POR DENIS OSPINO
Da vergüenza en primer lugar que en nombre de la Democracia unos llamen a bloqueo, sanciones, injerencia imperial y muerte y otros en nombre de lo que critican terminan bloqueando a partidos y candidatos e incluso haciendo de un acto soberano como lo es elegir al Presidente de la República un verdadero circo con payasos, tigres y elefantes.
Sigan así que van muy bien.
Aún los trabajadores estamos esperando por soluciones al problema del salario mínimo, no hace falta repetir tanto la situación económica de los trabajadores, ni Maduro, ni Condes y opositores hablan del salario mínimo, mientras Fedecámaras no deja de tirar la piedra y esconder la mano con la propuesta de revisar la LOTTT y eliminar la retroactividad de las prestaciones, ni la Central Bolivariana ni las centrales de la derecha dicen nada al respecto, para todo lo importante es ser candidatos.
Sacan del circo a María Corina Machado y sustituta a los trabajadores nos da igual, si los sacan a todos, las elecciones presidenciales será el tema para ustedes candidatos, pero para los trabajadores y pensionados de Venezuela el tema Central es el Salario mínimo.
Las encuestas hablan entre un 60 y 80 % de rechazo que desfavorece al presidente Nicolás Maduro, pero no quiere decir que favorezca a los partidos opositores hoy más fragmentados que nunca. Ese 80 % son electores quienes definirán los resultados participando o igual tendrán un impacto político quedando en casa sin votar, 80 % de electores que puede expresarse en abstención lo cual da una lectura muy importante, que gane quien gane no la tendrá fácil será un parto que dejará muy débil al gobierno en turno
Los trabajadores observan, unos acompañan al candidato del PSUV y otros a la oposición, pero ese 80% aún está esperando un anuncio del aumento del salario mínimo para decidir por quién votar o no, así de claro lo dicen, están los trabajadores cansados de la polarización entre gobierno y oposición y que no se terminen de hacer políticas para el pueblo trabajador, los que van del barrio a la fábrica y regresan al barrio saltando aguas servidas, sin mucho en los bolsillos y rogando no se haya ido la luz…
Los trabajadores estamos obligados en esta lucha a demostrar que somos Mayoría y si bien nos tienen acorralados ambas opciones que no difieren una de la otra, les decimos que es imposible tener “paz sin aumento del salario”. Con la polarización entendemos que debemos ir más allá del 28 de julio y no nos queda más que juntarnos y organizar a ese 80 % de inconformes tanto con las políticas del gobierno como con la derecha que no dice nada del salario mínimo y de la precariedad.
Esa es la realidad, señores candidatos, los trabajadores somos ese 80 %, el 28 de julio decidimos si votamos o no y por quién.
Hablemos del salario mínimo y después nos contamos.
Aporrea