Las ‘Dos Sesiones’ que delinean la ruta de desarrollo de China hacia una sociedad socialista moderna

La realización en China de las denominadas “Dos Sesiones” demuestra la vitalidad y proyección de su sistema político y económico.

POR MARIA FE CELI REYNA /

Este año, en que se cumplen 75 años de la fundación de la República Popular China (RPC), es un aniversario crucial para la materialización de los objetivos y tareas del 14 plan quinquenal. Las recientemente concluidas Dos Sesiones, como acontecimientos celebrados en este momento crítico, han llamado la atención de todo el mundo. Las Dos Sesiones han demostrado plenamente la “ley de oro” del desarrollo de China.

Entre el 4 y 11 de marzo, como sucede cada año al inicio de la primavera, tuvo lugar el evento político anual más importante de China, las Dos Sesiones. Su nombre se debe a que se dan las reuniones de los dos órganos legislativos más importantes del país: la Conferencia Consultativa Política del Pueblo Chino (CCPPCh) y la Asamblea Popular Nacional (APN).

En un mundo que fluctúa entre una potencial Tercera Guerra Mundial, un genocidio en vivo y en directo y el circo de las democracias liberales, en especial en año electoral, las Dos Sesiones han pasado más que desapercibidas. No por ello, dejan de ser importantes. Por el contrario, este año hemos podido ver las primeras acciones concretas hacia el segundo objetivo centenario del gobierno chino para el 2049, el de construir una sociedad socialista moderna.

El presidente chino Xi Jinping en la clausura de la Asamblea Popular Nacional. Pekín, 11 de marzo de 2024.

¿Qué son las Dos Sesiones?

Las reuniones tienen tres componentes principales. Primero, la rendición de cuentas del año anterior que está a cargo del premier. Segundo, la planificación del trabajo del año. Finalmente, la aprobación o derogación de legislación. Ambas son parte fundamental del sistema chino, llamado «democracia popular de proceso entero».

La CCPPCh es el principal órgano consultivo. Está compuesto por miembros del Partido Comunista de China (PCCh), los otros ocho partidos que existen en el país y representantes de todos los sectores de la sociedad civil. El 60 % de los representantes no son miembros del PCCh. Sus funciones son llevar propuestas de ley basadas en las necesidades de las poblaciones que representan. La CCPPCh nació como parte estructural de la República Popular China (RPC). La primera reunión fue en 1949.

La APN es donde se presentan las propuestas de ley que serán discutidas y luego aprobadas. Está compuesta por 70 % de miembros del PCCh y 30 % de los otros ocho partidos. Todas las minorías étnicas en China tienen garantizadas al menos un representante. La primera reunión se dio en 1954, cuando se aprobó la primera Constitución de la RPC.

Cada región tiene su propia CCPPCh y APN, los que llegan a Beijing son elegidos en el nivel de gobierno regional. No son diputados a tiempo completo ni reciben sueldo por sus labores. Tienen sus propias carreras y parte de los criterios de elección son sus éxitos laborales. Se busca que los mejores vayan a representarlos a Beijing.

El 2024 es clave. La RPC y la CCPPCh cumplen 75 años; la APN, 70, y es el penúltimo año del decimocuarto plan quinquenal que termina en 2025. Por lo tanto, deben acelerarse las acciones para cumplir sus objetivos. De ahí que las sesiones de este año hayan sido trascendentales.

Economía y empleo

Las Dos Sesiones suelen priorizar los temas que más preocupan a la ciudadanía china. Debido a la recesión por la pandemia, este año es, ante todo, la situación económica. Las metas establecidas son aumentar el PIB a alrededor de 5 % y contener el alza de precios en un 3 %.

La preocupación principal del gobierno es mantener la capacidad de consumo de los ciudadanos y eso implica ajustar sueldos según inflación y crecimiento económico. El aumento del PIB en China es visto como una consecuencia de haber incrementado el PIB per cápita. No se busca hacer crecer la economía de manera desigual.

En cuanto al empleo, el compromiso es crear más de 12 millones de puestos de trabajo en zonas urbanas y mantener la tasa de desempleo urbano en un 5,5 %. Los mayores afectados son los jóvenes. Anualmente, se gradúan, en promedio, 11 millones de estudiantes que deben ser incorporados al mercado, una tarea difícil de cumplir.

Uno de los anuncios que más llamó la atención fue el levantamiento de restricciones a inversión extranjera directa para captar capitales. En palabras del premier Li Qiang, el Estado busca crear un mercado estable de «competencia leal» para todas las empresas. En estos momentos cuando en Occidente pesa más la geopolítica que la economía, China le abre las puertas al empresariado harto de la inestabilidad.

Nuevas fuerzas productivas de calidad (NFPC)

La ‘estrella’ de las Dos Sesiones fue el nuevo concepto acuñado por el presidente Xi Jinping el año pasado y, desde este año, las políticas del gobierno tendrán como prioridad impulsarlas.

Se trata de las Nuevas fuerzas productivas de calidad (NFPC), como se denominan a las tecnologías de alta gama, con especial énfasis en la inteligencia artificial. Deben ser además tecnologías limpias. Se busca mejorar la productividad, estancada por muchos años, a través del desarrollo tecnológico. En otras palabras, China deja atrás la matriz de la economía exportadora por una que se enfoque en la innovación y desarrollo. Es un cambio de paradigma.

Para esto, se destinarán los estímulos económicos y se ha aumentado el presupuesto en educación e investigación.

Acciones orientadas al desarrollo de calidad

Sendos análisis sobre China suelen enfocarse en el PIB y en la ralentización del crecimiento económico. Algunos hasta fantasean con un próximo colapso del sistema.

La parte que omiten es que, desde hace unos años, el gobierno chino dejó de lado el objetivo del «desarrollo rápido» y lo reemplazó por el «desarrollo de calidad». Esto significa que el desarrollo económico dejó de ser lo único importante y se incorporaron criterios como servicios sociales, seguridad alimentaria y estándares ecológicos.

Las NFPC se insertan en la lógica del desarrollo de calidad. Para ello, el premier Li indicó que se busca impulsar un sistema industrial moderno para facilitar su desarrollo. Asimismo, es necesario darle «propulsión a fondo» a la economía digital.

Se impulsará la demanda interna y el crecimiento estable del consumo. Se aplicarán medidas para garantizar el almacenamiento de granos de manera que quede garantizada la seguridad alimentaria.

En materia ecológica, se buscar elaborar un Código Ambiental que tiene categoría superior a cualquier ley. Durante las Dos Sesiones se entregó un borrador para que sea discutido durante el año. De aprobarse, será, junto con el Código Civil, una de las piezas legislativas más importantes de las últimas décadas en China.

China entró en una nueva era

En resumen, China entró a una nueva era hace varios años y ya empezamos a ver acciones concretas. Esta nueva etapa se centra más en convertir a China en un centro de innovación tecnológica, moderno, ecológico, con servicios sociales y bienestar económico para su inmensa población.

En China, están construyendo su propio camino y se lo están contando al mundo. Por supuesto, mientras más avancen hacia el objetivo del 2049, más furiosa será la propaganda anti-China. En Occidente, el éxito de China es visto como a una amenaza. Es una muestra de que otro sistema es posible y de que es posible modernizarse sin occidentalizarse.

Por ello, va a ser necesario surcar los mares de desinformación si de verdad se desea aprender del proceso histórico. Nunca antes un Estado buscó garantizar el desarrollo de una población de 1.400 millones de personas.

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