó un protocolo para que Alemania invierta en la producción de hidrógeno verde en Colombia con la perspectiva de exportarlo a Europa. Recordemos que ya EE.UU. y la Unión Europea habían recibido con interés la propuesta de canje de deuda externa por protección del pulmón del mundo que es la Amazonía.
Tiene razón la senadora del Pacto Histórico, Isabel Cristina Zuleta: la revista Semana de propiedad de un grupo financiero especulativo debe ser requerida o “intervenida por la Fiscalía para que encuentren las pruebas” sobre sus informaciones mentirosas contra el presidente Petro. Una cosa es la independencia y la crítica al gobierno, la cual debe estar sustentada en información veraz y otra cosa distinta son acusaciones con base en chismes, testigos falsos y ocultos. Ningún medio de comunicación puede estar por encima de la ley aduciendo libertad de prensa. Si fue allanada la casa presidencial por parte de la Fiscalía, ¿por qué no puede ser allanada la sede de un medio corporativo como Semana? Esta publicación con su sensacionalismo se ha convertido en fábrica de difamaciones, acoso político y comunicativo contra las reformas y el cambio institucional que se promueve por parte del Gobierno Petro.
Los logros de las políticas ejecutadas por el Gobierno son evidentes y no tienen más interpretación, pues los hechos muestran que las mismas son acertadas y pertinente. Si medios, como los que están en la cruzada mentirosa no tuvieran intereses económicos detrás, si fueran lejanos o independientes de quienes han desfalcado al país durante décadas o de quienes han liderado mafias las mafias de la corrupción y del narcotráfico, entonces no se les haría difícil actuar con ética, transparencia y rigurosidad informativa frente al Gobierno.
Al contrario, podrían ayudar mucho, desde la crítica seria y estudiada, a identificar los verdaderos errores y posibles vacíos que se cometan en el ejercicio gubernamental.
Quienes estamos comprometidos con el cambio, los medios alternativos, sociales, comunitarios y de izquierda, desde nuestras independencias, sin perder nuestra autonomía y nuestra capacidad de crítica y autocrítica, debemos unir esfuerzos en red y articulación para potenciar la lucha por la verdad en la batalla mediática de impulso y defensa de las reformas y los cambios que beneficiarán, no solo a las clases excluidas sino, a toda la sociedad colombiana, ya que la paz con justicia social es para todos y todas.
El periodismo basura siempre debe reposar en su lugar pertinente: ¡las canecas de la infamia y la maldad!
Semanario Voz, Bogotá.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.