POR IVONNE QUIÑONES CHAVES
Un verdadero político se debe a su pueblo; lo ama, lo respeta y propende por su bienestar integral. Un verdadero político no busca el poder para sentirse grande, para hacerle la venia a su narcisismo ni nada por el estilo; lo busca en aras del bien común, y desde esta perspectiva, es hipócrita que se digan buenos pero que hagan alianzas con opresores, saqueadores, ladrones de vida y de futuro en permanente saña contra el pueblo. Las alianzas con estos bandidos, siempre ha significado una negociación, una jugosa inversión de parte de ellos, pagada con el erario, con ilícitas prebendas y muchas otras acciones profundamente lesivas para nuestras comunidades. Al interior de esta casta infame, jamás ha existido un átomo de altruismo, ni lo habrá.
Como algún día lo expresó el gran Borges: “Hay derrotas que tienen más dignidad que la victoria”, y de esto saben los que antepusieron el bien común y el honor, a sus propios intereses.
En fin, el pueblo siempre será el gran ganador cuando pide honestidad y también la brinda; elegir a un gobernante siempre será un acto de compromiso, de responsabilidad y de generosidad no con mis propios intereses, sino con los de todos.
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