POR LUIS EDUARDO MARTÍNEZ ARROYO
La extrema derecha, representada en el uribismo y fuerzas afines al gobierno, ha dado recientes muestras de hasta dónde está dispuesta a llegar con tal de no permitir que la coalición del Pacto Histórico (PH) pueda arribar a buen puerto en su búsqueda de la Presidencia de Colombia. Está convencida de que con Federico Gutiérrez es poco lo que puede hacer para mantener el poder. La incompetencia cognitiva y el uso desfachatado y chambón del lenguaje para transmitir sus “ideas programáticas”, no lo hacen confiable ante los eventuales electores, que han visto en cada debate presidencial televisivo un desigual combate entre él y Petro.
Los más descarados especímenes de esa banda del espectro político nacional ‘El vago de oro’ y Álvaro Uribe Vélez, expertos en fraude electoral tanto en el plano interno como en el exterior, proveniente de sus genes en el caso del primero, y de alianzas con organizaciones armadas ilegales, en el segundo, han comenzado a enviar señales de lo que están dispuestos a hacer para que el reinado de la costra permanezca incólume.
No han dejado de “orientar” a la opinión pública respecto de dónde llegan los fondos dinerarios para financiar las nutridas manifestaciones del PH. Por columnas de prensa de 2018, escritas por Mauricio Vargas Linares, sabemos que, según él, la fuente de esa financiación es el gobierno de Maduro, y también que el que persevera alcanza: sus notas de prensa le ayudaron para ser nombrado embajador de Colombia en París. No debemos olvidar que gracias al lenguaje incendiario de Petro y sus perros guardianes de la Primera Línea durante el Paro Nacional de 2021 con los bloqueos de carreteras, los productos agrícolas hoy tienen precios de fábula.
La cereza del pastel pastrano-uribista ha sido el berrinche de recientes días de los dos arietes de la democracia global nacional: el PH cometió fraude con Registrador Nacional del Estado Civil gobiernista, con registradores departamentales ídem y con jurados escogidos de modo amañado en la mayoría de los casos que favorecen a los amigos del gobierno. Con un otrosí: que se haga reconteo después de que la cadena de custodia de los sufragios se rompió.
Con unos ardides hasta ahora improductivos, con un candidato inepto, pero atrevido hasta la irresponsabilidad, que la sumen en el desespero, ¿qué viene ahora de ese sector político? ¿Hasta dónde estaría dispuesta a llegar?
La historia nacional en estos asuntos no es muy grata. Sería mejor no meneallo, pero…
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