Gobierno de facto de Perú atemoriza a población con presencia de tropas estadounidenses que además llegan a “supervisar” sus recursos naturales

CRONICÓN.NET /

Diversos reportes de prensa desde hace más de una semana dan cuenta que numerosos sectores políticos y sociales de Perú son reiterativos en cuanto a que el anunciado arribo de tropas de EE.UU. genera zozobra en esta nación suramericana por el contexto de preparativos de protestas sociales y por los antecedentes intervencionistas de Washington.

Esas voces provenientes de sectores democráticos y progresistas consideran que el decreto legislativo que autoriza la entrada de las tropas extranjeras para una permanencia de siete meses, aprobado por la derecha peruana, atenta contra la soberanía nacional pero para darle justificación se sigue utilizando el trillado argumento de que es para combatir el narcotráfico, cuya lucha históricamente ha sido un total fracaso.

Son 700 militares estadounidenses, que bajo la excusa de realizar labores de apoyo y entrenamiento a las Fuerzas Armadas y policiales en 11 regiones peruanas, de las cuales cinco de ellas fueron escenario de grandes protestas antigubernamentales en meses pasados, constituye una clara injerencia de Washington en los asuntos internos del país.

Su presencia en esas regiones “no ayudará a que exista un clima de paz” y, por el contrario, genera zozobra “porque la gente conoce la conducta de estas tropas en otras partes del mundo”, señalan los sectores opositores al gobierno de facto de Dina Boluarte.

Las tropas estadounidenses, que arribarán a Perú el primer día de junio próximo, llegan a controlar las riquezas minerales del país suramericano, ante la entrega total del gobierno de Boluarte a Washington.

“La presencia e injerencia del imperialismo es tener controlado su patio trasero”, señalaron las voces que se oponen a la presencia estadounidense en la nación inca.

Para el excanciller Héctor Béjar no es casual que el arribo de los militares estadounidenses ocurra el 1 de junio próximo, cuando en Perú hay “un gobierno espurio, resultado de un golpe de Estado y responsable de 70 muertes, como respuesta a las protestas que se desarrollaron contra la presidenta de facto Dina Boluarte”.

“Es obvio que la presencia de esos militares es un disuasivo, parte de una política de atemorizamiento del pueblo peruano que ha anunciado nuevas protestas para julio próximo”, dijo.

Béjar, veterano luchador social, analista, escritor y académico, advirtió que la presencia de tropas extranjeras convierte además a Perú en una posible amenaza para países limítrofes de gobiernos progresistas como Bolivia y Colombia.

“Luego de entregar el litio y otros recursos al extranjero, Dina Boluarte y el Congreso socavan la soberanía nacional autorizando el ingreso de tropas de Estados Unidos para ‘formación’ de policías y militares’”, expresó por su parte la exministra de la Mujer, Anahí Durand.

Sectores de izquierda coincidieron en señalar que las tropas foráneas, lejos de garantizar la seguridad del país, pone en riesgo la soberanía nacional puesto que con total libertad de acción realizarán actividades en Lima y el vecino puerto del Callao, las regiones andino-amazónicas de Cusco, Ayacucho, Huánuco, Pasco, Junín, Huancavelica y Apurímac, así como las selváticas de Loreto, San Martín y Ucayali.

Desde el exterior tanto el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), como el exmandatario boliviano Evo Morales criticaron la presencia de tropas estadounidenses en suelo peruano.

El mandatario mexicano hizo un “llamado de atención” al gobierno de Estados Unidos al preservar estas políticas porque “eso es mantener una política injerencista, que en nada ayuda a buscar la hermandad del continente”.

Además, AMLO reiteró que detrás del golpe de Estado contra el presidente constitucional Pedro Castillo, hoy en prisión, estuvo la mano siniestra de Washington.

Entre tanto, el expresidente de Bolivia, Evo Morales, criticó duramente la decisión del Congreso peruano de permitir el ingreso de tropas estadounidenses al territorio nacional, asegurando que tal medida “ratifica que el Perú se gobierna desde Washington, bajo la tutela del Comando Sur”.

El exmandatario boliviano agregó que “el pueblo peruano está sometido a poderosos intereses extranjeros mediados por poderes ilegítimos carentes de representación popular” y que tanto el pueblo trabajador como los pueblos indígenas deben “recuperar su autodeterminación, su soberanía y sus recursos naturales”.

Morales denunció que con “la criminalización de la protesta y la ocupación de Fuerzas Militares estadounidenses se viene la consolidación de un Estado represor que afectará la soberanía y paz regional en América Latina”.

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