Francia Márquez o la ruptura

POR BETSIMAR SEPÚLVEDA

La ruptura no está en el hecho de ser mujer pobre y negra. La ruptura (por donde sale su luz) está en que una mujer racializada y empobrecida, a los 15 años logró evitar que los explotadores de oro desviaran el río en su pueblo. A partir de allí su camino como lideresa ambiental en un país donde han asesinado a más de 700 de ellos desde la firma del acuerdo de paz, es ya una carrera que merece nuestro respeto, admiración y gratitud (no en vano le dieron el Goldman Prize o Nobel ambiental). La ruptura está en que a pesar de haber sido madre adolescente, estudió Derecho y se graduó de abogada en un país donde solo el 14% de la población afrodescendiente tiene acceso a la educación superior. La ruptura está en que a pesar de haber sido víctima del desplazamiento, atentados, y constantes amenazas de muerte por parte de los actores de la guerra incluyendo el gobierno, insiste en su discurso sobre los derechos de la tierra, de las mujeres, las negritudes, los niños, los indígenas, población LGBTQ+, la educación pública y verdaderamente incluyente y reformas al sistema penal. No tiene miedo porque el Estado también se lo quitó.

A la gente “de bien” les choca su acento caucano porque no se reconocen en la Colombia de las “minorías”, porque votaron por un “no” cuando se les preguntó por el cese de la guerra, porque les suena a la señora de la cocina de la que no conocen ni el nombre, porque suena a la Colombia que es bonita solo en la artesanía y los museos, porque no suena al acento capitalino de  Alejandro Gaviria o de Peñalosa, o de todos los que han gobernado este país y lo han convertido en la “Noruega tropical”.

Ella es Francia Márquez y el pacto es por la vida, por la paz.

@BetsimarS

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.