POR ALEJANDRO QUINTERO GALEANO
El día feliz que está llegando[1], un día histórico para Colombia, el día en que las clases oprimidas llegan al poder, los llamados sectores subalternos, los nadies. Será un reto difícil, pero a su vez, un hermoso reto. Ya la nueva administración Petro-Márquez ha dado claras demostraciones por la designación de sus ministros y cargos públicos que se hará todo lo posible por hacer realidad sus propuestas de campaña.
Designaciones como la del doctor Iván Velásquez en el Ministerio de Defensa; José Antonio Ocampo en Hacienda; Cecilia López en Agricultura; Carolina Corcho en Salud; Alejandro Gaviria en Educación; Susana Muhamad en Medio Ambiente; Patricia Ariza en Cultura; Álvaro Leyva canciller; Leonor Zalabata embajadora ante la ONU, Patricia Tobón en La Unidad de Víctimas; Giovani Yule en la Unidad de Restitución de Tierras, la nueva ministra de la Igualdad en manos de nuestra querida Francia Márquez; María Isabel Urrutia en el Ministerio del Deporte; Luis Gilberto Murillo embajador en Washington, entre otros, nos llena de optimismo.
Considerando que el problema económico para la mayoría de colombianos es el núcleo de muchos de nuestros problemas actuales, incluyendo la violencia, nos detendremos en el análisis alrededor de la propuesta económica y específicamente sobre la discusión de la reforma tributaria.
Al hablar de reforma tributaria en Colombia se postula que al ser un país perteneciente a la OCDE -Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico- debería aproximarse a la situación de sus países miembros en donde el 57% del recaudo depende de los impuestos directos a las personas naturales cuando en Colombia es solo del 19%. Debe recordarse que a la OCDE pertenecen 34 países dentro de los cuales se encuentran los del centro económico mundial como EEUU, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia, Finlandia, Dinamarca, Noruega, Holanda, Japón, Israel, Canadá y Latino Americanos como Chile, Costa Rica, México ¿Cómo equipararnos con esos países del centro de la economía mundial?
Lo que nos hemos reencontrado con el análisis frente a la propuesta de la reforma tributaria es con nuestra realidad de ser un país donde predomina la pobreza monetaria, uno altamente inequitativo, el segundo en Latino América después de Brasil.
Hoy nos encontramos ante la penosa situación de que las personas en el país que ganan más de 10 millones son apenas el 1% de la población laboralmente activa, la cual asciende aproximadamente 20 millones de personas, según la Unidad de Gestión Pensional y Parafiscales UGPP a abril del presente año son alrededor de 189.000 personas los que cotizaron por un ingreso superior a 10 millones, en total un 0.94 % de los ocupados; según la misma entidad con la información basada en los cotizantes a salud, pensiones y riesgos laborales, alrededor del 50% de los cotizantes ganan 1 o menos de un salario mínimo mensual legal vigente SMMLV y solo el 6.1% o sea 778 mil personas ganan más de cinco SMMLV[2].
Actualmente el DANE define la pobreza monetaria en Colombia como aquellas personas que ganan menos de COP $ 331.688, vulnerables a quienes ganan más de la cifra anterior y menos de $ 653.781, clase media los que ganan entre 653.782 y 3,52 millones; y clase alta, quienes ganen más de 3,52 millones de pesos mensuales. Estas cifras resultan escandalosas por decir lo mínimo[3], definir la clase alta como quienes ganen aproximadamente 4 millones de pesos mensuales o más lo que esconde es la gran cantidad de pobres monetarios y vulnerables del país -clase baja- y una gran heterogeneidad del ingreso de la clase alta.
Si retomamos que sólo el 1% de nuestra población económicamente activa gana más de 10 millones, donde se encuentran quienes ganan entre 80 y más millones al mes, lo que hallamos es una severa heterogeneidad de ese 1% más rico, que tal vez al verlo así “1%”, lo que intenta es ocultar a quienes más ganan mucho más.
¿En un país donde el 99% de la población gana menos de 10 millones, cómo es posible encontrarnos con que, en el listado de los más multimillonarios del mundo, según la revista Forbes[4], seis personas sean colombianos y cuenten con una fortuna juntos de US $ 28.300 millones, encabezados por Luis Carlos Sarmiento Angulo con US $ 9.9 millones.
Otro capítulo a estudiar para nuestra sociedad sería el papel del narcotráfico en nuestra economía con los mecanismos para ocultar sus movimientos de dinero y la acumulación de riqueza derivada de esta actividad. ¿Cómo ponerle el cascabel al gato a una actividad que continúa vigente y con gran fuerza en nuestra sociedad?
Al final de cuentas la pregunta resultante es: ¿qué es lo que nos ha pasado para llegar a esta situación?
La respuesta a esa pregunta la encontramos en el modelo económico neoliberal aplicado durante los últimos 30 años en Colombia. Los altos índices de pobreza e inequidad son fruto del modelo neoliberal que nos llevó a la desindustrialización del país y flexibilización laboral, con la tercerización y los contratos basura, al aumento de la informalidad y el rebusque que llega hoy al 63% de la población económicamente activa, según Luis Fernando Mejía presidente de Fedesarrollo[5], al abandono del campesinado, la crisis pensional, de salud y educación, la dependencia alimentaria y de las importaciones -con ello la dependencia de nuestra economía de la fluctuación del valor del dólar-, la concentración de la propiedad de la tierra, la destrucción del medio ambiente y el dominio de los grandes conglomerados económicos, toda una economía nacional en manos de oligopolios.
Lo que necesitamos entonces, no es únicamente una reforma tributaria, sino fundamentalmente una reforma al modelo de desarrollo económico aplicado durante las últimas tres décadas, un cambio de rumbo, debemos dejar el modelo neoliberal causante de la crisis económica y social actual, ello implica ir más allá de la reforma tributaria, una política de industrialización, tecnificación del campo, revisión de los tratados de libre comercio TLCs, reforma laboral, reforma a la educación con universalidad y gratuidad desde la temprana edad, lo mismo que con la salud, una nueva cultura inclusiva, multicultural, multiétnica, equitativa que reemplace la cultura traqueta de corrupción, todo se vale y dinero fácil que nos han dejado estos años, el desmonte del paramilitarismo, el cambio de doctrina del enemigo interno en las fuerzas militares, el respeto por nuestro medio ambiente y recursos naturales, no más asesinatos de lideresas y líderes, defensoras/es de derechos humanos y ambientales, desmovilizadas/os, no más masacres ni desplazamientos forzados, nunca más “falsos positivos”. Elementos todos que hacen parte del programa del presidente y su vicepresidenta electos; es su tarea fundamental para construir la democracia con la inclusión, justicia, equidad, solidaridad, para poder hacer realidad LA PAZ.
Lo que sigue es trabajo, como bien lo expresaron Pepe Mujica[6] y Boaventura de Soussa Santos[7], la transformación no la hacen únicamente los presidentes y vicepresidentes, ni sus funcionarios, la hace la fuerza de sus bases, la solidez y la lucha de los movimientos sociales, de los de abajo, la organización desde las calles. Es nuestra responsabilidad continuar aportando al proceso de transformación, con amor, convicción y dedicación cada cual desde su área específica.
Un punto muy alto en esta dirección lo ha puesto laComisión de la Verdad con su valioso informe final: Hay futuro si hay verdad[8], debemos como mínimo estudiar el libro: Hallazgos y recomendaciones, debe ser parte fundamental de nuestra labor pedagógica, con el fin de que nos permita ayudar a nuestras comunidades a entender y superar esa terrible realidad.
El día feliz está llegando, pero depende de nosotros que no sea solo un día o un periodo presidencial, un efímero momento, sino que sea un proceso en la construcción de un mejor presente y futuro para todas y todos los colombianos.
[1] https://www.youtube.com/watch?v=fyD7dZKVBqY&ab_channel=AllegroAndante
[2] https://www.portafolio.co/economia/finanzas/quienes-son-y-cuanto-gana-la-clase-alta-en-el-pais-568269
[3] https://www.semana.com/economia/articulo/que-es-ser-rico-en-colombia/587461/
[4] https://www.larepublica.co/globoeconomia/las-fortunas-mas-grandes-de-colombia-segun-la-lista-de-multimillonarios-de-forbes-3338179#:~:text=El%20primero%20es%20Luis%20Carlos,Alejandro%20Santo%20Domingo%20(US%242.600
[5] https://canal1.com.co/programas/pregunta-yamid/emisiones/luis-fernando-mejia-presidente-de-fedesarrollo-explica-el-escenario-economico-en-colombia-tras-la-pandemia
[6] https://www.youtube.com/watch?v=ANswYLoYl9g&ab_channel=GUSTAVOBOL%C3%8DVAR
[7] https://www.youtube.com/watch?v=YXj6IYjDIYA&t=12s&ab_channel=LaJornada
[8] https://www.comisiondelaverdad.co/hay-futuro-si-hay-verdad
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