POR MUSA SALAZAR /
La periodista brasileña, Patrícia Lélis reveló, durante una entrevista ante la agencia de noticias Venezuela News, que la dirigente opositora María Corina Machado había recibido la cantidad de 3,2 millones de dólares de un lobby estadounidense (HSH Howard Stirk Holdings), para financiar su campaña para las primarias, a cambio de la entrega de Pdvsa a transnacionales estadounidenses.
La comunicadora también evidenció que en dichas conversaciones se habló de planes para la ejecución de actos insurreccionales y del magnicidio contra el presidente Nicolás Maduro.
Lélis al conocer las intenciones de asesinar a Maduro, ella decide retirarse de la empresa Howard Stirk Holdings (HSH) y denunciar este hecho, razón por la cual, la periodista recibió amenazas por parte de Armstrong Williams, y es perseguida por el FBI, lo que la llevó a refugiarse en México en calidad de asilada política.
La agencia Venezuela News, ha accedido a nuevas pruebas que confirman lo revelado por la periodista, sobre el compromiso asumido por Machado con intereses estadounidenses.
Entre las pruebas se conoce cómo HSH fue el medio que se encargó de aglomerar la red de financistas que se abocó a bajar los fondos que fueron entregados a Machado a través de la Fundación Disenso y otras empresas.
Dicha transferencia también se confirma en un correo por parte del encargado de asuntos internacionales de Vente Venezuela, quien hoy se esconde en la Embajada de Argentina, Pedro Urruchurtu.
¿Cómo funciona esta red?
Entre los arquitectos de este lobby se encuentran el exfiscal de la Administración Trump, William Barr, conocido por solicitar la captura del presidente Maduro y otros líderes del Gobierno venezolano, es amigo del director de Howard Stirk Holdings (HSH), Armstrong Williams y se encargó de atraer, entre otros, a los empresarios Terry Giles y Julian Reis, este último director de la petrolera Tudor Investment Corporation con sede en Nueva York.
Entre las pruebas se conoce la participación de más involucrados como Bob Menéndez y otros que no se han podido identificar.
En las pruebas presentadas por Lélis, también podemos apreciar la publicación a través de Facebook realizada por Armstrong Williams, quien denunció que la periodista brasileña efectivamente extrajo documentos confidenciales de la empresa y resaltó que su labor como lobbista siempre ha consistido en exterminar el comunismo en otros países.