POR ALFONSO AVELLANEDA CUSARÍA
Franz Xaver Faust antropólogo de origen alemán, ilustre profesor de la Universidad del Cauca, nos ha enseñado que el más probable origen del Homo sapiens fue el sur oriente africano en una época hace unos 200.000 años y que la primera mujer de esta especie era negra.
Una vez cubierta gran parte de La Tierra por la nieve, quedaron pequeños relictos de bosques de manglar y en ellos los homo erectus que eran en su mayoría nómadas cazadores tuvieron por miles de años que buscar como alimentarse de productos del mar en los manglares. Fue la hembra la que se ocupó de alimentar la familia debido a su destreza de capturar mariscos. El oleaje del mar le fue tallando el cuerpo surgiendo de allí una mujer de amplias caderas, cintura y senos bien formados.
La alimentación con mariscos y pescados de mar, ricos en fósforo, fueron generando niños con un cerebro cada vez más grande y aumentó con ello la inteligencia que caracteriza al Homo sapiens.
Esa actividad de captura de mariscos la trajeron a Colombia los negros que como esclavos llegaron a Colombia y han construido territorios afrodescendientes de gran fortaleza donde habitan y continúan en construcción a pesar de las violencias que han azotado a estos hermanos colombianos los últimos decenios, después del periodo de esclavitud.
Mi homenaje a las mujeres negras de las que he aprendido muchas cosas importantes en mi estadía en el Pacífico y en Cartagena de Indias en varios periodos de mi vida profesional. Allí he vivido la experiencia de ver a la mujer negra gobernando los territorios, cuidando la naturaleza, enseñando que somos parte de ella y manteniendo saberes ancestrales en el uso de las plantas y los animales.
Un homenaje a estas mujeres hoy en el día de las mujeres afrodescendientes.
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