POR JOSÉ ARNULFO BAYONA* /
El golpe recibido el 13 de marzo les disminuyó las bancadas de Senado y Cámara de representantes al uribato y sus aliados, aunque no perdieron el control del Congreso. Con su candidato alias ‘Fico’, quedaron de segundos en las consultas de las coaliciones a la Presidencia de la República, con una desventaja de más de dos millones de votos frente a la de Gustavo Petro y su fórmula vicepresidencial Francia Márquez.
Lo cierto es que asimilaron el golpe, porque rápidamente ordenaron la renuncia de su candidato presidencial “oficial” Oscar Iván Zuluaga, cerraron filas en torno del que había ganado la consulta como supuesto candidato independiente y lo convirtieron en postulante de la misma coalición que se conformó en 2018 para elegir, mediante compra de votos, con dineros del narcotraficante Ñeñe Hernández, al inepto subpresidente Iván Duque. El comentarista radial Felipe Zuleta se apresuró a divulgar su “premonición” para “predecir” que “va a pasar lo mismo que en 2018” para impedir la elección de Gustavo Petro.
Todo indica que el objetivo de la mafiosa alianza gobernante, sin importar la calidad, ni el prontuario, ni la trayectoria de su candidato, es derrotar a Gustavo Petro a cualquier precio. Lo que hasta ahora ha demostrado el exalcalde de Medellín es que carece de formación y de argumentos para enfrentar en el debate público las propuestas de reformas democráticas planteadas por la fórmula Petro-Francia ante la opinión pública y las multitudes que diariamente concurren a las plazas públicas a escuchar sus propuestas y ratificar su voto el próximo 29 de mayo.
La posibilidad de victoria del candidato del Pacto Histórico en la primera vuelta hizo cundir el pánico entre las altas esferas de la corrupción y el mal gobierno. La lucha electoral democrática, desde hace mucho tiempo, dejó de ser alternativa para la casta gobernante que de manera recurrente echa mano a la práctica de métodos oprobiosos como el fraude, la calumnia, la descalificación moral, la difamación, el entrampamiento, la manipulación mediática y las amenazas de muerte, que de nuevo empezaron a ser utilizadas contra Petro, Francia y sus colaboradores/as más cercanos.
Esta práctica perversa y sistemática de la manipulación a través de redes sociales y los medios de comunicación masiva, que no es original de nuestra descompuesta clase política dominante, ha sido importada desde los Estados Unidos, en donde, según el sociólogo español, Manuel Castells, especialista en el estudio de la “relación entre el poder y la opinión pública” se han creado verdaderas “multinacionales de la comunicación política que transfieren prácticas de unos países a otros, las consultorías políticas que son las más caras, porque ahí tienes el poder político, son tácticas absolutamente globales y que en este momento quienes las tienen perfeccionadas son las multinacionales de la consultoría en EE.UU., incluso en ese país hay empresas para buscar información perjudicial para personas concretas, porque las campañas solo se ganan contra, no se ganan a favor. Entonces la mejor táctica es destruir a la persona del contrincante, sea a nivel de una elección parlamentaria, municipal, presidencial etc.”. (Entrevista concedida al periodista Néstor Raúl Nieves).
Sostiene el sociólogo, además, que lo que importa es ganar y para ganar hay que entender que “la batalla del poder está en nuestras mentes porque la forma en que pensamos determina la forma en como actuamos, solamente por dominación no se controlan nunca las sociedades, ese es un poder débil sobre todo en sociedades democráticas, es imposible mantenerse mucho tiempo en el poder simplemente por imposición, por la fuerza. El poder que se asienta sólidamente es cuando se consigue que pensemos de una determinada manera que favorece a los que tienen el poder o por lo menos que no hay nada que hacer, que la vida es así y que por lo tanto tenemos que resignarnos y dejar que ellos controlen nuestras vidas y no nosotros controlar nuestras vidas”.
Con esta táctica de difundir supuestas noticias malas del contrincante se envían contra mensajes que tiene la misión de ocultar o relegar a un segundo plano las noticias sobre los escándalos de corrupción, de violación de los derechos humanos, de masacres, de compra de votos, en general de las malas prácticas de los partidos políticos de la derecha y la extrema derecha y sus gobiernos para sembrar la idea de que la corrupción y el fraude es responsabilidad de las personas y no de los partidos y convencer al pueblo de que “la política es así y es una cuestión de personas, que haya uno y otro y otro , de todas maneras es la naturaleza humana y no tiene nada que ver con el partido ni con la política, es cinismo, todo es así, siempre ha sido así y siempre será así…” (Manuel Castells).
De tal manera que les resulta más rentable electoralmente sacarle un buen escándalo al candidato contrincante, que debatir sus propuestas o hacer unas promesas que sean más fantásticas para la población, con las que probablemente puedan ganar algunos votos “pero no es eso lo que gana las elecciones, lo que gana las elecciones es la capacidad de destruir al contrincante éticamente, moralmente” afirma el sociólogo investigador. Además, de paso pretenden que el pueblo centre su atención en las calumnias y las falsa noticias y se olviden de las acciones corruptas, represivas y de todo su mal gobierno. Así ganan las elecciones; de no lograrlo, no vacilarán en recurrir al magnicidio.
Los profesionales en esta práctica de guerras sucias mediáticas, tipo JJ Rendón, se encargan de “investigar en los archivos personales o en la historia personal del rival o, se dedican a espiar al personaje y luego venden el material. No tienen ideología, su consigna es “Usted me paga y me dice a quién quiere liquidar”; actúan como los asesinos a sueldo… porque se dedican a eso, a asesinar mediáticamente a muchos líderes políticos” (M. Castells).
Esta es la concepción que ilumina la campaña mediática desatada por el uribato, sus aliados y su candidato presidencial alias ‘Fico’ contra el candidato del Pacto Histórico; difunden por ejemplo, que Petro quiere robarse el ahorro de los trabajadores en los fondos privados de pensiones, para ocultar que la verdad verdadera es que ya los millones de afiliados a dichos fondos han sido expropiados de su derecho a pensionarse y sus ahorros, que ascienden a más de 350 billones de pesos, han ido a parar a manos de los banqueros que, como lo informó recientemente el subpresidente Duque, serán invertidos en cantidad de 4.5 billones para la construcción de más peajes que son administrados por empresas privadas. Banqueros y empresarios se lucrarán del negocio, mientras los trabajadores, en su inmensa mayoría, no logran pensionarse y los pocos que lo logran reciben mesadas pensionales pírricas, cuyos montos oscilan entre el 22% y el 30% del salario devengado, producto de su ahorro durante 1350 semanas, 26 años de trabajo, que generalmente se extienden hasta 30, 35 o más años.
Se acusa a Francia Márquez de haber recibido por cuatro años los ingresos solidarios en monto de $4.000.000, es decir un millón por año, $80.000 por mes, la presentan como una suma astronómica a la cual no tiene derecho. Pero ocultan que ella ha sido víctima de los grupos paramilitares uribistas, expulsada de su territorio y empobrecida por la política de muerte dominante; es decir, que sí tenía derecho y clasificaba para recibir este pírrico beneficio. Además, desataron una despiadada campaña racista y segregacionista contra ella; una sucia campaña de persecución política y social.
Pretendieron liquidar a Petro, aprovechando de manera perversa la visita que, en representación de la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, hizo Juan Fernando Petro, su hermano, a políticos presos que pagan penas en La Picota, entre los que se encontraban Iván Moreno Rojas, Álvaro García (el ‘gordo’ García de Sucre), Franklin Germán Chaparro, exalcalde de Villavicencio por el partido de Mario Uribe, Martín Morales, entre otros, condenados por corrupción o por crímenes cometidos por los paramilitares a órdenes suyas, muchos de ellos denunciados por Gustavo Petro, pertenecientes al uribismo paramilitar, con excepción de Iván Moreno, para difundir la falsa noticia de que el hermano y su comitiva iban en representación del candidato a ofrecerles “perdón social” y rebaja de penas a cambio de votos.
La inicua noticia fue utilizada por los partidos que apoyan al candidato de Uribe, así como por el propio Sergio Fajardo, para descalificar moralmente al candidato, a quien acusaron de ir a “ofrecerles rebajas de penas a los peores criminales y corruptos que pagan condena en la picota a cambio de votos”, según lo declaró Federico Gutiérrez en la entrada de dicho presidio. Los medios de comunicación y las redes del uribato difundieron profusamente la noticia. No fue necesario confirmar la veracidad de la misma, porque la intención era causarle daño a la campaña del candidato que es recibido por multitudes en las plazas públicas.
El daño quedó hecho, ya poco importó, que la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz emitiera comunicada aclarando el objetivo de la visita y ofreciendo disculpas al candidato por haber cometido la imprudencia de enviar a su hermano a esta misión en medio del fragor de la campaña. Muy poco sirvió que el exalcalde de Villavicencio, del partido del parapolítico Mario Uribe, primo del patrón del mal, también en prisión, Franklin Germán Chaparro, uno de los parapolíticos presos firmante de la carta que autorizó el ingreso de la comisión a la picota declarara en entrevista con Daniel Coronell que tal información “es falsa de toda falsedad”. Tampoco ayudó que Petro declarara que su propuesta de perdón social se acerca a la propuesta de amnistía general planteada por Álvaro Uribe al padre Francisco de Roux de la Comisión de la Verdad. Es iluso pensar que alguien que puso en la cárcel a un criminal que paga condena de 40 años, como el famoso Álvaro García, alias el ‘gordo’, llegara a la prisión a solicitarle votos a cambio de rebaja de penas. A nadie, por ingenuo que sea, se le ocurre ir a buscar votos donde no los hay.
Además, quedó demostrado que la difamación formó parte de un entrampamiento que incluyó declaraciones de narcotraficantes y asesinos, como Marcos Figueroa y parapolíticos criminales como Kiko Gómez, aliados del expresidiario Álvaro Uribe, llamando a votar por Gustavo Petro y, la circulación de un comunicado, sin el logo de la campaña del Pacto Histórico y con un lenguaje que burdamente incluye frases propias del candidato, en el que supuestamente ofrece reformas para rebajar penas a los presos comprometidos o vinculados con el paramilitarismo.
No obstante, Gustavo Petro reconoce que fue un error grave de su hermano haber formado parte de la delegación de la Comisión Intereclesial a visitar los presos en medio del fragor de la campaña. Pero el daño está hecho, daño que sin duda resintió la campaña. En todo caso, lo que está en marcha es una brutal campaña de linchamiento mediático, una guerra del uribato y sus aliados para aniquilar al candidato con opción real para sacarlos del Palacio de Nariño.
En el campo popular, por lo menos en el pueblo que vota, es cada vez más claro que definitivamente las mayorías empobrecidas, excluidas y racializadas perdieron el miedo y entraron en sintonía con las promesas de cambio del candidato presidencial del Pacto Histórico y su fórmula vicepresidencial Francia Márquez, quien simboliza no solo una nueva manera de entender y hacer la política, sino una alternativa de futuro para las próximas generaciones. Después de la jornada electoral del 13 de marzo y con su designación como candidata a la Vicepresidencia, su popularidad crece con cada respuesta a los ataques cargados de racismo que le lanzan desde las toldas del poder supremacista blanco. A las plazas públicas siguen concurriendo multitudes a vitorear tanto a Francia como a Gustavo Petro.
*Miembro de la Red Socialista de Colombia.
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