El legado de Oscar Terán: un pensador antimperialista

POR ALBERTO BERÓN OSPINA*

Faltan pocos años, para cumplir un siglo de la instalación del busto en homenaje al abogado Oscar Terán en 1938, donado por su esposa en Panamá, como acto de gratitud por el aprecio de los ciudadanos de Pereira hacia su esposo. El busto se encuentra ubicado entre las calles 25 y 26 donde convergen la Avenida 30 de agosto y la carrera 12, antigua calle denominada, la Calle de San Jerónimo. La memoria involuntaria del pereirano raizal, asocia el busto de Terán con los paseos de domingo de la mano de sus madres. Para los niños de mi generación fueron estos recorridos de aprendizaje, donde los monumentos conectaban nuestras experiencias de infancia con referentes culturales como la dama del Parque de La Rebeca, El Prometeo de Rodrigo Arenas Betancourt, la Estación de tren, el cementerio civil, el convento de las Carmelitas descalzas y el tema de esta crónica: el busto en homenaje al abogado Oscar Terán. La estatua semejante a otros bustos de Pereira, parecen ser observadores silenciosos de sueños de progreso, bullicio, robos, caminatas, conversaciones, trasformaciones de las modas, desfiles mortuorios, carreras de ciclismo, encuentros amorosos, accidentes de tránsito, tempestades, granizadas y hasta tumultuosos estallidos sociales.

Por años la imagen fue una especie de vigía que saludaba a los viajeros del ferrocarril de Caldas que, al arribar a la ciudad, observaban el busto, impertérrito y elegante. Con la extinción del tren y su reemplazo por el transporte público la existencia de la estatua se hizo más anónima, abandonada entre el tráfico,  los almacenes de repuestos e incluso los terremotos que en distintos momentos afectaron la zona.

 

Monumento al abogado panameño Oscar Terán en la Avenida 30 de agosto de Pereira, Colombia.

El caballero Oscar Terán nació en Panamá, cuando el istmo era un departamento de Colombia, un 22 de julio de 1868 y falleció el primero de junio de 1936 en la misma ciudad, ya convertida en la capital de una pequeña república caribeña.  La generación de la que hizo parte, conoció la guerra entre España y Estados Unidos por la independencia de la isla de Cuba; con esa guerra concluye el poder colonial español de cuatro siglos e inicia el nuevo poder imperial del joven vecino del norte. A sus 35 años, en 1903 Terán observó de primera mano la consolidación del poderío americano por medio del control y administración de las obras del Canal, así como la separación de Colombia, transformándose Panamá en nueva nación, bajo el auspicio de Estados Unidos.

Terán estudió en un colegio jesuita de Panamá, luego en Cartagena, en Bogotá, y cursó derecho en los Estados Unidos, para graduarse finalmente en Francia. De regresó al istmo se hizo un exitoso abogado y político, llegando al congreso de Colombia por su departamento. En ese periodo como congresista hizo amistad con Esteban Jaramillo quien fuera ministro, muy próximo de Alfonso Jaramillo, un líder pereirano. Gracias a ese lazo visitó la ciudad y supo de las aspiraciones de progreso que latían en dirigentes del municipio caldense. Por ese vinculo en el año de 1936 un grupo de ciudadanos pereiranos solicitó que los restos del abogado Terán fueran sepultados en la ciudad. La noticia fue publicada en junio 9 de 1936 en el periódico El Diario de Pereira.

¿Qué había realizado ese hombre, para que se levantará un busto en su honor por parte de la Sociedad de Mejoras Públicas de Pereira y qué razón adujeron sus contemporáneos para considerar que sus restos descansaran en ella?

La nota de prensa que tuvo por título “Pereira quiere guardar los restos del gran patriota Dr. Oscar Terán”, le describe como un ejemplo para las generaciones venideras: por su capacidad de estudio, rebeldía contra las injusticias, entre otras cualidades que le otorgan al pedir depositar sus restos en territorio colombiano, específicamente en la ciudad de Pereira. Los firmantes fueron Néstor Gaviria Jaramillo, Roberto Acebedo Ángel, Santiago Londoño L, Gonzalo Vallejo Restrepo, Emilio Correa Uribe, Camilo Mejía Duque, Marceliano Ossa, Jorge Roa Martínez entre otros destacados  personajes cívicos  de  muy diversas tendencias políticas.

Poco antes de su deceso publica la obra internacionalista e histórica titulada: ‘Del Tratado Herrán – Hay, al Tratado Hay – Bunau Varilla, historia crítica del atraco yanqui mal llamado en Colombia ‘La pérdida de Panamá’ y en Panamá, ‘Nuestra Independencia de Colombia’.  Debido a esta obra Terán fue declarado infame por los líderes de la separación. Sobre él cayeron las diatribas y hasta algunos sectores propusieron que por no haber abandonado su nacionalidad colombiana fuera desterrado de Panamá o condenado a prisión.

En el libro de Terán, las nuevas élites de la nación panameña son enjuiciadas, pues su autor argumenta que los verdaderos propósitos de las élites panameñas al separar Panamá de Colombia no correspondieron a un accionar autónomo, sino que tuvieron como propósito, servir al interés de los Estados Unidos a través de la constitución del gran canal interoceánico. La postura de Terán coincide con unos sectores liberales latinoamericanos afines a un pensamiento anti-imperialista presente en pensadores como José Martí, José Enrique Rodó y Andrés Bello.

Los profesores Alberto Berón Ospina y Ricardo Sánchez Ángel visitaron en compañía de estudiantes universitarios el busto del abogado panameño Oscar Terán en Pereira y solicitaron a las autoridades municipales se realice su reposición e intervención cultural para seguirle tributando un homenaje a su memoria.

Pero no existe en la base que sostiene el busto, una placa que recuerde ese actor político de la historia.  Hoy el monumento se extingue, aquejado por un olvido más avanzado que el denunciado año atrás por el historiador Alfredo Cardona Tobón, pues reposa en medio de los ruidos provenientes de los almacenes de repuestos del sector, de las basuras que en el parque acumulan los habitantes de la calle para su posterior venta, de las pintas que sobre su base y rostros realizan sucesivas andanadas de jóvenes que lo asocian con alguna figura de poder que debe ser resignificada. El busto se encuentra rayado con escrituras Punk.

Hacemos un llamado para que este monumento retome su simbología original otorgándole a la ciudad los valores promovidos por él.  Fue precisamente la visita del historiador Ricardo Sánchez Ángel autor del libro “Hacia la independencia. De la colonia a la república. Derechos, multitudes y revolución”, como invitado nacional de la Universidad Tecnológica de Pereira en la X Feria del libro, quien detonó esta crónica, al promover la visita a este sitio y realizar un homenaje en compañía de los estudiantes de la Maestría de Historia de la Facultad de Educación, en la asignatura de Teoría de la Historia. Que sea esta una oportunidad de solicitar a las entidades culturales del orden nacional y local que se rescate del olvido este monumento, para que en asocio con la Universidad Tecnológica de Pereira se gestione una placa de identificación y se realice una intervención cultural sobre este espacio.

*Profesor Universidad Tecnológica de Pereira.