Los movimientos telúricos de la política en Chile

POR MANUEL JIMÉNEZ MORALES

El pueblo chileno derrotó en las urnas a la derecha y ultraderecha pinochetista 

Las elecciones recientes en Chile – 15 y 16 de mayo de 2021- quedarán como la fecha en la cual el pueblo chileno enterró prácticamente la ultraderecha pinochetista, que llegó a gobernar este país mediante un cruento golpe de Estado y el asesinato de miles de militantes de la Unidad Popular y de su presidente elegido popularmente Salvador Allende. Es un triunfo que marca y separa en el tiempo dos momentos: el sometimiento y la brutalidad militar a un pueblo, al que se le impuso a sangre y fuego el modelo capitalista de la elite mundial a escala global, y que se propagó como pólvora por todas nuestras tierras de América, y el segundo momento que empieza con este triunfo al otorgarle, por mandato popular, redactar la nueva constitución.

En estas elecciones, además, se renovaron   alcaldes, concejales y gobernadores regionales, donde, “el enfado también se expresó en las urnas con las elecciones municipales y las de los gobernadores regionales, cuyos resultados habrá que analizar con más detalle. Jorge Sharp (izquierda antineoliberal) fue cómodamente reelegido en Valparaíso, al igual que Daniel Jadue, alcalde comunista del municipio de Recoleta, en la región metropolitana (con más del 64% de los votos emitidos). Jadue es un candidato para las elecciones presidenciales que tendrán lugar dentro de seis meses. Esto es suficiente para que la derecha y los social-liberales tiemblen un poco más. En Santiago, la Sra. Irací Hassler, activista feminista y comunista de treinta años, ganó contra el Sr. Felipe Alessandri (derecha), que se había hecho famoso por sus declaraciones misóginas y anticomunistas durante la campaña. A nivel de gobernadores, la victoria del Sr. Rodrigo Mundaca en Valparaíso, activista medioambiental y defensor del agua como bien común, fue celebrada con euforia y alegría por muchos activistas de organizaciones sociales y medioambientales”[1].

Desde luego, el hecho más destacado durante estas elecciones fue la disputa por ganar el mayor número de constituyentes, ya que la derecha y la extrema derecha sabían que estaba en juego la carta neoliberal pinochetista promulgada hace 41 años, la cual sufrió una rotunda derrota a manos del pueblo chileno que votó por la  izquierda y, sobre todo, por los independientes, quienes obtuvieron un desbordante triunfo en estas elecciones, dejando un claro mensaje radical del divorcio social de los partidos políticos. La izquierda y la centro-izquierda solo representa un tercio de lo que será la asamblea general, mientras que los independientes se alzaron con 48 escaños para la asamblea. En medio de la diversidad de candidatos electos a la asamblea predomina, según los informes de prensa, una masa crítica que está dispuesta a enterrar la carta de la dictadura de Pinochet, por una democrática, feminista, ecologista, de derechos y libertades, de justicia social, de no segregación racial, del reconocimiento de los pueblos ancestrales, entre otras. Con la nueva carta que se promulgue, lo que todos esperamos será el entierro definitivo del modelo capitalistas, por un modelo profundamente de equidad y justicia social, de distribución de la riqueza y del ingreso, que cambie esta sociedad de mercachifles, por una sociedad que defienda sin cortapisas la vida. Allí donde nació el modelo que condenó a millones de seres a la pobreza, a la exclusión, al hambre, a la informalidad y la violencia, y que se propagó como una enfermedad por todas nuestras tierras de Abya Ayala, allí mismo deberá nacer el nuevo modelo por la defensa de la vida, de la alegría, de la esperanza, que sirvan de faro para el resto de nuestros pueblos, tal como lo vienen haciendo nuestros hermanos bolivianos, nicaragüenses, y venezolanos.

Allí la historia vuelve a estrechar la mano de nuestros grandes luchadores por la libertad, por la independencia y por la soberanía de nuestros pueblos: San Martín y Simón Bolívar.

Pueblo de Chile: nuestros corazones están rebosantes de alegría por este apoteósico triunfo. La vida triunfa, la lucha nos da la victoria y nuestros pueblos tendrán, como dice nuestro Gabriel García Márquez, una segunda oportunidad sobre nuestra tierra.

Hoy nuestro pueblo colombiano desafía la criminal dictadura del uribismo en las calles, pone en cuestión el modelo económico del capitalismo, de la farsa de la democracia, lo mismo que el pueblo chileno puso en cuestión hace poco a ese gobierno asesino de Piñera, que le sacó los ojos y dejó a miles de jóvenes chilenos lisiados, lo mismo está pasando en nuestro país, para que mañana derrotemos en la urnas a esta derecha y ultraderecha de los Cesar Gaviria Trujillo, German Vargas Lleras, Pastrana Borrero, y el innombrable con su pandilla de delincuentes, Álvaro Uribe Vélez; así como ustedes hermanos chilenos derrotaron  a ese gobierno de Piñeira, gracias a vuestra lucha y vuestra valentía y a una de las dictaduras más infames que haya existido sobre esta  tierra, nosotros acá haremos lo mismo. Por eso la derecha y ultraderecha no quiere bajo ningún motivo perder su gobierno de terror, no importando cuántos asesinatos tenga que cometer, no importando pisotear las leyes que ellos mismo han escrito, con tal de evitar el derrumbe estrepitoso del uribismo y sus aliados.

¡Viva Chile, Carajo! ¡América no se rinde, carajo!  


[1] https://jacobinlat.com/2021/05/17/debacle-de-los-partidos-del-orden-en-chile/

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