Covid-19: la excusa perfecta para restringir derechos y libertades

FEDERACIÓN INTERNACIONAL POR LOS DERECHOS HUMANOS /

A medida que los gobiernos de todo el mundo tomaban medidas extraordinarias en respuesta a la pandemia del Covid-19, algunos las utilizaron indebidamente para socavar la labor en favor de los derechos humanos y las libertades fundamentales. El Observatorio para la Protección de las Personas Defensoras de los Derechos Humanos -una iniciativa de la Federación Internacional por los Derechos Humanos (FIDH) y la Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT)- documenta y analiza en un nuevo informe los numerosos impactos de esas medidas sobre las personas defensoras de derechos humanos y su esencial labor.

La pandemia del Covid-19 tuvo amplias consecuencias para las organizaciones de la sociedad civil y las personas defensoras de derechos humanos en el mundo. En este informe global, el Observatorio destaca varias tendencias de represión en su contra en los últimos dos años. El informe documenta y analiza la instrumentalización del Covid-19 por parte de algunos gobiernos para reprimir el activismo no violento de derechos humanos y reforzar las medidas de vigilancia.

Alice Mogwe, presidenta de la FIDH, expresó su preocupación porque “a pesar de las advertencias de los organismos internacionales y de las organizaciones internacionales observamos que la crisis debilitó el poder de actuación de las organizaciones de la sociedad civil y de quienes defienden los derechos fundamentales en muchos lugares”.

Gerald Staberock, secretario general de la OMCT, manifestó: “Algunos Estados no sólo protegieron no a la sociedad civil como un actor que apoya a los más necesitados, sino que aprovecharon la pandemia para continuar acallando las voces críticas y desafiar a quienes defienden los derechos. El espacio cívico debe restablecerse plenamente y se debe proteger a las personas defensoras de derechos humanos frente a cualquier abuso y restricción a su labor esencial”.

Las medidas excepcionales de reducción de la circulación (confinamientos, cuarentenas y prohibiciones de viajar) y la restricción del acceso a los espacios públicos han dado lugar a abusos autoritarios en varios lugares, dirigidos especialmente contra personas defensoras de derechos humanos, de la tierra y del medio ambiente, así como también contra disidentes y periodistas independientes. Muchas personas fueron detenidas y acosadas judicialmente por criticar la respuesta de sus gobiernos a la pandemia del Covid-19. Se aplazaron de manera indefinida juicios contra personas defensoras, sin tener en cuenta su estado de salud ni el alto riesgo de contraer el coronavirus durante la detención. Además, la violencia contra las personas defensoras de los derechos humanos aumentó debido a la falta o restricción de medidas de protección.

Algunas de las medidas aprobadas para mitigar la pandemia a nivel local, a pesar de que la naturaleza de su implementación debería ser limitada en el tiempo, podrían tener efectos a largo plazo sobre la actividad de las personas defensoras de los derechos humanos. En este informe, el Observatorio alerta a la comunidad internacional y a los Estados sobre la necesidad de reforzar las medidas de protección para estas personas en tiempos de crisis.

El Informe

Las conclusiones y recomendaciones del citado informe ingresando en el siguiente enlace:

Impacto del Covid-19 en las personas defensoras de derechos humanos y su trabajo

https://www.fidh.org/es

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