Factores reales de poder

POR DARÍO MARTÍNEZ BETANCOURT

En anterior artículo quedó claro desde el punto de vista de la teoría constitucional y del texto de nuestra ley fundamental en Colombia, que el poder es uno solo, el cual emana del pueblo y se divide en tres ramas: ejecutiva, legislativa y judicial, y no en tres poderes independientes como equivocadamente se aduce. Ahora me acerco al análisis de los factores reales de poder que existen en la realidad de nuestra sociedad.

Ferdinand Lassalle (1825-1864), escribió un ensayo en el año de 1860, con el título: ‘¿Qué es una Constitución?’. En él toca este tema y manifiesta que “los problemas constitucionales no son, primariamente, problemas de Derecho, sino de poder; la verdadera Constitución de un país solo reside en los factores reales y efectivos de poder que en ese país rigen; y las constituciones escritas no tienen valor ni son duraderas más que cuando dan expresión fiel a los factores de poder imperantes en la realidad social”.

Ferdinand Lasalle (1825-1864).

Refiriéndose a esos agentes de poder, el autor citado menciona como “fragmentos de constitución”, a la aristocracia, la gran burguesía, los banqueros, entre otros. Dedica un capítulo especial al rey y el Ejército. Esta institución queda al margen de la Constitución, rinde cuentas solo a la persona del rey. La Constitución según Lassalle, es la suma de los factores reales de poder y que se extienden en una hoja de papel y se escriben y erigen en Derecho y/o instituciones jurídicas.

Aterrizando en nuestra realidad nacional, no es herejía afirmar que la construcción del poder político está interferida por el poder económico y otros agentes reales de poder. Es imposible hasta nuestros días, extirpar la concentración de los poderes económicos como medio de influencia política y la influencia política como medio de ventajas económicas.

No se puede ocultar que estén consagrados como factores reales de poder los gremios económicos, los medios de comunicación, el sistema financiero, (bancocracia), y otros que sin poseer riqueza ejercen una gran influencia en la edificación y ejercicio del poder, verbigracia, algunos sindicatos, sectores de la Iglesia, organizaciones sociales, factores tecnológicos, terratenientes, etc. Por fuera de la ley, el narcotráfico, también ha sido factor real de poder. En el año de 1991, logró la prohibición de la extradición en la Constitución Política de Colombia.

Mi profesor de Derecho Constitucional general y Filosofía del Derecho, de la Universidad de Nariño, Ernesto Vela Angulo (q.e.p.d.), con inusual pragmatismo e inmensa sabiduría filosófica, enseñó que el poder real en nuestra sociedad radicaba en la fuerza, a veces medianamente regulada por el Derecho. Ratificando el apotegma de que el Derecho sin la fuerza es quimera y la fuerza sin el Derecho arbitrariedad, hacía el análisis histórico de la humanidad, para demostrar el incivilizado triunfo de la fuerza bruta. Según el maestro Vela, el poder lo definieron los pueblos desde la antigüedad, mediante la victoria de los cañones y las bayonetas.

Nuestra República se forjó en los campos de batalla con el logro de nuestra libertad e independencia. La fuerza pública, Ejército y Policía han sido, un factor real de poder, inmersa en el Estado de Derecho que doblega y proscribe los golpes de sable. El Estado jurídico y político no pueden abrir brechas que justifiquen un caos institucional, del cual todos quedarían sumidos en la anarquía, frente a la hipotética omnipotencia sin control de algunas charreteras, que se verían obligadas a justificar un golpe de facto.

El Derecho debe prevalecer sobre el poder. Sin embargo, hay profundas preocupaciones sobre esa necesaria prevalencia, debido a la carencia de legitimidad y magisterio moral de quienes crean y aplican la norma jurídica. La ponderación y el sano equilibrio para la colaboración armónica de los fines del Estado exigen humildad republicana, grandeza histórica y menos vanidad y simbologías desafiantes desde las cúspides del poder.