POR ALFONSO AVELLANEDA
La Constitución Nacional contempla la Democracia Participativa como el eje del Estado Social de Derecho, pero quienes se han apropiado del Estado mediante la violencia contra el pueblo y que hoy levantan las banderas de la Seguridad Democrática basada en el control de la población mediante el miedo, la mentira y el mantenimiento de la ignorancia, detrás de pequeñas dádivas del presupuesto nacional llamados proyectos sociales, mientras el grueso de los recursos son apropiados para ellos mediante las múltiples artimañas de la corrupción.
La inmensa y multidiversa movilización social que se desarrolla en el Paro Nacional, está colocando la Democracia Participativa en el lugar que le corresponde y por eso el clientelismo y la corrupción en todas sus matices (partidos liberal, conservador y sus hijos) quieren desvirtuarla porque sienten que su estructura de bandidaje está amenazada de extinción, solo falta el último empujón que le están dando los jóvenes, los indígenas, las mujeres, los afrodescendientes y todas las clases populares incluidas las clases medias de las ciudades quienes ven amenazadas sus conquistas, producto de luchas sociales de las décadas anteriores y del esfuerzo como pequeños empresarios, intelectuales, comerciantes, transportadores.
La nación entera derrotará todo el andamiaje de la injusticia.
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