La distopía realizada

POR JULIO CÉSAR CARRIÓN CASTRO

‘1984’

«La ignorancia es la fuerza, la libertad es la esclavitud, la guerra es la paz…».

Estas consignas, por paradójico que parezca, por irracionales, aterradoras y absurdas, al estar cargadas de contradicciones, incongruencias e incoherencias, constituyen la base sustantiva del quehacer gubernamental de los Estados contemporáneos, llámense totalitarios, autoritarios, despóticos o graciosamente «democráticos»

‘1984’ de George Orwell, es una obra clave para entender los mecanismos de vigilancia, control y represión en que se sustentan esos «diversos» Estados-espectáculo que publicitan los «derechos» y las obligaciones de esas montoneras humanas que suelen denominar «ciudadanos»

La distopía expresada en la pantalla a través del imperfecto futuro imaginado por Altered Carbon (Netflix).

El “doble pensar», es decir, el defender simultáneamente un planteamiento, una idea y su  contraria u opuesta, sin perder la cordura; la «Policía del Pensamiento», encargada de establecer una especie de ingeniería conductual o «pensamiento único»; el «Ministerio del Amor», atento a la angustia y la desesperación de las masas; la constante adulteración de la historia según los intereses de los gobernantes, la persecución y aniquilamiento de todo contradictor o disidente, bajo la presunta validez de las horas, los días y las semanas del odio, promovidas por los acuciosos medios de información; el permanente espectáculo electoral que se presenta como todo un ritual de consulta popular, mientras de manera subrepticia se alcanzan los «acuerdos» entre los distintos grupos o empresas electoreras disfrazadas con falsas ideologías y falsos «programas»

Toda esa farsa, toda esa impostura y fingimiento que establece el «Gran Hermano» que vigila, direcciona y castiga, ya hace rato que lo estamos viviendo y padeciendo en el mundo moderno, en las abigarradas sociedades de masas de hoy, sumergidas en unas deletéreas condiciones de existencia que las acerca a la animalidad; sociedades centradas en la manipulación lograda gracias a los cotidianos espectáculos, a la ponderación de estúpidos ídolos del «deporte», a la farandulería carente de toda dimensión estética y a la «lnfocracia», mediante la cual «el discurso se sustituye por los datos. El procesamiento algorítmico del big data tiene que incluir a la población. Los dataístas incluso afirmarían que la inteligencia artificial escucha mejor que los humanos», llegando a conseguir que quien ofrezca mejores espectáculos ganará en las farsas electorales, como, con tanta precisión, lo denuncia Byung-Chul Han…

Los tiempos que corren hacen necesario mantenernos alerta porque el Gran Hermano permanentemente nos vigila y controla haciéndonos creer que representa el llamado Nuevo Orden Mundial, es decir, el mejor de los mundos posibles.