Europa continúa proyectando relación con América Latina a partir del ‘paradigma’ conquista-colonización: vergonzoso e insólito discurso del Jefe de la diplomacia de la UE

Un discurso de claro matiz colonialista pronunció el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, ante la Asamblea Parlamentaria Eurolat, reunida el 30 de noviembre en Bruselas.

CRONICÓN.NET /

La conquista de América como espejo y los “descubridores y conquistadores” como ejemplo a seguir. Ese fue el desafortunado mensaje que dio durante un insólito discurso de claro tinte colonialista, supremacista y de menosprecio hacia América Latina que pronunció el alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y vicepresidente de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, para visualizar lo que deben ser, en su opinión, las relaciones entre ambos hemisferios. Lamentablemente tal desastrada alocución no fue ni ha sido aún interpelada.

Borrell que representa al gobierno del monárquico Estado de España del inefable Pedro Sánchez del mal denominado Partido Socialista Obrero Español (PSOE), apeló al criminal proceso de conquista y colonización como lazo de Europa con América Latina. El episodio ocurrió el pasado miércoles 30 de noviembre en Bruselas, Bélgica, cuando el alto funcionario se dirigió ante la Asamblea Parlamentaria Europea-Latinoamericana (Eurolat), un organismo multilateral compuesto por 150 parlamentarios de ambos continentes. Allí,  enumeró las razones por las que, según su visión eurocentrista, el mundo vive una “tormenta perfecta” que, a su juicio, requiere recalibrar la “brújula estratégica con plena conciencia histórica”, para lo cual reivindicó el discurso de la conquista y la colonización como valores y paradigmas.

“Para navegar en esta tormenta ya no nos sirven ni las rutas, ni los mapas del pasado. Como los descubridores y conquistadores, tenemos que inventar un Nuevo Mundo”, aseveró Borrell defendiendo esos criminales procedimientos, no obstante que los mismos constituyeron un sistema aplicado por espacio de cuatro siglos en América sustentado en la violencia, el exterminio, el saqueo, el expolio y la alienación ideológica-religiosa de Europa en contra de los pueblos originarios.

En los últimos meses, el canciller de la Unión Europea ha insistido en hacer un viraje hacia América Latina, reconociendo que si bien el bloque europeo no quiere “caer en nuevas dependencias”, pretende abrir sus mercados a una “relación fructífera” con socios “económica y políticamente fiables”, lo que eufemísticamente quiere decir, más neoliberalismo en la relación bilateral.

El jefe de la diplomacia europea también se lamentó durante su intervención por la profunda crisis en que se debate la democracia liberal.

“La democracia está en recesión en el mundo. Es una mala noticia, pero es verdad. La democracia está en recesión. Y si queremos vencer las amenazas y mejorar la democracia como espacio de libertad y justicia, hemos de empezar luchando contra la desinformación. Eso que en castellano antiguo se llamaba los bulos, que existían ya antes de que se inventara internet. Porque la información es la savia de la democracia. La información es el motor de la democracia. Los ciudadanos eligen en función del conocimiento que tienen, de las opciones que se le presentan, y los ciudadanos mal informados no pueden administrar una democracia sana. Hemos de hacer lo imposible para que la información sea un bien público, defendiéndola de manera que podamos luchar contra el torrente de desinformación que nos invade”, reconoció el político del mal llamado PSOE.

Racismo y discriminación 

Borrell se ha caracterizado como jefe de la diplomacia europea por su discurso guerrerista y arrogante posición geopolítica, minimizando a las naciones que no son afines con los codiciosos intereses del Viejo Continente.

No es la primera vez que el alto funcionario europeo usa los estrados para defender ideas eurocentristas, racistas y discriminatorias. El pasado mes de octubre, Borrell tuvo que matizar la desafortunada analogía que hizo al describir a Europa como un “jardín” y al resto del mundo como “una jungla”.

“La jungla tiene una fuerte capacidad de crecimiento y el muro nunca será lo suficientemente alto para proteger el jardín”, fueron algunas de las infortunadas palabras de Borrell, que provocaron fuerte repudio por parte de la comunidad internacional.

Desde los Emiratos Árabes Unidos (EAU), consideraron que las palabras del político español solo contribuían “a empeorar el clima de intolerancia y discriminación en todo el mundo”.

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