POR OCTAVIO QUINTERO /
Según el relato mediático, 13 magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) votaron en blanco la elección de nueva Fiscal General, de una terna compuesta sólo por mujeres.
Su voto tiene, desde una interpretación fáctica, dos lecturas, a cuál de ellas, más dramática:
- Que no están de acuerdo con ninguna de las tres juristas ternadas. Hay que recordar que los magistrados las entrevistaron antes, dentro del proceso de selección. Si 13, de 23, votaron en blanco, es decir, casi la mayoría calificada (dos terceras partes), ¿están enviando el mensaje al Presidente que ninguna les gusta?
Los magistrados volverán a reunirse el 08 de febrero, 14 días después de su decisión conocida… ¿Podría ser que ya alguna les guste a los 13? Obviamente no; lo contrario, hablaría muy mal de ellos que, durante las entrevistas, debieron formarse un criterio ponderado de las juristas ternadas, además, no son extrañas al sistema judicial, pues, a lo largo de su carrera las tres se formaron en esa rama y han pasado por altos cargos dentro de la misma Fiscalía.
- Sea cual sea la razón de su voto, lo que queda claro es que beneficiaron al enemigo político, autodeclarado, ¿y algo más?, del Presidente de la República. El Fiscal actual, ha trapeado con la Fiscalía, convirtiéndola en plataforma de impunidad y de sus inocultables aspiraciones como candidato de la ultraderecha en las elecciones presidenciales del 2026.
Con respecto a su Vicefiscal, sucesora encargada si la Corte no define en la próxima reunión, está seriamente relacionada en un proceso que involucra, nada más ni menos, que a un cartel de narcotraficantes.
Conclusión: ese voto en blanco de los magistrados está beneficiando, directamente, a la mafia fusionada entre lo más perverso de la política y lo más cruel del crimen organizado, que quieren defenestrar al Presidente, o por lo menos, socavar su Gobierno del Cambio para retornar al poder central.
Lo dramático es que ese voto de los 13, más parece una coartada de los magistrados con toda la intención de propiciar ese estado de cosas, porque bobos, no son… Se mueven tantos hilos corruptos desde la Fiscalía, que ninguna de ellos, al parecer, quiere soltar el ovillo.