El mal llamado “Nobel de Economía” 2022 a defensores de la banca transnacional

Tres economistas estadounidenses de rancia catadura neoliberal, Ben Bernanke, Douglas Diamond y Philip Dybvig fueron distinguidos con el propagandístico Premio de Ciencias Económicas del Banco de Suecia en memoria de Alfred Nobel, falsamente denominado ‘Premio Nobel de Economía’.

POR JULIO C. GAMBINA /

El mal llamado por los propagandistas del neoliberalismo “Nobel de Economía”, cuya verdadera denominación es Premio de Ciencias Económicas del Banco de Suecia en memoria de Alfred Nobel en este año de 2022 ha sido otorgado a Ben S. Bernanke, (1953) del Brookings Institution de Washington; a Douglas W. Diamond (1953) de la Universidad de Yale y la Universidad de Chicago; y a Philip H. Dybvig (1955), de Yale y la Universidad de Washington. Recordemos que Ben Bernanke fue titular de la Reserva Federal de EE.UU. (FED) entre 2006 y 2014. Es decir, quien actuó al frente de la banca central estadounidense en plena crisis del 2007/09, con medidas de salvataje a la banca transnacional que opera desde Washington como timón del sistema financiero mundial.

Resulta una ironía que se sostenga que lo premian por su aporte al estudio sobre la banca y las crisis financieras. Si no supiéramos que el Banco de Suecia otorga los premios a la corriente hegemónica de la disciplina, parecería una broma del día de los inocentes. Solo en muy pocas excepciones, el banco sueco otorgó premios a referentes de la heterodoxia, caso de Stiglitz en 2001 y de Krugman en 2008, dos momentos de fuerte crisis económica mundial, especialmente en EE.UU.

Bernanke, desde la FED, promovió una gigantesca emisión monetaria para el salvataje de la banca transnacional de su país, amenazada ante la caída estrepitosa de Lehman Brothers en 2008. Se decía que eran “muy grandes” para caer y, por ende, había que salvarlos para evitar “mayores males” en la economía global. El resultado luego del salvataje devino en mayor concentración del ingreso y de la riqueza, con creciente desigualdad entre la cúpula reducida de población de mayores ingresos y la inmensa mayoría empobrecida de la población mundial.

Ben S. Bernanke es responsable de una lógica de política económica de fuerte emisión para el subsidio y financiamiento al capital concentrado, al tiempo que se restringía el gasto social mediante las denominadas políticas de austeridad.

El salvataje grosero de la banca trasnacional en la crisis 2007-09, se hizo en su gestión al frente de la FED para salvar a la banca en crisis y en contra del gasto social en todo el mundo.

Fundamentación a los premios

Los argumentos de la banca sueca señalan que se trata de una “…investigación fundamental sobre el papel de los bancos en la economía, particularmente durante las crisis financieras”. Así, los banqueros suecos aluden a “como los bancos tradicionales y otras instituciones similares a los bancos facilitan los préstamos entre los prestamistas y prestatarios”, de hecho, se trata de la función tradicional, históricamente estudiada desde los inicios de la función de intermediación financiera.

Lo que escamotean estos argumentos es el papel definitorio, no solo en la orientación del crédito en la economía contemporánea, sino, y muy especialmente, en el papel para la promoción del negocio especulativo asociado al delito de la fuga de capitales, la evasión y la elisión fiscal, con múltiples mecanismos asociados al lavado de dinero y el estímulo a formas ilegales facilitadas por los paraísos fiscales.

En la fundamentación se detienen en el papel del crédito, en tanto multiplicador de la actividad productiva y económica en general y enfatizan el papel jugado en tiempos de crisis, caso de 1930 y más reciente en 2007-09. Sobre esta última señalan “…que posiblemente comenzó en el sector financiero, y los intermediarios estaban en el centro a medida que se desarrollaba la crisis. Esta crisis condujo a una larga recesión, a veces llamada la Gran Recesión”.

Destacan los banqueros suecos, que Ben Bernanke estudió la crisis del 30, contribuyendo a mejor comprender el papel de la banca en situación de crisis, y claro, luego, como banquero central estadounidense pudo aplicar sus estudios para el gran salvataje de la banca en desmedro de la situación socio laboral de millones de personas empobrecidas por una profunda crisis desatada en el corazón del sistema financiero mundial y que aún perdura ya transitando la tercera década del siglo XXI. Aluden a la importancia de las investigaciones premiadas para la “politica” contemporánea. En ese sentido destacan los “…proyectos de investigación paralelos que se originaron a principios de la década de 1980” y que “…han mejorado significativamente nuestra comprensión del papel que juegan los bancos en la economía”.

Remiten además a las investigaciones de Douglas Diamond y Philip Dybvig, quienes “…desarrollaron modelos teóricos para explorar el papel que juegan los bancos en la economía y por qué son vulnerables a las corridas bancarias”. De este modo, en la fundamentación de la banca sueca se sostiene que “Los hallazgos teóricos y empíricos de Bernanke, Diamond y Dybvig se refuerzan mutuamente”. Enfatizan que “Los hallazgos han demostrado ser extremadamente valiosos para los formuladores de políticas: las acciones tomadas por los bancos centrales y los reguladores financieros en torno al mundo para enfrentar dos grandes crisis recientes: la Gran Recesión y la recesión económica generada por la pandemia del Covid-19, fueron motivadas en gran parte por la investigación de los laureados”. Apología liberal Toda una apología de las políticas hegemónicas asumidas para la liberalización de la economía en las últimas cuatro décadas, las de la ofensiva del capital en contra del trabajo, de la naturaleza y de la sociedad, fundamento de la actual crisis climática y deterioro de la condición de vida de millones de personas, afectando el metabolismo social y natural con graves consecuencias en el presente y futuro.

Insistamos en el papel ideológico del mal denominado premio “Nobel de Economía”, que es una operación de marketing neoliberal y cuya función no es otra que legitimar reaccionarias “bases apologéticas” de políticas económicas que sustentan el orden capitalista contemporáneo. Es una conclusión que afianza nuestra prédica en la tradición crítica de la economía política para contribuir a gestar necesarias síntesis teóricas que posibiliten procesos de transición en contra y más allá del capitalismo.

@Jcgambina

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